Aunque los sistemas ERP ya no son exclusivos de grandes corporaciones, pequeñas y medianas empresas en Colombia siguen creyendo que no son para ellas.
A pesar del crecimiento en la oferta de herramientas tecnológicas, cerca del 40 % de las pymes colombianas aún no han comenzado su transformación digital, según un estudio de la Andi. Una de las principales barreras: los mitos que persisten alrededor de los sistemas ERP (Enterprise Resource Planning).
Estos sistemas, diseñados para integrar procesos clave como contabilidad, inventario, ventas o compras en una sola plataforma, han sido históricamente asociados con altos costos, implementaciones complejas y estructuras rígidas. Sin embargo, el panorama actual del software empresarial y la evolución de las soluciones desmienten estas ideas preconcebidas.
“Los mitos alrededor del ERP no se sustentan en la tecnología actual, sino en experiencias pasadas y falta de información. Hoy existen soluciones accesibles y modulables que están ayudando a las pymes a operar con mayor eficiencia y a convertir la digitalización en una verdadera ventaja competitiva”, explica Mario Zuñiga, CEO de DrivErp y experto en transformación operativa empresarial.
En Colombia, las pymes representan cerca del 90% del tejido empresarial y generan más del 65% del empleo, según datos del DANE y Confecámaras. Su rezago en procesos de transformación digital no solo impacta su competitividad individual, sino también la productividad del país. Por eso, entender cómo algunas están logrando superar esas barreras, es la clave.
Casos como el de Agroz, una pyme del sector agrícola, reflejan esa transición. Luego de una implementación fallida con otro sistema, la empresa decidió buscar una alternativa más ajustada a su operación. En menos de dos meses logró consolidar todos sus procesos en una sola plataforma y eliminar los errores que afectaban su productividad. El resultado no fue solo técnico: la confianza en la digitalización creció dentro de la organización.
En otros sectores, como el de la salud, también hay señales de cambio. Annar, una comercializadora equipos y soluciones para diagnóstico clínico y de laboratorio con presencia regional, enfrentaba altos costos y duplicidad de tareas al trabajar con distintos sistemas. La unificación de sus procesos no solo optimizó su operación local, sino que permitió expandir su modelo a otros países. La clave, según voceros de la empresa, estuvo en adoptar una solución escalable y en capacitar al equipo desde el inicio.
Especialistas en tecnología empresarial coinciden en que la resistencia al cambio, la percepción de altos costos y el temor a la complejidad siguen siendo los principales frenos. Sin embargo, la experiencia muestra que involucrar al equipo, elegir soluciones adaptables y comprender los procesos internos son pasos que pueden marcar la diferencia.
Aunque no existe una receta única, los casos que han logrado superar estas barreras envían un mensaje común: un ERP ya no es una tecnología lejana ni exclusiva de grandes corporaciones. Es, cada vez más, una herramienta de supervivencia y crecimiento para empresas de todos los tamaños.