La actual situación sanitaria del mundo ha desencadenado un sinnúmero de cambios y consecuencias que se están viendo reflejadas especialmente en los ámbito empresarial y laboral. Las decisiones que se están tomando, definirán los nuevos procedimientos que se implementarán en las organizaciones y lo que hoy se conoce como La Nueva Normalidad.
Teniendo en cuenta que las puertas del confinamiento global ya empezaron a abrirse y que la industria parece dar grandes pasos frente al desarrollo de ecosistemas y sistemas que fomentan el trabajo remoto, Mercer, firma de consultoría para las áreas de salud, patrimonio y carrera, y subsidiaria de Marsh & McLennan Companies, recomienda los siguientes factores claves que deben tener en cuenta los empleadores al regreso de los colaboradores a su lugar de trabajo:
1. Entorno seguro y saludable para los empleados al regreso
El estrés, el aislamiento, la incertidumbre, la poca movilidad, la reducción de las rutinas de ejercicio, la dificultad para acceder a la atención médica, los trastornos de sueño, las dietas poco balanceadas, son los principales retos a superar con el regreso al trabajo.
En esta primera etapa es clave conocer el estado del colaborador. Para esto es importante hacer un diagnóstico de su condición física, y del estado de su salud mental. Esto se realiza a través de una caracterización de los empleados y su rol, con el fin de identificar los niveles de riesgo y exposición de la población, frente al contagio por COVID-19 y propensión al trabajo remoto.
Paralelamente, se deben implementar medidas de seguridad en el lugar de trabajo orientadas a prevenir el contagio. Así mismo se deberán identificar espacios, áreas comunes y momentos donde haya mayor riesgo de exposición dado el grado y frecuencia de contacto.
Finalmente, se deben plantear protocolos de acuerdo a los espacios y momentos críticos identificados, como: implementar más jornadas de limpieza y desinfección, distanciamiento de los puestos de trabajo (1,5 mts), comunicación sobre hábitos saludables, flexibilidad de los horarios para evitar conglomeración, al igual que evitar al máximo reuniones presenciales.
2. Bienestar de los empleados
Teniendo en cuenta que el bienestar del empleado va más allá de lo monetario, es importante que las empresas generen incentivos que mejoren su estrategia de atracción y retención de talento, al igual que incentivar a los actuales colaboradores a continuar desarrollando sus labores de una forma eficiente. Una de las prácticas recomendadas frente a este objetivo, es identificar, valorar y optimizar los paquetes de beneficios y prestaciones, incluyendo la remuneración intangible.
Otro de los temas importantes que debe contemplar el empleador es el Bienestar Financiero de los colaboradores durante y luego de la cuarentena. Frente a esto, es importante ofrecer un acompañamiento y capacitación en temas relacionados con: cultura de ahorro, planeación financiera, oportunidades de desarrollo profesional, entre otros.
3. Liderazgo y Experiencia del Empleado
Es necesario buscar el equilibrio entre la variable económica y las decisiones relacionadas con las personas, el entorno y la sostenibilidad, más aún cuando el mundo corporativo se prepara para hacer frente a las preocupaciones y la incertidumbre generados por cuenta del Covid-19. Es vital comprometer y empoderar a los líderes al regreso, durante y después del regreso a la rutina habitual y tener en cuenta cinco frentes:
Equipo directivo: fortalecer el equipo directivo. Todos hablarán en el mismo lenguaje, para que exista coherencia en lo que transmiten.
Comunicación: mantener transparencia y claridad de la comunicación. Ofrecer un feedback que motive al equipo, resaltando sus fortalezas. Transmitir mensajes coherentes y programar espacios en los que se puedan establecer dinámicas de trabajo, al igual que retroalimentación ascendente a los líderes.
Gestión de desempeño: ofrecer herramientas a los líderes para la consecución de resultados y seguimiento de la evolución de los procesos. Delegar e incentivar a los colaboradores a asumir responsabilidades, implementar acompañamiento y efectuar análisis de los resultados.
Desarrollo de competencias del futuro: desarrollar en las cabezas de la operación habilidades y competencias necesarias para liderar y afrontar los cambios. Se recomienda diseñar campañas de sensibilización en temas relacionados con la agilidad de aprendizaje, entrega de información, adopción de metodologías e implementación de tecnologías.
Desarrollo de hábitos: es importante incentivar la sostenibilidad de las acciones y compromisos de los líderes a través del desarrollo de hábitos como poner a su disposición espacios de acompañamiento que les permita exponer las barreras o habilitadores que les ha permitido avanzar con sus compromisos. También ofrecerles herramientas que los incentive a poner en práctica sus aprendizajes como casos de éxito, conferencias online, artículos de interés, abrir espacios con profesionales expertos.
4. Desempeño y compensación
Las empresas siguen tomando decisiones para resolver las consecuencias que la interrupción de la operación tiene en el negocio y en sus empleados. Estos cambios están obligando a las organizaciones a evolucionar el modo de trabajo. Para ello Mercer recomienda tener en cuenta las siguientes acciones:
• Analizar con el equipo financiero de la organización las nuevas exigencias del negocio y la forma en que este presupuesto puede impactar a la fuerza laboral.
• Revisar con el equipo jurídico de la organización los decretos o normas laborales aplicables en el país, e identificar las posibles oportunidades y limitaciones.
• Segmentar la población de acuerdo con la criticidad para la sostenibilidad del negocio, costo anual, antigüedad y condiciones especiales.
Para mejorar el proceso de reintegro al trabajo, Mercer ha diseñado una herramienta que ofrece información y pautas para implementar los protocolos que se deben ejecutar para garantizar la seguridad y salud de los colaboradores.