Un vibrante tono verde se está apoderando de las redes sociales y de las pastelerías locales. Desde los irresistibles postres con chocolate hasta accesorios de decoración para el hogar, e incluso influenciando las pasarelas de moda, el pistacho está pasando por su mejor momento. Tras el fenómeno viral del “chocolate de Dubái”, este fruto seco se ha ganado un lugar privilegiado en el mundo culinario.
Para quienes se declaran fans de este delicioso manjar, ahora también puede inspirar sus próximos planes de viaje. De hecho, el 50% de los colombianos se sienten motivados a visitar nuevos destinos para descubrir su cultura gastronómica local y el pistacho reina en muchos de ellos. Por eso, Booking.com presenta una selección de destinos imperdibles de todo el mundo para los amantes del pistacho:
Dubái, Emiratos Árabes Unidos
Dubái es sinónimo de elegancia, pero su lado más auténtico se revela en los zocos (mercados locales) del casco antiguo, donde los aromas del Medio Oriente envuelven cada rincón. En el Dubai Creek, entre el bullicio del zoco de especias, textiles y oro, los pistachos se abren paso como uno de los productos más codiciados. Cultivados en la región y cargados de historia, son el ingrediente estrella en dulces típicos y en la famosa barra de chocolate que se ha vuelto viral en redes.
Nada como recorrer los canales con una bolsa de pistachos en la mano, saboreando el verdadero espíritu emiratí. Desde ahí, se puede aventurarse a explorar los íconos de la ciudad: el imponente Burj Khalifa, el futurista Dubai Mall, las playas de Palm Jumeirah o el hipnótico Museo del Futuro. Ya sea que se vaya tras un antojo repostero o en busca del contraste entre tradición y modernidad, Dubái es un destino imperdible para los amantes del pistacho.
Dónde hospedarse: Situado a 10 minutos en auto de los zocos de la ciudad, el Golden Sands Boutique Hotel, con vistas al Dubai Creek, ofrece a la comunidad viajera el lugar perfecto para disfrutar de su gastronomía y comprar a placer
Alamogordo, Nuevo México, EE. UU.
Aunque California lidera la producción mundial de pistachos gracias a sus condiciones ideales y tecnología agrícola, hay un rincón en Nuevo México que todo amante de este fruto seco debería visitar: Alamogordo. A las puertas del Parque Nacional White Sands se encuentra PistachioLand, una granja que combina tradición, innovación y un guiño turístico irresistible: el pistacho más grande del mundo, una escultura de más de 9 metros de altura construida en 2007.
Los visitantes pueden recorrer los huertos y viñedos en un vehículo eléctrico, descubrir cómo se cultiva y tuesta este fruto y probarlo en versiones saladas, dulces o cubiertas de chocolate. Además, Alamogordo ofrece un entorno natural único con dunas blancas perfectas para deslizarse en trineo o hacer senderismo, y una visita al Museo de Historia Espacial.
Dónde hospedarse: A poca distancia en carro del Parque Nacional White Sands, el Home2 Suites By Hilton Alamogordo White Sands ofrece una experiencia acogedora en las estribaciones desérticas de las montañas de Sacramento. Además de habitaciones bien equipadas, el hotel ofrece un spa y centro de bienestar con piscina de agua salada.
Catania, Sicilia, Italia
En la costa oriental de Sicilia, Catania seduce con paisajes volcánicos, arquitectura barroca y, sobre todo, con uno de sus tesoros más exquisitos: el pistacho. Cultivados en las fértiles laderas del Etna, estos frutos se distinguen por su sabor intenso, su aroma profundo y su color verde brillante. Para los viajeros que veneran el pistacho, este es un destino imperdible.
En Catania, es posible recorrer granjas donde se cultivan, probar helados, cannoli o pasteles elaborados con pistacho local, e incluso aprender a preparar raviolis caseros con este ingrediente como protagonista, en clases de cocina que maridan la experiencia con vinos sicilianos. A solo una hora en carro, el pueblo de Bronte—la capital italiana del pistacho—ofrece aún más: calles dedicadas a este fruto, tiendas especializadas y el famoso pesto di pistacchio. Un destino donde el pistacho no es solo un ingrediente, sino una forma de vida.
Dónde hospedarse: Perfectamente situado en el corazón del centro histórico de Catania y a pocos pasos de lugares emblemáticos como la Via Etnea y el bullicioso mercado de pescado, el B&B Sant’Agata ofrece un punto de partida elegante para la comunidad viajera que busca encanto y hospitalidad. Los huéspedes pueden disfrutar de habitaciones totalmente equipadas con aire acondicionado, wifi y baño privado y un delicioso desayuno local.
Gaziantep, Turquía
Conocida como la “capital del pistacho” en Turquía, Gaziantep es el paraíso para quienes consideran este fruto un tesoro. En esta región del sur del país, las condiciones naturales permiten el cultivo de los afamados pistachos de Antep: más pequeños, alargados, de un verde vibrante y con un sabor intenso que los convierte en la base perfecta para postres emblemáticos como el baklava o el katmer, ese dulce hojaldrado relleno de pistacho y nata que conquista desde el primer bocado.
Aquí, el pistacho tiene tanto peso que incluso cuenta con su propio museo: el Gaziantep Fıstık Müzesi, donde los viajeros pueden conocer su historia, cultivo y papel en la cultura local. Pero el deleite no se detiene ahí. Declarada Ciudad Creativa de la Gastronomía por la UNESCO, Gaziantep también invita a probar platos como el kebab alinazik, con cordero y berenjena, o el dolma relleno de arroz especiado, en medio de bazares llenos de aromas, colores y texturas.
Dónde hospedarse: Los visitantes pueden alojarse a pocos pasos del castillo de Gaziantep en el Ali Bey Konagi, un hotel histórico bien situado en el corazón de la ciudad. Este alojamiento tradicional cuenta con habitaciones y suites con aire acondicionado, en torno a una terraza y un patio en los que los huéspedes pueden relajarse tras un ajetreado día probando las delicias de la ciudad.
Egina, Grecia
Su clima cálido y la brisa del mar Egeo crean las condiciones perfectas para cultivar pistachos de sabor dulce y perfil aromático únicos, reconocidos con Denominación de Origen Protegida (DOP). Aquí, este fruto seco es parte de la identidad local: se cultiva desde hace generaciones y se celebra cada septiembre en el vibrante Aegina Fistiki Fest, donde se puede probar en versiones tan creativas como un mojito de pistacho.
Más allá de su presencia en dulces tradicionales como las kourabiedes, en mantequillas, pestos o incluso en la comida callejera, el pistacho está presente en cada rincón de la isla. Pero Egina también invita a descubrir su historia y belleza natural en una excursión a pie: desde el Yacimiento Arqueológico de Kolona hasta la Torre de Markellos, pasando por playas tranquilas como Agia Marina o Vagia, donde nadar bajo el sol es el complemento perfecto antes de cerrar el día con un puñado de pistachos locales. En Egina, el sabor es parte del paisaje.
Dónde hospedarse: El Hotel Rastoni está ubicado en una antigua plantación de pistachos. Con muebles de madera e interiores diseñados por artistas locales, todas las habitaciones están decoradas individualmente para que cada huésped viva una experiencia única. Relájate en la encantadora terraza ajardinada y da un paseo hacia el azul intenso del mar de la hermosa bahía de Egina, que se encuentra a pocos pasos del alojamiento.
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