Aproximaciones a la “nueva normalidad” en los puestos de trabajo

Por: Claudia Reyes, Especialista en experiencia de usuario final, Región Andina y Caribe, VMware.

Hablar de la “nueva normalidad” es un término común por estos días. Como seres humanos estamos expectantes ante nuestro futuro y, al mismo tiempo, buscamos adaptarnos lo más rápidamente posible a otras rutinas para sentirnos seguros.

Algunos detractores han declarado que esta pandemia no generará cambios ni en el mediano ni a largo plazo y que se trata más bien de un mecanismo automático de supervivencia que solo está activo en tiempos de crisis, pero que al final del día, volveremos a nuestras viejas rutinas, modelos y políticas.

Pero hay quienes defienden con pasión las nuevas estructuras y plantean un mundo totalmente automatizado y robotizado, sin espacio para la intervención humana. ¡Nada más alejado de la realidad! Debo decir, frente a estas dos posturas que la inflexibilidad nos lleva a no admitir la coexistencia de dos sistemas en apariencia incompatibles, pero que tienen más puntos en común de lo que imaginamos.

Sin duda, el teletrabajo llegó para quedarse. De hecho, «Tres de cada cuatro directores financieros planean trasladar al menos el cinco por ciento de los empleados, anteriormente ubicados en las oficinas a puestos permanentemente remotos después de COVID 19», según una reciente encuesta de Gartner. Mientras que, por su parte, las labores que requieren de algún tipo de contacto físico o presencial, regresarán a sus oficinas, tiendas y demás establecimientos, pero con todas las restricciones, cumplimiento de protocolos de seguridad, en concordancia con las medidas del aislamiento social preventivo.

Esto nos lleva a pensar que la nueva normalidad en los puestos de trabajo apunta a modelos híbridos, donde coexisten, tanto los escritorios físicos como los virtuales, cada uno útil en la medida en que las políticas y estrategias de continuidad del negocio dentro de la organización avancen.

En ese sentido, el enfoque para rediseñar puestos de trabajo dentro de las organizaciones deberá reconsiderar los requisitos de espacio de oficina -más aún cuando el contacto físico entre personas se restringirá a los niveles necesarios-, los procesos de asignación y ejecución de trabajo, y el uso de las herramientas tecnológicas.

Por otra parte, la experiencia de los trabajadores toma especial importancia en este punto, pues una mala implementación de jornadas de teletrabajo puede afectar la productividad. Herramientas esenciales como el acceso seguro a software, aplicaciones y un escritorio virtual moderno y centralizado, sin duda facilitan la gestión del trabajador, al tiempo que garantizan el ROI (Retorno de Inversión).

De acuerdo a una encuesta realizada por VMware sobre “el valor de la experiencia digital del empleado”, los factores más importantes que los empleados rescatan de su experiencia durante las jornadas de trabajo remoto son:

1. Poder encontrar e instalar las aplicaciones necesarias para llevar a cabo sus labores (88%).

2. Tener aplicaciones, incluyendo el correo electrónico, en el teléfono / tableta para realizar al menos tres de las tareas de trabajo más importantes (86%).

3. Tener acceso desde el día uno, a todas las aplicaciones y datos necesarios para los nuevos empleados (83%).

5. Tener libertad para trabajar desde dispositivos personales (70%).

6. Poder elegir entre los sistemas operativos Android o iOS / MAC o PC, para que corran en los dispositivos (63%).

A su vez, en la nueva normalidad, las organizaciones pueden encontrar un equilibrio en los puestos de trabajo híbridos al implementar jornadas de co-working o de asistencia una vez por semana, o por un periodo de tiempo determinado, para hacer seguimiento y control a las actividades. Independencia, autonomía y optimización del tiempo en la oficina física son algunos de los beneficios que pueden obtenerse.

Sin duda alguna, el cambio es inevitable en cualquier circunstancia -con o sin pandemia mundial-, pero tener la posibilidad de analizar y avanzar hacia el futuro es lo que marcará la pauta para el éxito, pensando en la buena experiencia de los empleados, clientes y personas en general.