La empresa Huawei está siendo una de las principales víctimas de la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Unas tensiones comerciales entre las dos principales potencias mundiales que están ralentizando el dinamismo de la economía global, como ha señalado recientemente el Fondo Monetario Internacional (FMI). El presidente estadounidense, Donald Trump, situó al fabricante chino en el ojo del huracán el pasado mes de mayo, cuando declaró una emergencia nacional para prohibir a todas las empresas de su país la contratación de proveedores extranjeros, debido a un supuesto intento de espionaje industrial. Todo ello en plena guerra tecnológica con la carrera por el 5G de fondo. Además, la Casa Blanca incluyó a Huawei en la llamada Lista de Entidades, que restringe la capacidad de las empresas norteamericanas para vender partes y componentes a la compañía china.
El fundador de Huawei, Ren Zhengfei, ha señalado recientemente que la compañía se encuentra en un «momento de vida o muerte» debido a su inclusión en la lista negra del Departamento de Comercio de Estados Unidos. Una situación incómoda que ha provocado la suspensión de negocios por parte de Google, dejando a la firma china sin acceso a las actualizaciones de Android. A pesar de ello, Donald Trump ha concedido una nueva concesión al gigante tecnológico de otros 90 días para que siga haciendo negocios con las compañías estadounidenses. Una prórroga que no ha evitado la incertidumbre sobre el futuro de la compañía por este tipo de sanciones por parte de Estados Unidos, ya que ha experimentado un desplome en sus ventas en el mercado internacional de teléfonos inteligentes durante los últimos meses.
El futuro inmediato de Huawei depende de la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Sin embargo, la multinacional china se ha volcado en la investigación con el objetivo de garantizar su futuro, especialmente reduciendo la dependencia tecnológica de las empresas estadounidenses, ya que actualmente tiene que importar la mayoría de los productos intermedios básicos en su cadena de producción. De momento, la compañía ha presentado el chip Ascend 910, el procesador de Inteligencia Artificial más potente del mercado, y Harmony, su propio sistema operativo, una medida de prevención por si no puede seguir utilizando el sistema operativo Android en los nuevos terminales. Sin ir más lejos, un portavoz de Google afirmó a la agencia de noticias Reuters que la serie Huawei 30 Mate no podrá venderse con aplicaciones y servicios de Google debido al bloqueo del Gobierno de Estados Unidos.
En este agitado contexto, Ren Zhengfei ha señalado en una entrevista para la publicación inglesa The Economist que Huawei estaría pensando en vender su tecnología 5G a un competidor occidental. Una decisión con la que se rebajaría las tensiones entre el gigante chino y Estados Unidos, eliminando cualquier tipo de acusación de espionaje que pueda recaer sobre la compañía, ya que Donald Trump siempre ha temido que pueda hacerse con una gran cantidad de información sensible al consolidarse como proveedor de 5G en el país. De hecho, el presidente estadounidense reconoció que «la carrera por el 5G es una carrera que EEUU tiene que ganar”. En cualquier caso, la tecnología de Huawei, en la cual ha invertido 2.000 millones de dólares en investigación y desarrollo, estaría presente en todos los países, aunque bajo el paraguas de otra empresa.