Durante el primer trimestre del 2021 el e-commerce en Colombia tuvo un crecimiento del 44,3% con respecto a las ventas en línea del mismo período en el 2020.
La omnicanalidad marcará la tendencia dentro de las compras online en un momento en el que las tiendas aspiran a integrar experiencias físicas y digitales.
La pandemia trajo consigo una serie de medidas que tomaron por sorpresa a diferentes sectores de la industria. Entre ellas, el confinamiento, probablemente la situación que mayores estragos produjo a nivel económico, obligando a una gran mayoría de compañías a dar un salto rápido a la transformación digital, y en algunos casos de forma improvisada. Sin embargo, fue un impulso para que tanto consumidores como negocios, descubrieran que son más las ventajas que los contras.
El primer año bajo la denominada “nueva normalidad” ha dejado en claro que las empresas que cuentan con tecnología confiable y eficiente en sus operaciones son más competitivas. Mientras que a nivel mundial se vive un renacimiento del comercio electrónico -que solo en este año registra un crecimiento del 44%- somos testigos de la disminución de prácticas tradicionales al momento de adquirir un producto. Una de ellas, por ejemplo, es el uso de dinero en efectivo que ha registrado una caída del 61%, de acuerdo con reportes de Minsait Payments
Este panorama, solo refuerza la idea que los negocios deben responder a un consumidor al que ya no le gusta contar con dinero físico y que confía cada vez más en los canales digitales para completar una transacción.
De acuerdo con la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico (CCCE) en el primer trimestre de este año, el e-commerce en Colombia vio un crecimiento del 44,3% con respecto a las ventas en línea del mismo período del 2020. De esta forma, al finalizar el año el Gobierno Nacional espera llegar a 290 millones de transacciones digitales, superando la cifra del 2020 que se ubicó en 222 millones. Mientras que para 2022, según proyecciones de Americas Market Intelligence (AMI), el mercado del comercio electrónico podría llegar a vender más de USD 26 mil millones.
“Así las cosas, los canales digitales han pasado a un primer plano en la mente del consumidor y de las empresas. El desarrollo de las tiendas e-commerce ha roto las barreras espaciales y ahora las personas pueden comprar lo que quieran, en el momento que dispongan y bajo los criterios que más le convengan. Además, pueden escoger los productos que necesiten, al poder hacer comparaciones de precios y marcas, lo que las beneficia en ahorro de tiempo y dinero”, afirmó Sara Martínez, Business Developer director de Axiacore.
Sin embargo, los retos en esta materia son muchos. Los negocios que se transformaron o que están en el proceso, deben contar con múltiples opciones para sus clientes, en temas de sistemas de pagos y canales de transacciones. Es clave entender que el consumidor digital premia las experiencias únicas, y esta oportunidad se pierde cuando las empresas no le dan la importancia que merece.
Adicionalmente, temas como el de seguridad se vuelven indispensables, ya que de acuerdo con la Fiscalía General de la Nación solo en los primeros seis meses de 2021, se registró un total de 23.000 ataques cibernéticos. Desestimar esta situación, solo por mencionar algunos casos, podría amenazar los datos de los clientes, la reputación de la compañía y la sostenibilidad de la plataforma. Así las cosas, uno de los mayores desafíos para 2022 será lograr transmitir al cliente los principios de simplicidad, seguridad y efectividad en procura de garantizar una experiencia de compra satisfactoria.
Martínez agregó que: “ante esta realidad, el comercio electrónico profundizó la conveniencia que tiene para los clientes comprar desde cualquier lugar. Estamos en un momento en el que debemos recuperar la confianza de un consumidor que ahora es más digital, lo cual hace que las empresas que integren los canales digitales a su operación diaria logren acelerar su recuperación económica y garanticen su sostenibilidad para la próxima década”.
Aunque estamos atravesando un terreno fértil, en Colombia se hace evidente que aún hay un largo camino por recorrer. Para seguir impulsando el desarrollo de la industria del comercio digital es indispensable que se capacite más talento tech y se aumenten los incentivos para acceder a soluciones tecnológicas, así como prevalecer la inversión en la misma.