¿Dónde estaban los códigos QR antes de llegar a la mesa de los restaurantes?

Los códigos QR resurgieron a ojos del consumidor durante la pandemia, porque se convirtieron en una herramienta para consultar el listado de productos o servicios de, casi todos, los establecimientos sin la necesidad de tener contacto físico con superficies ajenas que pudieran propagar el contagio de la enfermedad. Sin embargo, desde hace más de 10 años han sido ampliamente utilizados en la industria de la construcción.

Esta herramienta fue creada en 1994 por una subsidiaria de Toyota para optimizar la producción de autopartes, pero su masificación fue complicada porque antes de la llegada de los teléfonos inteligentes con capacidad de lectura QR, se requería instalar una aplicación externa lenta o que traía consigo algún virus cibernético.

Para el año 2012, la industria de la construcción había adoptado esta tecnología para hacer desde campañas de marketing hasta seguimiento del uso de materiales y herramientas. “El flujo de información en un proyecto de construcción es vital para que todos los implicados conozcan qué deben hacer, cuándo y dónde, así que los códigos QR se convirtieron en una herramienta para mantener la información actualizada y facilitar el trabajo en campo”, comentó Luis Herrera, director de Ventas para América Latina de Procore.

Por ejemplo, en un gran proyecto de construcción los códigos QR son utilizados por los trabajadores como una brújula, porque les permite ubicarse espacialmente en la construcción, conocer en qué etapa se encuentra cierta sección del proyecto, hacer seguimiento de las inspecciones de calidad y realizar arreglos donde sea requerido. Además, esta información puede ser actualizada al segundo, por los superintendentes de obra que cuenten con los permisos para hacerlo.

Constructores que adaptaron esta herramienta a su trabajo diario han reportado una reducción de hasta 15% en el tiempo necesario para administrar las listas de tareas. Además, aseguran que después de conocer los beneficios de los QR en el trabajo de campo, esta tecnología se ha convertido en un requisito para nuevos proyectos.

“Cuando inició la pandemia por COVID-19 la gente empezó a buscar soluciones para los nuevos desafíos de bioseguridad y se redescubrieron las ventajas de los códigos QR. Sin embargo, para la construcción significó una nueva adaptación de una tecnología que ya hacía parte del sector”, concluyó Herrera.