Alrededor del 34% de los empleos a nivel global dependen de servicios y condiciones ecosistémicas.
En Colombia el 25% de los empleos están directamente ligados a la estabilidad de los ecosistemas naturales y la estabilidad climática de forma directa.
Superar la barrera del aumento de la temperatura global en más de 1,5% tendría pesados efectos sobre el mercado laboral global, especialmente en sectores económicos fundamentales para países de ingreso medio que dependen de la agricultura, la construcción, la explotación de minerales, el sector manufactura y fuentes de energía fósil. El futuro de la empleabilidad de la próxima década estará marcado por la transición energética y los efectos poco predecibles del cambio climático. La economía circular y las nuevas plazas de empleo de la economía verde se quedan cortas frente a la afectación potencial de cerca del 34% del empleo global.
Las emisiones de gases de efecto invernadero, el aumento creciente de la deforestación, y el uso de fertilizantes, entre otras causas, están generando un aumento acelerado de la temperatura global que materializaría sus consecuencias sobre las actividades de empleo realizadas al aire libre, el deterioro de las cosechas globales y la acidificación de los océanos. Todo lo anterior impactaría negativamente en el abastecimiento de alimentos, las cadenas de suministro y por supuesto el empleo.
De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), hay 3.300 millones de personas ocupadas, que en su gran mayoría dependen de actividades como la agricultura y manufactura, con el 26% y 15% respectivamente. El 22% corresponde a negocios administrativos y el 25% a comercio. A nivel nacional, de los 17,2 millones de población ocupada, alrededor del 18% está empleada por el sector primario.
El sector de la construcción tampoco es ajeno a las consecuencias del cambio climático, por su dependencia en las condiciones climáticas y su exposición a enfermedades laborales relacionadas con la polución, humedad y altas temperaturas. El 7% de la ocupación global depende de la construcción, así lo ha anunciado la OIT. En Colombia, del total de la población ocupada, se estima que el 7% labora en este sector.
Mandatarios de más 165 países firmaron el acuerdo de París de 2016 teniendo como primer compromiso la reducción de las emisiones contaminantes y la disminución del aumento de la temperatura global de 2°C. Como respuesta a este objetivo, es inminente la transición energética hacia la llamada economía verde que generará, entre otras cosas, el reemplazo de las plazas de trabajo que se perderían con la reducción de actividades de extracción y refinamiento de petróleo o extracción de carbón y gas natural. De esta forma, se avanzaría hacia el fortalecimiento de la industria de energías limpias y el crecimiento de la fabricación de vehículos eléctricos, por ejemplo.
Un cambio hacia una economía verde podría crear 24 millones de nuevos empleos en todo el mundo para 2030, si las políticas correctas se ponen en marcha, dice la Organización Internacional del Trabajo.
Según el estudio “Employment Impact of Climate Adaptation” de la OIT, el impacto será significativo si se tiene en cuenta que a nivel global el 34% de la ocupación es al aire libre y depende de condiciones ecosistémicas. El detrimento de estos activos tendrá una repercusión directa sobre la productividad y las plazas de trabajo disponibles.
El aumento acelerado de la temperatura global tendría además consecuencia sobre los trabajadores en campo, o al aire libre, con la aparición de enfermedades laborales como el Estrés por Calor. Según la OIT esta nueva condición podría generar pérdidas en términos de productividad de cerca de 80 millones de trabajos alrededor del mundo para 2030, o el equivalente a la pérdida de 2,2% del total de horas laborales actuales.
De acuerdo con Nicolás Corredor Medina, Gerente de Mercadeo, Sostenibilidad y Comunicaciones en Adecco Colombia, “las consecuencias del cambio climático se verán exacerbadas en países con niveles elevados de pobreza. Si a la ecuación sumamos las precarias condiciones laborales del sector no formal y el conflicto armado, vemos la necesidad de actuar a una mayor velocidad respecto a este tema.”
En países del G20 como China, Brasil e India el impacto del Cambio climático ya se manifiesta sobre la productividad laboral, en donde se han perdido entre el 2000-2015, más de 23 millones de años laborales anualmente.
Para Corredor, “el empleo como lo conocemos hoy ya se está transformando. Sin embargo, el cambio climático en 2030 puede tener un efecto muy superior al que el COVID tuvo sobre la economía actual y sus empleos. Ya no hablamos de prevención, debemos prepararnos para un panorama de mitigación y adaptación.”