¿Cómo deben prepararse las escuelas para continuar con la formación académica de los estudiantes?

Por: Mario Sanchez, Mario Sánchez, director de Latinoamérica de D2L

Aunque nadie lo imaginó ya estamos en emergencia por el COVID-19. En estas situaciones algo que olvidamos hacer, incluso como adultos, es buscar a los expertos y la mejor forma de hacerlo es prestar atención a lo que dicen los especialistas en salud pública: “hay razón para preocuparse pero no para caer en pánico”.

Ya no está en duda si el virus se propagará sino cómo debemos protegernos para reducir al máximo el riesgo de ser uno de los infectados. Aun así, todos estamos en riesgo.

Al momento de escribir este texto, la enfermedad había aparecido en la mayoría de países del mundo, con 132,758 enfermos y 4,955 muertos a nivel global. Se trata pues de una pandemia global que puede agravarse durante los próximos meses.

Las acciones para evitar la propagación son claras y realmente muy sencillas: lavarnos las manos durante 20 segundos, toser en la parte interna del antebrazo y evitar las multitudes.

Nuevamente se debe decir que entrar en pánico es la peor de las acciones que debemos realizar. Solo debemos seguir con nuestras vidas, adaptándonos a las limitaciones durante el periodo de emergencia.

El gobierno ha ordenado que las escuelas de niveles básicos suspendan las clases por 30 días mientras que la mayoría de las universidades e instituciones de nivel medio y superior están anunciando que harán lo mismo. La realidad es que probablemente haya una pérdida importante en el tiempo de clases para nuestros jóvenes, con el propósito de proteger su salud y que estén seguros en casa.

Teniendo siempre como prioridad la salud de la población, el distanciamiento social no significa que los estudiantes deben dejar de aprender. Si tienen acceso a un sistema de gestión del aprendizaje en casa –y si las escuelas tienen una política y planes para continuar con las actividades educativas en línea- no hay razón para que los profesores no puedan publicar videos instructivos, tareas y pruebas con la expectativa de que los estudiantes hagan el trabajo en casa.

Muchas escuelas ya utilizan sistemas de gestión del aprendizaje. Lo que ahora deben hacer las instituciones educativas es utilizarlas de modo distinto e implementar sus recursos de educación a distancia existentes para ayudar a los alumnos a estudiar en casa.

Hoy necesitamos poner en práctica planes para reducir al mínimo el impacto en los estudiantes. Los días de aprendizaje digital permiten a los estudiantes seguir aprendiendo incluso si las escuelas se cierran durante días o semanas.

Los estudiantes pueden seguir aprendiendo incluso cuando la escuela esté técnicamente cerrada. Como lo ha dicho el gobierno, estos no son días de vacaciones así que este periodo se debe de aprovechar para practicar las lecciones vistas en los recientes días así como continuar con los planes de estudio que cada escuela y clase tengan.

Además, esto tiene grandes beneficios para los estudiantes. En primer lugar reduce la interrupción de sus rutinas, que puede provocarles demasiado estrés; en segundo lugar, los mantiene ocupados y; finalmente, les ayuda a desarrollar la resiliencia al demostrarles que las amenazas pueden manejarse a través de la preparación y acción racionales y bien pensadas.

Lo que necesitamos hacer ahora, como adultos y educadores, es buscar a los expertos. Necesitamos comenzar a aprender de inmediato de las escuelas que han implementado planes de contingencia para la educación a distancia. En este link hay mucha información sobre como las escuelas pueden enfrentar la situación de emergencia con un plan de continuidad educativa.