PEUGEOT i-Cockpit: Un habitáculo de sensaciones

Ir a bordo de un PEUGEOT es algo fuera de lo común. Es sumergirse en un universo de tecnología que multiplica las emociones y convierte la conducción en una experiencia totalmente intuitiva, gracias a la magia del i-Cockpit.

Este sistema que entiende las necesidades de sus ocupantes y las transforma en sensaciones y soluciones que le aportan un nivel superior, da cuenta de la constante evolución de la firma de origen francés, que le imprime a cada modelo características nunca antes vistas en el segmento:

• Un volante compacto que se destaca por tener dimensiones mucho menores a las habituales y reduciendo los movimientos necesarios para maniobrar el vehículo, lo que se traduce mayor agilidad, más comodidad y mejor respuesta.

• El Head-up Display muestra la información a la altura de la mirada del conductor, con el objetivo de que éste pueda mantener en todo momento la vista en la carretera y concentrarse en la trayectoria del vehículo. Esta posición ergonómica, facilitada por el tamaño reducido del volante, aumenta el confort del conductor y evita la fatiga.

• La gran pantalla táctil reúne de forma intuitiva todos los mandos relacionados con el confort (radio, climatización, masajes, etc.) y permite controlar de forma natural los equipos del vehículo. Sin embargo, si los pasajeros lo prefieren, pueden controlarlos desde una serie de teclas de piano (o interruptores de palanca) que permiten el acceso directo y permanente a las principales funciones de confort.

• El habitáculo forma una cabina que envuelve a sus ocupantes. Los asientos delanteros proporcionan una excelente comodidad y soporte para garantizar la seguridad de los pasajeros.

¿Cómo garantizar que todos los tipos de cuerpo estén cómodos con la máxima visibilidad externa?

Para diseñar el PEUGEOT i-Cockpit® de, se deben tener en cuenta muchas reglas en términos de ergonomía, visibilidad y arquitectura. Los datos antropométricos estudiados a escala global fueron los que guiaron a los arquitectos del campo. No es realmente la altura del conductor lo que importa; de hecho, es su relación pecho-pierna lo que debe evaluarse. Por ejemplo, algunas personas tienen un torso más amplio en comparación con la longitud de sus piernas, pero para otros, es todo lo contrario. Si la altura promedio de un hombre es 1.76 m, la altura de su torso varía de 87 a 98 cm, lo que tiene un impacto directo en el posicionamiento de su visión.

Estos datos antropométricos han permitido calcular el rango de ajuste de los asientos o el volante para reforzar la sensación de estar en un capullo y optimizar la ergonomía a bordo, sea cual sea el tamaño del conductor.

Nacido de un Concept Car

Aunque en 2012, el PEUGEOT 208 Phase 1 fue el primer vehículo de producción en equiparse con el PEUGEOT i-Cockpit, los concept cars han jugado un papel determinante en las discusiones sobre el tema, pues estos son verdaderos laboratorios de ideas. En 2010, el PEUGEOT SR1 presentó por primera vez el PEUGEOT i-Cockpit®. Esta fue la pieza clave que anunció el nuevo equipo de gestión de estilo con el nombramiento de Gilles Vidal, jefe del equipo PEUGEOT Design, inaugurando una nueva era del diseño de PEUGEOT. A partir de ese momento, todos los asientos de conducción de los concept cars incorporaron la tecnología PEUGEOT i-Cockpit®.

Lanzado en producción del PEUGEOT 208 fase 1 a principios de 2012, el primer PEUGEOT i- Cockpit® fue revelado en 2010 en el concept car SR1. La calidad y el rigor que integran el placer de conducir un Peugeot se han convertido en un verdadero éxito, pues este sistema ha conquistado a más de 5 millones de clientes en todo el mundo y hoy es un símbolo indiscutible de la marca y un importante componente de su ADN.