El Edge Computing y otras tendencias tecnológicas empresariales para 2020

La tecnología ha cambiado al mundo en todos los aspectos y a una velocidad imparable durante las últimas décadas. Sin embargo, lo que se avecina para el 2020 no es menor, pues casi todos los sectores de la industria avanzarán a pasos agigantados haciendo cada día más acelerado el proceso de transformación digital por la que hoy muchas compañías ya están transitando y otras más se encuentran a punto de hacerlo.

No en vano 2020 ha sido calificado como “el gran año del salto tecnológico” por diversos analistas del mercado pues la expectativa que genera en cuanto a desarrollos de Inteligencia Artificial, Big Data, Internet de las cosas, seguridad y banca digital, entre otros, se cree cambiará todos o casi todos los aspectos de la sociedad.

“Los resultados han sido grandes pero no son nada comparados con lo que se viene para el entorno digital y tecnológico. Ser más eficientes en todos los aspectos es el principal objetivo de empresas y Gobiernos que están cada vez más sintonizados con la Cuarta Revolución Industrial”, afirma el gerente de sector estratégico de Red Hat Colombia, Jaime Bejarano.

De acuerdo con el ejecutivo de la compañía líder en desarrollo de software empresarial de código abierto, “los pronósticos mundiales prevén una inversión cada vez mayor en tecnología en por lo menos el 80% de las empresas de América Latina”.

Por esa razón, es importante tener presente las siguientes tendencias tecnológicas que sin duda acelerarán aún más la transformación digital mundial:

1. El Edge Computing: Este término ha llegado al mundo digital para quedarse y supone el funcionamiento óptimo y a velocidades inimaginables de todos los dispositivos que nos rodean, esos del Internet de las cosas. El Edge Computing se refiere a la tecnología que eleva la capacidad de cómputo y la acerca al usuario tanto como sea posible pues los datos producidos son procesados más cerca de donde se crean, es decir, directamente en el celular o computador en lugar de enviarlos a través de largas rutas a la nube. Lo cual disminuye considerablemente la latencia (o tiempo de respuesta).

2. El arribo del 5G: Más allá del salto a la conectividad que implica, el 5G supone un gran empujón hacia la consolidación de la revolución digital que tiene como objetivo, entre otros, una mejor experiencia del usuario. No solo las personas estarán conectadas entre sí, también lo harán los dispositivos que nos rodean. El 5G, gracias a su gran velocidad de conexión, mínima latencia y alta fiabilidad, posibilitará la conexión de un carro autónomo con todo lo que lo rodea, incluyendo las propias calles (en el caso de las ciudades inteligentes).

3. El impacto que tendrá la Inteligencia Artificial: Gartner estima que al menos 25.000 millones de “cosas” estarán conectadas para 2021 y que como lo hemos venido diciendo todas producirán un gran volumen de datos. La inteligencia artificial se aplicará a una amplia gama de información del IoT, incluyendo vídeo, imágenes, voz, actividad de tráfico de red y datos de sensores. El panorama tecnológico para la IA es complejo y seguirá siéndolo hasta el 2023, donde tendrán lugar muchos proveedores de IT. A pesar de esta complejidad, será posible lograr buenos resultados con la Inteligencia Artificial en una amplia gama de situaciones de IoT.

4. La evolución del Blockchain: Hoy en día las empresas obtienen una mayor seguridad y monetización de su negocio gracias a esta estructura de datos. Las inversiones en blockchain crecen a una tasa compuesta del 73 %, con un gasto total proyectado de 11.700 millones de dólares para 2022. Dentro de las ventajas que traería para la economía los pagos nacionales e internacionales a través de Blockchains están la inmediatez, la seguridad, la reducción de costos y la identificación de errores, entre otros. Además, estas cadenas de bloque ya podrían estar aplicadas en otros sectores; desde propiedades intelectuales, hasta seguridad alimentaria o administración de bienes.

5. Ciberseguridad: Este aspecto será una prioridad el siguiente año debido a que la protección de toda la información seguirá cobrando importancia. Analistas han previsto que los ataques se multiplicarán y mutarán de acuerdo con el objetivo que los atacantes se planteen. Por ejemplo, se espera un número considerable de ransomware o ataques informáticos que se realizan mediante un programa malicioso que encripta los archivos de la máquina afectada. Esta modalidad, en la que el atacante se pone después en contacto con su víctima mediante una nota de secuestro por la que se invita a pagar un rescate para recuperar dichos documentos, escalará hacia el secuestro de datos confidenciales y/o gubernamentales. Asimismo, incrementará el pishing, los deepfakes y los criptojacking -virus que minan criptomonedas en tu dispositivo sin que tú lo sepas.