¿Cuántes vidas puede tener un gadget?

¿Qué tienen en común un smartphone, un computador y un microondas? El último capítulo de su vida. Una vez obsoletos o dañados, estos dispositivos normalmente son exiliados a los cajones y cuartos de las casas que nunca se abren, donde terminan olvidados.

Pero esta no debería ser la forma de terminar el ciclo de aquellos aparatos que alguna vez nos facilitaron el día a día, cada dispositivo merece una segunda oportunidad en la vida, solo necesitan reciclarse correctamente y que expertos desmantelen sus partes de la manera adecuada.

Actualmente, a pesar de la gran cantidad de centros de reciclaje en todo el mundo, muy pocos aparatos renacen y se reutilizan, e innumerables investigaciones realizadas por instituciones mundiales apuntan a una falta de cuidado y conciencia sobre reciclaje y un aumento significativo de los desechos electrónicos en los próximos años.

Conscientes de esta realidad y preocupándose por el impacto que tienen los desechos electrónicos en las comunidades, además de realizar acciones como donaciones o patrocinios, las empresas están tomando medidas dentro de sus políticas de responsabilidad social empresarial, confiando que la tecnología puede ser verdaderamente sostenible. LG Electronics, por ejemplo, continúa invirtiendo en innovación para diseñar dispositivos que neutralicen algunas de las principales amenazas ambientales e incluso está cambiando sus procesos de fabricación en un esfuerzo concertado para frenar la producción de gases de efecto invernadero.

Para reiterar su apoyo con la lucha contra los desechos electrónicos a nivel mundial, la organización coreana organizó en días pasados la cumbre sobre desechos electrónicos y el ahorro de energía ‘Tecnología Sostenible en la Era Digital: Realidad y Desafíos’, un esfuerzo responsable en alianza con la Plataforma Europea de Reciclaje (ERP), dirigida a legitimar en la sociedad las actitudes conscientes que aporten a dejar una huella en el mundo por medio del reciclaje.