11 mitos y realidades de la dominancia en el sector móvil de Colombia

1. La dominancia afecta a los usuarios: Verdadero

Tigo ha sido consistente: la decisión que está en manos de la CRC no es simplemente una cuestión de competencia entre privados; es una cuestión de país que compete a más de 40 millones de colombianos que se conectan a las autopistas digitales.  Las cifras del país no son alentadoras: según la OCDE, Colombia es el segundo país de la organización con mayor nivel de concentración en el mercado móvil (sólo superado por México); esto impacta la competitividad del país en el sector, ubicándolo en la posición 52 entre 63 países.

Los más afectados por esta situación son los usuarios.  La limitación de ofertas y los precios no competitivos dificultan el acceso a la conectividad móvil.  Justamente, según cifras del Ministerio de las TIC, sólo 2 de cada 10 colombianos tienen acceso a internet móvil.  En penetración de 4G, el país alcanza el 34% de la población (países como Brasil – con 209 millones de habitantes- alcanzan una penetración del 60%).

2. El sector espera una definición desde hace más de cinco años: Verdadero

Basta con realizar una búsqueda en internet para encontrar que, el sector de las telecomunicaciones en Colombia lleva más de cinco años a la espera de una decisión definitiva por parte del Gobierno sobre la dominancia de uno de los competidores en el mercado de voz y datos. Ver artículo de El Tiempo: CRC decidirá este año medida para evitar dominancia en internet móvil, del mes de julio de 2015.

Desde el año 2013, cuando el internet móvil comenzó su penetración definitiva en Colombia, los operadores en conjunto le han insistido a tres gobiernos diferentes que la dominancia de voz, declarada en 2010, se trasladaría a los datos, sin que haya habido una respuesta clara por parte de la CRC que, valga destacar, ha invertido más de 4.100 millones de pesos en estudios sobre este tema particular. Ver artículo de La República: Operadores piden mayor control en la dominancia de mercado móvil.

Posteriormente, una vez la CRC creó el mercado relevante de servicios móviles, llevamos más de 2 años esperando una decisión respecto de la dominancia.

3. Las leyes por encima de cualquier inversión: Verdadero

Las empresas privadas invertimos para mejorar la calidad de vida de los colombianos. Sin embargo, los aportes que realizamos, sin importar los montos, no nos exoneran del control que en materia de competencia ejerce la CRC. En el caso particular del sector de las telecomunicaciones, las inversiones que se realizan se traducen en conectar a más colombianos, lo que proporciona equidad y desarrollo en las regiones, pero también nuevos frentes de negocio para las Compañías. Por tanto, sugerir que las inversiones implican tratos diferenciales, iría en contra el espíritu de la competencia y el beneficio de los usuarios.

4. “Los competidores quieren ganar mercado por regulación”: Falso

El argumento publicado por el dominante no solo es falaz, sino que además desconoce los esfuerzos que han realizado operadores como Tigo para conectar a más colombianos. Tigo dobló la capacidad de 4G en solo 4 años y llegó a 30 nuevas ciudades con autopistas digitales fijas, invirtiendo en el país un promedio anual de1 billón de pesos desde 2014. Lo que buscan operadores como Tigo son condiciones justas de mercado para seguir trabajando en su propósito de conectar cada vez a más colombianos.

Día a día, competimos en las calles, en las plataformas digitales, en las empresas por nuestros usuarios. Y lo hacemos con propuestas de valor, innovadoras y ganadoras. Sin embargo, a pesar de nuestros esfuerzos, si no tenemos condiciones equitativas para seguir invirtiendo, los colombianos se verán empujados a tener una sola opción, no sólo en el mercado móvil sino también, en muy corto tiempo, en el mercado fijo.

