Su carácter innovador está haciendo que conecte mejor con un público más amplio que otras opciones tradicionales.
Las FinTech son empresas que han unificado los conceptos de “Finanzas” y “Tecnología” para obtener una sinergia con lo mejor de los dos mundos. De esta manera, se consiguen agilizar muchos de los procesos existentes en el mundo financiero y propicia una experiencia más eficiente, que beneficia a los clientes en diversas variables, como la de los costes, que al ser más reducidos, redundan en menores comisiones para los usuarios. Su transparencia y su sencillez, además de la citada agilidad, son responsables de que se haya facilitado el acceso a los servicios financieros a gran parte de la ciudadanía.
Esto está ocurriendo en todo el mundo y, por supuesto, también es España. Con una sociedad cada vez más familiarizada con el entorno digital, las FinTech están encontrando la forma de llegar al gran público ofreciendo servicios como la gestión del patrimonio y las finanzas, la banca móvil, las inversiones, los pagos o el acceso a la financiación. Los usuarios encuentran en las FinTech comodidad, ahorro de tiempo, precios más competitivos y una cierta autonomía, además de una menor presión comercial en comparación con otras instituciones, como son los bancos.
Por otra parte, más allá de ser simples formatos digitales de las modalidades clásicas, estas empresas ofrecen innovación. Este espíritu innovador es, de hecho, una de sus principales siglas de identidad. La empresa NAGA, por ejemplo, concibió su servicio como algo global y novedoso para ir más allá de ser un portal de inversiones o ser una simple aplicación para trading de acciones; su objetivo ha sido el de convertirse en una plataforma de trading social, donde sus clientes contactan entre ellos para compartir experiencias y consejos, de forma mucho más parecida, en materia de dinamismo, a las formas de comunicación actuales, en contraposición a la rigidez y carácter estático y unidireccional de otras opciones.
En este aspecto, NAGA Trade es un ejemplo, en muchos sentidos, de cómo las FinTech se hacen un hueco entre los usuarios actuales. No se trata sólo de la innovación, sino también de la accesibilidad a la información, con gráficos actualizados y completos para la toma de decisiones y la posibilidad de moverse cómodamente por una aplicación pasando de unas herramientas a otras, como la formación en materia de inversiones, los distintos activos con los que operar, las noticias especializadas y otras tantas opciones. Este tipo de experiencia ha cautivado a un importante público que ha visto una opción democratizadora de las finanzas en estas FinTech.
La presencia de estas empresas en España es notable. Según el Banco de España, en septiembre de 2021 habían 677 FinTechs en este país operando; durante ese año, el ecosistema FinTech español tuvo una inversión de 542 millones de euros (un incremento de más de un 150% respecto del año anterior). La previsión es que este crecimiento sea mucho menor en este 2022, en gran medida por los ajustes de las valoraciones de algunas de estas compañías y porque dicha inversión, muy probablemente, se centrará en algunas fusiones de cara a que el mercado se actualice. Pero lo cierto es que los datos antes mencionados demuestran la fuerza que están cogiendo estas tecnológicas dedicadas a las finanzas en nuestro país.
Lo cierto es que su recepción en el mercado patrio ha sido muy positiva. Por un lado, algunas entidades tradicionales han cosechado una imagen bastante negativa los últimos años y su digitalización no ha satisfecho a todo el público. Por otro, el carácter innovador de las FinTech y su concepción del usuario como un sujeto activo, en lugar de un cliente al que hay que ejecutar sus necesidades, en combinación con un entorno amigable y completo, han propiciado que una parte de la sociedad esté dando el salto hacia estas empresas. Si bien es cierto que en muchas ocasiones es para cubrir sólo una de las áreas (inversión, asesoramiento, banca móvil, …) y se conserva su pertenencia a las entidades clásicas, como los bancos, el futuro, fusiones de FinTech mediante, puede llevar hacia un cambio de paradigma de bastante relevancia.