Hace ya dos años que el día a día de los empleados se vio interrumpido por una repentina contingencia, obligándolos a trabajar de manera remota y a automatizar algunas de sus tareas para mantener la continuidad del negocio. Convirtiendo a la automatización de procesos en una solución imprescindible para la productividad y rentabilidad empresarial.
Uno de los mayores beneficios de la automatización para las empresas es permitir a las personas realizar más tareas, de una mejor manera y más rápido. De tal forma que, en los próximos años, veremos cómo la automatización remodelará el mundo del trabajo, ofreciendo un potencial ilimitado a muchas profesiones y diferentes sectores de la economía. Como resultado, se crearán, perderán y reorganizarán puestos de trabajo, se reasignarán tareas, se desarrollarán nuevos procedimientos y se crearán nuevos modelos de negocio.
Queda claro que la transición a la automatización se anticipó y continuará a un ritmo mucho más rápido debido a factores como la escasez de mano de obra, avances tecnológicos y la falta de habilidades necesarias. Para estar preparadas para el futuro, las empresas deberán ser innovadoras y tener la capacidad de anticipar y aprovechar los principales cambios tecnológicos y laborales, mediante la búsqueda de equilibrio entre la tecnología y los colaboradores para simplificar el trabajo, elevar la productividad y la satisfacción.
Cegid, en América Latina Cegid Meta4 destaca que a medida que las empresas comiencen a considerar la implementación de la automatización para transformar todos los procesos del negocio, incluso los más inusuales o complejos, los líderes de Recursos Humanos deberán identificar la mejor manera de preparar a la fuerza laboral para el futuro del trabajo y establecer las condiciones adecuadas para alentar al talento a volver a capacitarse, actualizarse y adquirir las habilidades necesarias para afrontar nuevos retos.
Los trabajos del futuro serán aquellos que estén especializados o relacionados con las nuevas tecnologías y formas de trabajo, así como aquellos cuyas habilidades no puedan ser automatizadas. El futuro se vislumbra mejor para las ocupaciones que requieren trabajo cognitivo no rutinario.
La tecnología posibilitará concentrarse en tareas más complejas y estratégicas, de gran valor agregado, y que solo pueden realizarse manualmente.
Por su parte, las personas que deseen seguir formando parte del mercado laboral deberán desarrollar habilidades transversales como la resolución de problemas, capacidad de aprender rápidamente, creatividad e inteligencia social. Estas nuevas habilidades les permitirán mantenerse actualizados ante las nuevas demandas laborales.
En este nuevo mundo laboral, las áreas de RR.HH. deberán enfocarse en convertir a los empleados en actores de su empleabilidad, que estén dispuestos al aprendizaje, desarrollo y mejora continuos. La tecnología será de gran ayuda para este departamento, mediante la cual puedan consolidar toda la información de su talento en tiempo real e identificar sus habilidades, ambiciones y motivaciones. Además de poder sugerirles las mejores oportunidades de trabajo disponibles internamente, con base en los requisitos y la información dentro de su perfil de talento, permitiéndoles solicitar un puesto con un solo clic y seguir el progreso de su solicitud.
Dada la importancia de los profesionales de Recursos Humanos en la transformación empresarial, es recomendable comenzar por la automatización de su liderazgo, que contribuya a crear una cultura de aprendizaje continuo e integrando el aprendizaje, la experimentación y la práctica en el lugar de trabajo en los programas de capacitación y desarrollo de talentos.
Cimentar sobre la inteligencia colectiva y fomentar la experimentación, el aprendizaje y el intercambio de habilidades y experiencias en el lugar de trabajo facilitará a RR.HH. construir la fuerza laboral del futuro.