Claves para protegerse ante la revolución de los pagos no presenciales y las tarjetas sin contacto

Según reportes de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico, durante 2020 el e-commerce tuvo un crecimiento del 11 por ciento cada semana, en los momentos más críticos de confinamiento, y para 2021 se proyecta un incremento mayor al 16 por ciento. Frente a lo cual también se han disparado los fraudes electrónicos.

Con la llegada de la pandemia, todos los servicios y establecimientos se vieron obligados a desarrollar herramientas y entornos digitales para disminuir el contacto ante cualquier transacción. Las tarjetas de crédito y débito sin contacto ayudan a lograr este objetivo.

Sin embargo, para Vesta, líder mundial en prevención de fraude digital y mejoras en la aprobación de transacciones, existen peligros inherentes a las tarjetas sin contacto y al uso de los pagos no presenciales. Por lo que no hay duda de que las tarjetas sin contacto son muy útiles y prácticas, pero ¿son completamente seguras?

Las cifras son contundentes, durante la pandemia de COVID-19, el fraude con tarjetas de crédito y débito se ha disparado. Aunque estos plásticos inteligentes y, al parecer muy seguros, para compras sin contacto tienen un chip de identificación de frecuencia, incrustado, que proporciona comunicación inalámbrica para identificar la tarjeta y generar códigos de un solo uso en cada compra, según la firma de análisis de crédito TransUnion, tres de cada 10 colombianos han sido víctimas fraudes digitales y además evidencia que los  intentos de fraude digital en Colombia crecieron 206 por ciento en medio durante el primer año de pandemia.

En esto, usuarios y empresas están expuestos por igual, de acuerdo con The Nilson Report (enero 2021), los emisores, comerciantes y adquirentes que procesan pagos con tarjeta de sus clientes gastan mucho para protegerse del fraude con tarjetas no presentes, el cual representa 54% de todas las pérdidas por fraude a pesar de que este tipo de compras representan menos del 15% de todas las ventas facturadas con tarjetas.

“Pueden ocurrir falsos positivos en el procesamiento de estas transacciones con tarjetas no presenciales; esto significa que se activa una sospecha de fraude y se rechaza la transacción por error. Las empresas de tarjetas utilizan sistemas automatizados de detección de fraudes basados en las actividades y los patrones de los usuarios. Esto puede causar el bloqueo de la cuenta y aumentar la insatisfacción del cliente”, señala Oscar Bello, vicepresidente senior de ventas para América Latina en Vesta.

Hoy en día, el comercio electrónico representa en 8,5% del PIB en Colombia y el país cuenta con cerca de un 23% más de compradores en línea, según la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico, por esta razón, Vesta, líder mundial en prevención de fraude digital y mejoras en la aprobación de transacciones, da a conocer algunos riesgos de las tarjetas sin contacto y los pagos con tarjeta no presente para que los negocios estén preparados.

1. Conozca a su cliente: La aplicación de prácticas alrededor del (Know Your Customer, por sus siglas en inglés, KYC) ayuda a combatir el fraude. Estos procedimientos crean importantes puntos de control para garantizar que se trata de una identidad del mundo real. Esto filtra y detecta identidades sintéticas.

2. Use inteligencia artificial: ciertas protecciones para procesamiento de pagos con tarjetas de crédito ahora utilizan métodos de aprendizaje automático. Esto aumenta la detección de fraudes con tarjetas de crédito en transacciones en línea, pues el sistema analiza los detalles de compra de clientes anteriores y crea patrones fraudulentos de comportamiento.

3. La seguridad siempre es importante: los controles que han generado reconocidas franquicias como MasterCard o Visa, por mencionar algunas, reduce el riesgo de fraude y el uso de tarjetas falsificadas. No se puede olvidar que los sistemas de pago sin cifrado dejan los datos de la transacción más accesibles a los ladrones.

4. Perfilar al usuario de tarjetas: con estrategias que puedan clasifican a los titulares de las tarjetas, según sus líneas de comportamiento y uso permitirá la detección rápida de patrones de transacciones fraudulentas. Al mismo tiempo, la observación continua del comportamiento del cliente agrega más datos para aumentar la precisión.

A medida que aumentan las transacciones de comercio electrónico y sin contacto, las empresas deben anticiparse, actualizarse y mantenerse a la vanguardia, por lo que resulta indispensable comprender los riesgos y alcances de las tarjetas sin contacto o las ventas no presenciales.