Vida crediticia a un smartphone de distancia

Ingresar al mundo financiero no es una tarea fácil. Hoy, los créditos de emergencia que se pueden solicitar de manera rápida y sencilla a través de los dispositivos móviles es una gran alternativa para  que los colombianos empiecen a construir su historial.

El estilo de vida en Colombia y la economía de los hogares difícilmente se ajusta a las exigencias de una vida crediticia estable. Sin embargo, tener el control financiero es vital y va mucho más allá de un cupo de endeudamiento, pues cuando una persona asume un compromiso de esta índole y lleva un buen registro, las entidades expresan su disposición para financiar sus planes y proyectos frente a temas de educación, viajes, compra de vivienda o vehículo, entre otros.

En este escenario, una de las mayores ilusiones de los colombianos está en tener casa propia, pero, según el último reporte de Inclusión Financiera entregado por el DANE, el crédito de vivienda es uno de los productos con más baja penetración: Apenas 1.1 millones de adultos cuenta con un crédito de este tipo, frente a los 9.2 millones que, por el contrario, prefieren tener una tarjeta de crédito. Estas cifras demuestran el rezago en los créditos que, por un lado, puede depender de las exigencias de las entidades financieras para aprobarlos y, por el otro, del temor de las personas por adquirir deudas a largo plazo.

En palabras de Daniel A. Materón, CEO de RapiCredit, “el historial o vida crediticia es una carta de presentación que da cuenta del comportamiento que la persona ha tenido al adquirir obligaciones financieras. Los llamados préstamos inteligentes se están convirtiendo en una tendencia en crecimiento que exige que, al momento de hacer una inversión, el ciudadano tenga en cuenta las reglas y la finalidad de esta. Desde RapiCredit, un modelo que simplifica el otorgamiento de créditos de manera rápida y fácil por internet desde un computador o un smartphone, estas opciones ayudan a contribuir al desarrollo de la sociedad colombiana, aportando a la inclusión y educación financiera que exigen las entidades”.

La revolución tecnológica llegó a solucionar más de un problema

La era digital ha llevado a que en la banca tradicional, la virtualidad le gane a las oficinas físicas. Según el último informe de Operaciones entregado por la Superfinanciera, en 2018 se realizaron 6.334 millones de transacciones por un valor de 7.183 billones de pesos, de los cuales el 50% se realizaron por internet a través de computadores y celulares, ante el 8.7% que se hicieron en las sucursales bancarias.

Lo anterior refleja un hecho que no es desconocido, y es que el smartphone se ha convertido en una parte integral de la vida diaria y ha habilitado la banca móvil que, a diferencia de la banca en línea donde se necesita de un PC, permite el acceso a servicios financieros desde cualquier lugar del mundo de manera rápida y práctica. “El informe Ditrendia: Mobile en España y el Mundo, asegura que en 2020 los smartphones serán responsables del 80% del mercado de la banca, pues a hoy el 20% de los usuarios ya consulta su aplicación de banca una o varias veces al día y el 42% lo hace varias veces a la semana”, agrega Materón.

Aquí precisamente aparece el fenómeno fintech: la evidencia más clara de que los bancos residen por completo en los teléfonos móviles, gracias a un ecosistema de medios de pago novedoso. Según un estudio realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo, Colombia es el tercer país que lidera la actividad Fintech en América Latina, siendo el territorio más dinámico en la creación de startups con 180 iniciativas identificadas y representando el 14% de este ecosistema en la región, seguido por Argentina y Chile.

Desde que se comenzó a organizar y articular la industria (2017 – 2019), este sector se ha duplicado con un crecimiento del 114%, generando así más emprendimiento y modelos de colaboración entre entidades financieras y startups, logrando conectividad, infraestructura, demanda, cultura, inversiones y educación financiera. En palabras de Materón, “las fintech colombianas, como RapiCredit, se caracterizan por tener un enfoque y un objetivo de inclusión financiera, más allá de ampliar el portafolio de productos y servicios, razones por las que hoy el 71% de las empresas dedicadas a esto tenemos una oferta de valor dirigida a la población no bancarizada. El 76% de la población digital activa usa una Fintech en su vida, hecho que se ha evidenciado en la demanda creciente del comercio electrónico y el interés de créditos, depósitos e inversiones, a través de canales digitales donde la inmediatez y la comodidad son factores comunes en el uso de celulares inteligentes y computadores”.

A las Fintech se unen alternativas como los neobancos, una nueva generación de bancos sin sucursales físicas que hoy toman fuerza en el sector financiero. En Latinoamérica, de acuerdo a un estudio realizado por el Grupo Bancolombia, esta banca digital realizó en el último año un total de 213.000 transacciones gratuitas, 13.000 pagos en línea y 27.000 metas de ahorro. La novedad de los neobancos se encuentra en la experiencia que viven los clientes a través de sus smartphone y otros canales no presenciales.

En definitiva, es claro que la obtención de ciertos bienes y servicios no se puede dar en su totalidad con pago en efectivo al instante, por lo que es necesario acudir a un crédito y a una vida crediticia sólida. La banca se está modernizando y se está aliando con nuevas alternativas para que los clientes puedan activar y controlar este aspecto de forma rápida, sencilla y cómoda.