Las innovaciones no solo se encuentran en los productos y servicios, sino también en la forma en que los adquirimos y los comercializamos. Desde la digitalización de las compras hasta la reinvención de los modelos de negocio.
En el Día Internacional de la Felicidad, es esencial subrayar cómo la innovación tiene un impacto directo y poderoso en nuestra felicidad diaria.
Estamos hablando demasiado de innovación, pero ¿Realmente sabemos qué es y cómo impacta en nuestras vidas? Según el Manual de Oslo, innovar es utilizar el conocimiento, y generarlo si es necesario, para crear productos, servicios o procesos, que son nuevos para la empresa, o mejoran los ya existentes, consiguiendo con ello un éxito en el mercado. Es decir que la innovación no solo simplifica nuestras vidas, sino que las transforma para promover bienestar.
Desde las plataformas de streaming hasta las aplicaciones de transporte y las soluciones de energía renovable, la innovación ha tejido su influencia en nuestra rutina diaria, lo que nos lleva a un punto crucial. Estos avances no solo proporcionan comodidad, sino que también despiertan una sensación de alegría y satisfacción al mejorar nuestra calidad de vida de maneras que ni siquiera podríamos haber imaginado. Así que, en vísperas del Día Internacional de la Felicidad el próximo 20 de marzo, es oportuno recordar cómo la innovación ha jugado un papel fundamental en nuestro bienestar diario.
«La innovación mantiene el mundo en movimiento, resuelve desafíos y hace realidad nuevas posibilidades. Desde mantener los autos más frescos y los hogares más cálidos hasta ayudar a los teléfonos ‘inteligentes’ a hacer honor a su nombre«, explica Alexi Wiedemann, gerente de Innovación y Desarrollo de BASF para la Región Andina. «Desde BASF sabemos que la química está detrás de gran parte de la innovación fundamental en la calidad de vida y el futuro sostenible que todos soñamos«.
Es sorprendente como productos que satisfacen necesidades cotidianas son una realidad gracias a robustos esfuerzos en términos de investigación y desarrollo, por ejemplo, la fragancias con perfiles olfativos únicos que podemos encontrar en productos tan convencionales como la crema dental o el jabón del baño. O materiales de alta tecnología como la industria de los colchones que mejoran la calidad del sueño y la comodidad de los usuarios, contribuyendo así a un descanso más reparador y revitalizante, promoviendo la felicidad y el bienestar de las personas.
«La innovación no se limita a las últimas tecnologías; va más allá, buscando hacer lo simple extraordinario«, añade Wiedemann. ¿Qué es la innovación sino el paraguas plegable, diseñado para protegernos de la lluvia y fácil de guardar cuando no se necesita?. En definitiva, la innovación impulsa un nuevo paradigma donde la experiencia del cliente es la prioridad y la fuerza impulsora detrás de muchas de las experiencias que nos hacen sentir más felices en nuestro día a día.