5. “El mercado móvil en Colombia es saludable y competitivo”: Falso

En carta dirigida al Presidente de la República, los principales operadores indicaron que “pese a los grandes esfuerzos que se han realizado, a las ofertas vigentes, a la lucha en el mercado y al empeño en seguir brindando mejores servicios a los usuarios, el mercado no es dinámico. Y ello se debe en todo, no en parte, a la falta de competencia en el sector, generada por la alta participación de un operador en los servicios que, con su capacidad de determinar el mercado, influye en su bajo nivel de crecimiento. El operador dominante de voz, extiende su influencia hacia el mercado de datos, fijo y digital, de allí la urgente intervención que se requiere”.

6. “Los competidores de Claro no invierten en Colombia”: Falso

Una vez más, se utilizan planteamientos alejados de la realidad. De hecho, argumentos fácilmente controvertibles: basta con revisar los informes de gestión, publicados en la web de los operadores, para determinar las grandes inversiones que se han hecho en el país. Tal es así que, después de los sectores minero energético y de la construcción, el sector telco es el que más ha invertido en Colombia en la última década.

En el caso particular, Tigo dobló la capacidad de 4G en solo 4 años y llegó a 30 nuevas ciudades con autopistas digitales fijas, invirtiendo en el país 1 billón de pesos anual desde 2014.

Lo que buscan todos los operadores del país son condiciones equitativas de mercado para seguir trabajando en su propósito de conectar cada vez a más colombianos.

7. “La declaratoria de dominancia es un castigo”: Falso

En Colombia, la declaratoria de dominancia es una medida de corrección del mercado. En 2009, se realizó una declaratoria en voz y las inversiones del dominante crecieron en esta década, lo que demuestra los beneficios de la medida. En distintas comunicaciones, Claro ha insistido en que la declaratoría “frenaría las inversiones”, hecho que no se produjo. Por el contrario, la declaratoria ayudaría a cumplir con uno de los propósitos del Gobierno: cerrar la brecha digital.

8. La SIC aseguró que “no hay evidencia de un operador dominante en Colombia”: Falso

La CRC le solicitó un concepto a la SIC respecto a un proyecto de resolución sobre el tema de dominancia. En el documento NO hay ninguna afirmación o determinación sobre la dominancia de uno de los competidores del mercado móvil. La sugerencia de la SIC fue clara: es necesario definir y soportar con la suficiente claridad el mercado en el que se necesitan las medidas y determinar los alcances que puedan tener.

9. La dominancia del sector móvil no se está trasladando a servicios fijos: Falso

Es un hecho, la dominancia pasó de la voz a los datos y ahora busca acaparar los servicios fijos. Entre marzo y junio de 2019, Claro ha presentado ofertas que empaquetan servicios fijos (televisión, internet y telefonía fija) con planes móviles, aprovechando su posición en el mercado. Lo que ya está ocurriendo es que, el operador dominante despliega campañas agresivas en las que, apalancado en su cobertura, hace ofertas que resultan incontestables para sus competidores.

10.Por cuenta de la dominancia, el despliegue de 5G se retrasaría: Verdadero

El despliegue de redes 5G en Colombia depende en gran medida de las condiciones para la inversión que tengan las empresas privadas. Países como el Reino Unido o Corea del Sur, en los que existe un mercado competitivo ya tienen redes 5G disponibles para los usuarios. En el caso de nuestro país, somos el único país de la región que no ha asignado la banda de 700 Mhz y la penetración de 4G no supera el 45%. Si Colombia no toma los correctivos necesarios, nuestro país puede ser uno de los últimos de la región que tendrá disponible las redes de quinta generación.

11. Existen riesgos de un monopolio en Colombia: Verdadero

La falta de decisión respecto de la dominancia en el mercado de servicios móviles y un comportamiento constante de concentración como se ha evidenciado generaría un monopolio, beneficiando al dominante y por ende  los usuarios quienes tendrían sólo una opción para conectarse a internet en el país. Colombia, en caso de que no se tomen las medidas que corresponden, podría convertirse en el primer país de la región y de la OCDE que tendría un solo operador de telecomunicaciones.