Según estimaciones de la ONU, se espera que más del 68% de la población mundial viva en núcleos urbanos para el año 2050.
Las metrópolis enfrentan el reto de avanzar hacia un modelo inteligente que garantice no solo una operatividad permanente, sino la calidad de vida de sus habitantes. Para ello, es necesario realizar un ejercicio de prospectiva riguroso que involucre la participación tanto de gobiernos como de entidades públicas y privadas.
Según estimaciones de la ONU, se espera que más del 68% de la población mundial viva en núcleos urbanos para el año 2050. Una situación exige la implementación de nuevas tecnologías que respondan satisfactoriamente a los estándares de las ciudades que hoy son consideradas como modernas e inteligentes.
Para el CINTEL (Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnologías de la Información y las Comunicaciones), una ciudad se considera inteligente cuando adopta soluciones intensivas en TIC y desarrolla la capacidad de crear, recopilar, procesar y transformar la información para mejorar sus procesos y servicios, elevando así la calidad de vida de sus habitantes.
“La digitalización cumple un rol fundamental en la consolidación de las ciudades inteligentes. Es un elemento que continúa transformando la manera en que interactuamos con el entorno urbano y mejorando la calidad de vida de los ciudadanos. La integración de tecnologías optimiza la gestión de recursos como la energía y el agua, fortaleciendo también la infraestructura y promoviendo la sostenibilidad.” afirma Daniela Mora, directora de la Unidad de Digital Energy para el Clúster Andino en Schneider Electric.
Avanzando hacia un modelo de ciudad inteligente
Con la adopción tecnológica, las ciudades pueden afrontar la urbanización, la eficiencia operativa, creando entornos más seguros, eficientes y habitables para sus habitantes. En ese sentido, Schneider Electric ofrece elementos a considerar por las administraciones locales que permiten a las metrópolis avanzar hacia sistemas operativamente estables y eficientes:
1. Gestión inteligente de la energía. La gestión inteligente de la energía es crucial para controlar la disponibilidad, uso y calidad de los recursos en ciudades digitalizadas. La digitalización permite monitorear sistemas eléctricos, como climatización e iluminación, ahorrando costos operativos.
EcoStruxure es una plataforma avanzada que gestiona el alumbrado y otros sistemas críticos en edificios, mejorando significativamente la eficiencia energética y previniendo sobrecargas eléctricas. En edificaciones públicas y privadas, como hospitales, los sistemas digitalizados de gestión de energía y climatización proporcionan actualizaciones y alertas en tiempo real. Esto asegura un servicio continuo, optimiza el confort de los ocupantes y maximiza la eficiencia operativa.
2. Soluciones sostenibles con el medio ambiente. Según el Ministerio de Ambiente y Desarrollo en Colombia, las ciudades generan el 77% del PIB, dependen principalmente de la energía hidroeléctrica y producen el 45% de las emisiones de GEI. Este es un momento clave para impulsar proyectos de descarbonización. Prácticas como el reciclaje y el uso de materiales reutilizables serán fundamentales, y es necesario que todos adopten este estilo de vida sostenible.
3. Romper la brecha tecnológica. La pandemia no solo detuvo temporalmente el desarrollo de las ciudades inteligentes, sino que también catalizó una aceleración en la innovación tecnológica. Las restricciones y desafíos urgentes impulsaron a las ciudades a adaptar rápidamente sus infraestructuras y servicios, fomentando la creación de dispositivos interoperables y la integración de tecnologías emergentes como el IoT y la inteligencia artificial. Esta necesidad de adaptación forzada permitió a las ciudades reevaluar y acelerar sus estrategias tecnológicas, avanzando en la gestión urbana y la sostenibilidad.
Este período de crisis demostró que la innovación puede prosperar incluso en circunstancias difíciles, rompiendo la brecha tecnológica de manera inesperada. Las soluciones desarrolladas durante la pandemia destacaron la importancia de una infraestructura tecnológica adaptable, subrayando cómo la adversidad puede ser un catalizador para el progreso en las ciudades inteligentes.
Hoy en día, las administraciones locales priorizan la innovación e integración de tecnologías para establecer entornos inteligentes en las metrópolis. La inversión en infraestructura digital, la expansión de redes inteligentes y el compromiso con la sostenibilidad son esenciales para garantizar que las ciudades sean eficientes, resilientes y habitables.