El robo de identidad, un tema más grave de lo que parece

El robo de identidad aumenta diariamente. Según datos, ocupa el octavo lugar a nivel mundial en este delito. En el 67% de los casos son debido a la pérdida de documentos; 63% por el robo de carteras y portafolios y el 53% por información tomada directamente de una tarjeta bancaria.

El uso cada vez más generalizado de Internet y el almacenamiento en la nube, además de la masificación de dispositivos conectados a la red, como los smartphones y las cientos de aplicaciones (apps) que bajamos en ellos, nos han significado muchos retos a nivel social en cuanto al resguardo correcto de nuestra información y de los datos personales.

Se dice que cuando algo se ha publicado en la red ya es del dominio público, cuando no debería ser así, a menos que uno como usuario así lo quiera. Muchos nos hemos resistido a creer esto, pero el crecimiento de engaños para cometer toda clase de fraudes en Internet se ha incrementado y nos pone en alerta, además de que nos exige estar mejor informados.

Según Mónica Jara, gerente unidad soluciones en Nexsys de Colombia, «es importante preservar la seguridad de nuestros datos bajo cualquier circunstancia con herramientas como las que ofrece Forcepoint en su portafolio de seguridad».

 Por todo lo anterior, debemos estar más alertas que nunca. Para controlar y cuidar la identidad personal es necesario tener presente cuáles son los identificadores con los que contamos; no prestar nunca nuestras credenciales y/o tarjetas bancarias e informar enseguida a la autoridad en caso de extravío, pérdida o robo.

Aquí algunas sugerencias para evitar el robo de identidad:

1. Evitar compartir datos y fotocopias de las credenciales de identificación más importantes. No es que no se pueda hacer, pero debe estar plenamente justificado.

2. Nunca dar información por teléfono, sobre todo cuando es de carácter financiero. Por lo regular los bancos no piden datos por esta vía.

3. Ocultar el NIP de las tarjetas y cuidar que nadie los vea cuando se ingresan en la terminal bancaria.

4. No recibir ayuda de extraños en cajeros automáticos. De preferencia, acudir acompañado.

5. En la Red, ingresar solo a sitios seguros. El mejor tip para llevar a cabo esto es fijarse que en el navegador aparezca el HTTPS. La S después del HTTP es el sello de seguridad.

6. No olvidar que los bancos nunca solicitarán información por correo electrónico, además de que no pedirán ingresar a ligas Web para actualización de datos.