Las empresas colombianas que integran la ciberseguridad en su estrategia desde el inicio no solo reducen riesgos, sino que generan ventajas competitivas, impulsan la innovación y fortalecen la confianza del mercado.
La ciberseguridad ya no es únicamente un mecanismo para proteger activos digitales: es una herramienta estratégica para crear valor, transformar negocios y consolidar la reputación empresarial. Así lo señala el más reciente estudio global de EY, Global Cybersecurity Leadership Insights, que presenta el concepto de Secure Creators: organizaciones que utilizan la ciberseguridad no solo para proteger, sino para acelerar la innovación, mejorar la competitividad y ganar cuota de mercado.
En Colombia, este enfoque cobra especial relevancia, puesto que, la acelerada adopción de inteligencia artificial, el crecimiento del comercio electrónico, la digitalización de servicios públicos y privados y la expansión de cadenas de suministro globales han elevado la superficie de ataque.
El nuevo perfil del CISO: de técnico a estratega de negocio
El estudio muestra que el CISO (Chief Information Security Officer) ha dejado de ser únicamente un especialista técnico para consolidarse como un actor estratégico dentro del C-Suite y las Juntas Directivas. Su rol ya no se limita a proteger activos digitales, sino que contribuye directamente a la creación de valor y a la toma de decisiones de negocio.
En Colombia, el estudio de EY sobre Prioridades de las Juntas Directivas 2025 revela que la innovación y las tecnologías emergentes ocupan la prioridad número 2 para las juntas este año, mientras que la ciberseguridad y la privacidad de datos se ubican en la posición número 8. Esta diferencia evidencia una oportunidad clara: integrar la ciberseguridad como un habilitador que hace posible esa innovación de manera segura y sostenible.
De hecho, el 95% de las juntas prioriza el uso de IA para capturar oportunidades de mercado y mejorar la eficiencia interna. El reto está en garantizar que cada nuevo modelo de IA se diseñe con seguridad desde el inicio. Integrar al CISO en estas discusiones estratégicas permite anticipar riesgos asociados a puertas de conexión abiertas entre sistemas (APIs), datos sensibles mal gestionados o integraciones tecnológicas frágiles, y transformarlos en capacidades de resiliencia.
La pregunta clave para las organizaciones ya no es si deben invertir en IA o en ciberseguridad, sino cómo alinear ambas apuestas para construir entornos confiables, competitivos y preparados para el futuro.
IA segura desde el núcleo
La GenAI y los agentes de IA que interactúan con múltiples aplicaciones incrementan exponencialmente la complejidad y el riesgo. La seguridad no puede añadirse al final; debe integrarse desde el entrenamiento, pasando por la validación de datos, los controles de acceso, la gestión de identidades y el monitoreo posterior al despliegue.
Cada etapa del ciclo de vida de la IA debe contar con un mapa de riesgos, mecanismos de defensa activa y capacidad de respuesta ante incidentes.
De la transformación digital segura a la competitividad regional
Los Secure Creators destacan por integrar la seguridad de forma transversal, no como un departamento aislado. Esto significa que áreas como innovación, operaciones, marketing y cadena de suministro trabajan junto con los equipos de ciberseguridad para diseñar procesos y productos seguros desde el origen.
En Latinoamérica, y particularmente en Colombia, este enfoque es vital para:
• Proteger cadenas de suministro globales ante un aumento de ataques a proveedores y terceros.
• Cumplir con regulaciones cada vez más exigentes en materia de protección de datos y privacidad.
• Impulsar la adopción de IA y automatización sin exponer información crítica.
• Fortalecer la confianza de consumidores e inversionistas, un factor diferenciador en mercados altamente competitivos.
Del riesgo a la oportunidad
Los datos del Global Cybersecurity Leadership Insights revelan que el 73 % de los Secure Creators espera que su capacidad de generar valor a partir de la ciberseguridad aumente en los próximos años, comparado con el 44 % de organizaciones menos maduras.
En Colombia, donde la digitalización está estrechamente ligada a la internacionalización de negocios, este salto de madurez es crucial para atraer capital, escalar operaciones y mantener la reputación en entornos volátiles.
“Colombia vive un momento clave: las organizaciones que ven la ciberseguridad como una palanca de crecimiento están mejor preparadas para innovar, atraer inversión y ganar confianza. Los líderes del mercado ya no preguntan ‘¿cuánto nos cuesta la ciberseguridad?’, sino ‘¿cuánto valor genera?’”, afirma Gustavo Díaz, Socio Líder de Servicios Financieros de EY Colombia y Líder en Ciberseguridad para el sector financiero en EY Latinoamérica.
Oportunidad para el país
La integración estratégica de la ciberseguridad puede convertir al país en referente regional en la exportación de servicios digitales confiables y seguros. Sectores como fintech, healthtech y comercio electrónico, que crecen a doble dígito en el país, tienen la oportunidad de diferenciarse globalmente no solo por su innovación, sino por la seguridad incorporada en su ADN empresarial.
Aunque el estudio es global, menciones específicas a Colombia o Latinoamérica no están presentes. Sin embargo, la relevancia es clara para la región: empresas en crecimiento que adoptan IA, expanden sus operaciones digitales y participan en cadenas de suministro globales pueden beneficiarse enormemente incorporando estas prácticas.
En países como Colombia, donde la transformación digital avanza rápido, la incorporación temprana del CISO y un enfoque estratégico en ciberseguridad pueden ser decisivos para acelerar la confianza, la innovación y la competitividad regional.
“La ciberseguridad dejó de ser un gasto tecnológico para convertirse en una inversión estratégica. Las empresas que la integran desde el diseño de sus modelos de negocio no solo reducen vulnerabilidades, sino que también crean ecosistemas de confianza que potencian la innovación, facilitan la internacionalización y consolidan la competitividad de Colombia en la región”, concluyó, William Cifuentes, Socio de consultoría en servicios de financieros, de EY Colombia.