Con el surgimiento de las competiciones oficiales de diferentes videojuegos como el DOTA 2, el Valorant o el League of Legends –que han alcanzado la categoría de e-sports, o ‘deportes electrónicos’–, también han comenzado a extenderse los ciberataques realizados contra determinados jugadores en momentos clave de los torneos. El objetivo de este tipo de ciberataques no es el de dañar los sistemas de los jugadores ni el de robar sus datos privados, sino simplemente el de perjudicar su conexión para forzar su derrota durante una partida clave en su recorrido competitivo.
Los ataques se multiplican tras el auge de los e-sports en las casas de apuestas
Numerosas casas de apuestas deportivas online han incluido recientemente diversos e-sports en su catálogo de deportes en vivo en los que pueden apostar sus millones de clientes online. De esta manera, lo que mueven estos torneos ya no consiste solamente en la popularidad de sus ganadores o el dinero de sus premios, sino que pasa sobre todo por los millones de euros depositados en apuestas cuidadosamente planificadas en distintas casas de apuestas online.
En este sentido, algunos apostadores han visto la posibilidad de beneficiarse gracias a la intervención directa en los campeonatos a través de los hackeos, algo que no está a su alcance en otros deportes como el fútbol, el baloncesto o el tenis. Y la herramienta para hacerlo es al mismo tiempo eficaz y prácticamente anónima: se trata de los ataques DDoS.
¿Qué son los ataques DDoS que afectan a los gamers?
Los ataques DDoS, o ataques de denegación del servicio, consisten en ataques informáticos generalmente organizados a través de una botnet, es decir, un conjunto de equipos informáticos infectados por un virus que los hace ‘obedecer’ a un atacante en un momento determinado. Cuando llega el momento de una partida competitiva en cualquier e-sport presente en las apuestas deportivas, un hacker puede activar miles de equipos informáticos en todo el mundo y ordenarles que traten de conectar con una dirección IP determinada: la del jugador a quien se quiere perjudicar.
Ante la avalancha de peticiones, la conexión del jugador no es capaz de responder a todas ellas y termina colapsando o ralentizándose en extremo, lo que le impide al jugador rendir a su nivel habitual durante su partida competitiva o siquiera terminarla, dándole la victoria a su rival… y generando grandes beneficios para los apostadores que habían orquestado el ataque.
Un ataque que tiene una sencilla solución: el uso de VPNs
Cualquier gamer que participe en partidas competitivas o amateur puede ser víctima de un ataque DDoS de este tipo. No es necesario estar presente en las grandes apuestas para que nuestro rival quiera derrotarnos utilizando métodos anti-éticos. Sin embargo, una herramienta de ciberseguridad tan económica como una VPN para PC puede permitir a los gamers resistir ataques DDoS fácilmente debido a que, con ella, podemos enmascarar nuestra IP y conectarnos al campeonato a través de una IP de un servidor proporcionado por el servicio VPN que tengamos contratado.
Al hacer esto, los hackers que lancen un ataque DDoS contra la IP del gamer no podrán alcanzar su equipo personal, sino el servidor de alto rendimiento gestionado por la compañía de la VPN. Al tratarse de un servidor de altas prestaciones, cuenta con mecanismos de detección y anulación de ataques DDoS, con lo que la conexión del jugador se mantendrá activa y le permitirá terminar su partida sin verse afectado por el ataque, desafiando todas las dificultades y arruinando el complot de los apostadores para beneficiarse a su costa.
Completa herramienta de privacidad online
Además de la posibilidad de enmascarar nuestra IP, una VPN también nos permite proteger nuestros datos privados al navegar online. La manera en que lo hace es mediante el establecimiento de un túnel encriptado con el que podremos redirigir nuestra conexión a través de un protocolo cifrado, de forma que los datos que enviemos o recibamos a través de ella sean completamente inaccesibles por parte de terceros, incluso en el caso de que nuestra conexión sea interceptada mediante un ataque de intermediario o de ‘evil twin’.
Las VPNs, entonces, se demuestran como una solución de ciberseguridad fiable no solo para prevenir ataques DDoS, sino también para mantener a salvo nuestros datos privados como nuestras tarjetas de débito o crédito, contraseñas de acceso del correo electrónico y muchos otros, consolidándose como una de las herramientas de ciberseguridad ideales no solo para los gamers, sino también para los usuarios de internet en general.