El hacking continuo creció un 33% en el último año como respuesta a las necesidades de ciberseguridad en las empresas.
Cada vez más organizaciones llevan sus operaciones y servicios al mundo digital, creando o adoptando material tecnológico susceptible a ciberataques. Fluid Attacks, compañía especializada en realizar pruebas de seguridad integrales en los sistemas informáticos de las empresas, explica la importancia de incluir la ciberseguridad en los procesos de transformación digital.
Los avances tecnológicos están siendo implementados en las empresas de todos los sectores e industrias de manera creciente. Entre ellas se encuentran nuevos emprendimientos y startups que enfocan sus actividades al desarrollo de ecosistemas digitales. Sin embargo, esta acelerada transformación ha abierto las puertas para que los cibercriminales saquen provecho de las organizaciones que no están preparadas para protegerse de los ciberataques.
Para Felipe Gómez, Partner & LATAM Manager de Fluid Attacks, “El riesgo cibernético al que se exponen actualmente las empresas es cada vez mayor. De hecho, comparando nuestros últimos dos reportes de ataques (State of Attacks), en el último año fuimos testigos de un aumento de un 14% en la exposición al riesgo y de un número de vulnerabilidades identificadas de casi el doble. En un mundo digital donde los puntos débiles pueden ser tantos y son cada vez más los delincuentes al acecho, se hace necesario que las organizaciones mantengan un enfoque preventivo, optando especialmente por pruebas de seguridad continuas e integrales sobre sus sistemas informáticos”.
La implementación de pruebas de seguridad integrales y continuas en las empresas ha demostrado para ellas amplios beneficios. A continuación, se destacan cuatro de ellos:
1. Postura preventiva: La realización de pruebas de seguridad en las empresas desde fases tempranas de sus ciclos de desarrollo de software, se constituye como un enfoque preventivo, el cual suele ser más importante que un enfoque reactivo. Una organización que evalúa sus sistemas y productos de manera anticipada, con la ayuda de buenas herramientas automatizadas y experimentados hackers éticos, tiene la confianza de detectar en ellos sus vulnerabilidades antes de que lo hagan los cibercriminales, quienes pueden tomar provecho de ellas. Estar un paso por delante de los hackers maliciosos y obstruir toda posible entrada para usos indebidos es sin lugar a dudas una estrategia bastante efectiva para evitar catástrofes causadas por ciberataques.
2. Procesos ágiles y menos costosos: “La ciberseguridad es tenida en cuenta por muchos equipos solo en las últimas etapas del desarrollo de un producto tecnológico. Corregir una amplia cantidad de vulnerabilidades poco antes de salir a producción puede convertirse en una piedra en el zapato para los desarrolladores. El enfoque DevSecOps, en el que se realizan pruebas de seguridad durante todo el ciclo de vida de desarrollo, permite agilizar los procesos. Los fallos se detectan en etapas tempranas y se pueden solucionar inmediatamente, sin que se acumulen, lo que significa ahorro de tiempo y dinero”, comenta Felipe Gómez.
3. Mayor competitividad y alta reputación: Durante la transformación digital, la ciberseguridad está cobrando mayor importancia para las empresas que planean alcanzar una sólida participación en el mercado. Las organizaciones que deciden implementar unas eficientes pruebas de seguridad en sus procesos, reconocen la responsabilidad de cumplir con estándares establecidos en sus industrias. Buscan ofrecer productos y servicios en los que garanticen la seguridad de sus operaciones, datos y otros recursos, incluyendo principalmente los de sus clientes o usuarios. Pruebas de seguridad integrales y continuas, junto con un diligente manejo de vulnerabilidades, permiten a las empresas generar confianza y reflejar compromiso y calidad. Algo que afecta positivamente su competitividad y les ayuda a mantener una alta reputación.
4. Cambio cultural y mejores prácticas: La inclusión de la seguridad en las empresas no debe ser vista como un proceso pasivo en el que un agente externo se encarga de todo. Desde el enfoque DevSecOps, los desarrolladores de software comienzan a asumir un compromiso, no solo por remediar los problemas de seguridad en sus productos, reportados por las pruebas, sino por hacer que sus resultados sean cada vez mejores, lo cual significa aprendizaje. La adopción de una cultura como esta, en la que la seguridad juega un papel esencial, puede ser un proceso en cadena. Ciertos grupos de desarrolladores, con la ayuda de los equipos de seguridad y sus pruebas, pueden ir inspirando a otros para que mejoren en sus prácticas y logren la transición a una mentalidad en la que todos dentro de la organización son responsables de la seguridad.
“Aquellas empresas que se adhieren responsablemente al enfoque de incluir unas pruebas de seguridad integrales durante todo su ciclo de vida de desarrollo de software, logran ser conscientes de su exposición al riesgo, y trabajan con esfuerzo para reducirlo al máximo. Son testigos de todos los beneficios que este proceder trae consigo, entre ellos el importantísimo hecho de poder regalar tranquilidad a sus clientes o usuarios”, concluye el LATAM Manager de Fluid Attacks.