Tras semanas de preparación en protocolos y medidas sanitarias por la contingencia de COVID-19 y reforzando buenas prácticas de higiene para recibir y atender turistas por parte de los hoteles, condominios, clubes de playa, restaurantes, lagunas y playas, el bello puerto de Acapulco abrirá sus puertas y atractivos al turismo, luego de una pausa obligada, como sucedió en el resto del mundo.
Con un despliegue sin precedentes en el destino y segmentándolo en 12 zonas que abarcan desde Pie de la Cuesta hasta Barra Vieja, se estará supervisando (por parte de 3 niveles del gobierno del estado de Guerrero) que se cumplan las condiciones para que la llegada del turismo pueda ser el empuje económico que se necesita y no un problema en cuanto a la recuperación post pandemia.
Las condiciones son variadas: El comenzar con un 25% de ocupación en alojamiento y un 30% en espacios de restaurantes, el disfrute de la playa sólo será para nadar, correr o caminar (sin aglomeraciones en la arena) ya que no habrá servicio de camastros, alimentos y bebidas disponibles, tampoco se podrá llevar mascotas y el uso de cubrebocas es obligatorio en áreas públicas en todo momento.
Estas condiciones serán flexibilizadas paulatinamente, con el compromiso de cada colaborador, cada proveedor, cada artesano y empresario turístico, así como el cumplimiento de estos nuevos hábitos por parte del turista, lo cual es muy importante para cumplir la meta trazada.
Acapulco los recibe con una infraestructura adaptada a estos nuevos tiempos y con la preparación y certificaciones que se merece el visitante, como siempre, la calidez de su gente se hará sentir en sus atenciones, ahora con sana distancia sin dejar de lado el servicio de alta calidad que les caracteriza desde este 1ero de julio 2020.