Por: Joelma Gouveia, VP de Supply Chain en Kimberly-Clark América Latina
Fechas como las del Día del Medio Ambiente, sirven para recordarnos que todos dejamos aquí una huella de carbono (CO2) y que, si queremos que el mundo se convierta en un lugar mejor para las generaciones futuras, es importante que reflexionemos juntos sobre cómo nuestras acciones impactan el Planeta. Ya sea como individuos, como sociedad o como empresa, necesitamos y debemos buscar formas de aportar a la preservación del medio ambiente y detener el calentamiento global.
Este tema urgente ha sido discutido más ampliamente desde la Cumbre del Clima en abril de este año, cuando el gobierno de los Estados Unidos se comprometió a reducir a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en los Estados Unidos a lo largo de los próximos diez años. Además, este fue uno de los objetivos que nosotros, en Kimberly-Clark, nos hemos propuesto meses antes, cuando hemos lanzado nuestra estrategia de sustentabilidad para 2030: reducir nuestras emisiones directas e indirectas absolutas de GEI en un 50% (alcances 1 y 2). Desde 2015, ya hemos reducido más del 32,1% de nuestras emisiones y seguimos renovando este objetivo y proponiendo acciones para combatir el cambio climático.
Sé que nuestros actos como empresa pueden inspirar cambios en su vida diaria personal y profesional. Por lo tanto, les comparto aquí un paso a paso de cómo ha sido nuestra trayectoria para colaborar con la reflexión y con la construcción de un mundo más sostenible hasta la próxima década:
• Comience midiendo su huella – antes de comenzar a resolver cualquier problema, es importante comprender su tamaño. Para reforzar el compromiso de reducir las emisiones y crear una economía baja en carbono, se debe comenzar midiendo la huella como empresa. Para las personas físicas, también existen calculadoras gratuitas y en línea que prueban y miden estas emisiones que generamos en nuestra vida diaria. ¡Recomiendo la búsqueda!
• Cree un plan de acción – Definir estrategias de sustentabilidad sirve como guía e incluye metas para aumentar el impacto social y reducir las huellas de carbono, plásticos, fibras forestales y agua. Me enorgullece decir que estos compromisos han sido aprobados por la iniciativa Science Based Targets initiative (SBTi) y que están en línea con los objetivos del Acuerdo Climático de París. Es fundamental comprender dónde se está y hacia dónde se quiere ir.
• Piense en alternativas – Desde 2020, hemos incorporado opciones de flotas ecológicas y un enfoque de envíos y rutas inteligentes en América Latina. Hemos comenzado por un proyecto piloto en Colombia que utiliza EcoTrucks para aumentar nuestra eficiencia en transporte y, al mismo tiempo, reducir nuestra huella de carbono. Este año ya contamos con las flotas a gas en Colombia y vehículos eléctricos en Colombia y Brasil. Solo estas soluciones alternativas ya están ayudándonos a reducir las emisiones de GEI en aproximadamente un 95%, y de carbono en aproximadamente un 30% en comparación a los transportes tradicionales, generando una reducción de 3.4% versus 2019, y de 11.1% versus 2015 en nuestras emisiones de carbono.
• Invierta en innovación – Hoy, parte de las mejores estrategias implican un enfoque gradual en fuentes renovables de energía, compensando la electricidad consumida por las operaciones tanto con las instalaciones de sistemas solares en las plantas, como invirtiendo en contratos de compra de energía renovable en los mercados donde esto sea posible. En los últimos dos años, hemos concluido las instalaciones solares fotovoltaicas en plantas y en centros de distribución en países como Singapur, India, Colombia y Guatemala. Solo en este último, contamos con 533 paneles solares que se encargan de reducir la emisión de 170 toneladas de dióxido de carbono anualmente. Innovaciones como estas aceleran los cambios necesarios.
• Neutralice lo que no se puede eliminar – En Brasil, por ejemplo, nos asociamos con el proyecto Carbon Free, de la empresa de alquiler de coches Movida, con el objetivo de neutralizar todo el gas carbónico emitido por los más de 300 automóviles de nuestra flota en el país. Iniciaremos el proyecto con el cultivo de 18 mil árboles en los próximos años de especies del bioma nativo de la región de Santana do Araguaia, en la zona de transición entre la Región Amazónica y el Cerrado. Si bien no pueden prevenirse todas las emisiones, podemos actuar para neutralizarlas conscientemente.
Incluso si aún no conoce el tamaño de su huella de carbono, sepa que ella existe. Mientras estemos vivos, colaboramos constantemente con la producción de CO2 en la Tierra. Independientemente de su dieta, de qué o de cuánto consume, o cómo se desplaza, solo el hecho de que respiramos ya nos coloca automáticamente como productores globales de carbono a cada exhalación. Así que respire hondo, llene sus pulmones de aire y recuérdese que mientras estemos vivos, también podemos contribuir a generar cambios para la construcción de un futuro mejor.