Estrategias para que los padres promuevan la educación financiera en sus hijos

En este mes del Padre, se honra a todos los padres que no solo son héroes en la vida cotidiana, sino también maestros financieros para sus hijos. Y se reconoce que enseñar a los niños sobre el valor del dinero y la importancia del ahorro y la inversión son lecciones invaluables que perdurarán toda la vida.

La educación financiera debe ser una prioridad en el hogar ya que según una investigación realizada por el Tiaa Institute, se encontró que los hogares con escaso conocimiento financiero enfrentan desafíos significativos en su vida cotidiana en comparación con las familias que sí tienen algún tipo de educación financiera. Según la investigación, el primero tipo de hogar presenta seis veces más probabilidades de luchar para llegar a fin de mes, tres veces más probabilidades de no poder pagar sus deudas, cinco veces más probabilidades de no contar con suficiente dinero para los gastos esenciales mensuales y cuatro veces más probabilidades de pasar más de 10 horas por semana lidiando con problemas financieros.

Jose Ibarra, Chief Product Officer de tyba por Credicorp Capital considera que el ahorro es más que solo acumular dinero, es una mentalidad y un conjunto de hábitos que pueden marcar una gran diferencia en la vida de los niños. “Al brindarles las herramientas necesarias a nuestros hijos para tener una relación sana con el dinero, aprendiendo a administrarlo de manera efectiva, estamos empoderándolos para que en un futuro puedan tomar decisiones financieras adecuadas para sus necesidades y alcanzar sus metas a largo plazo.»

Por ese motivo, en este mes de celebración, tyba por Credicorp Capital comparte algunas estrategias creativas para ayudar a los padres a guiar a sus hijos hacia una educación financiera más sólida.

Jugar para aprender

El aprendizaje a través del juego es una herramienta óptima para enseñar a los niños sobre el manejo del dinero y el ahorro. Los juegos transforman lecciones financieras en experiencias divertidas y fáciles de entender, permitiendo que los niños apropien conceptos importantes de manera natural.

Tres juegos en particular destacan: «La carrera del ahorro», donde los niños compiten por alcanzar metas financieras mientras aprenden disciplina y resistencia; «Monopoly», que enseña sobre administración del dinero, inversión y decisiones financieras estratégicas; y «Cazadores de tesoros», una emocionante búsqueda que promueve la planificación financiera y la satisfacción del ahorro responsable a través de pistas y recompensas. Estos juegos no solo son entretenidos, sino también educativos, ofreciendo una forma divertida y participativa de hablar sobre la importancia del ahorro, la planificación financiera y la toma de decisiones inteligentes.

Estrategias para ahorrar

Además de los juegos, hay estrategias específicas para enseñar a los niños sobre el ahorro y la planificación financiera desde temprana edad, proporcionándoles una base sólida en educación financiera para su futuro. Fomentar el ahorro a corto plazo mediante la fijación de metas, el uso de alcancías caseras y la comparación de precios antes de comprar, junto con enseñarles a reflexionar sobre sus gastos y a ahorrar la diferencia, son prácticas clave. Por ejemplo, se puede realizar una dinámica de pintar una alcancía para ahorrar una parte o todo el dinero que reciben los hijos del “ratón Pérez”.

Consejos para maximizar la educación financiera

Los juegos son una valiosa herramienta para enseñar a los niños sobre estrategias de ahorro, pero su eficacia se maximiza al adaptarlos a la edad y nivel de comprensión de los niños. Es crucial que las reglas y conceptos sean apropiados para su desarrollo. Al iniciar un nuevo juego o actividad, fomenta la participación activa y la toma de decisiones financieras autónomas, lo que les permitirá internalizar mejor los conceptos. Al finalizar cada actividad, es importante dedicar tiempo a reflexionar sobre las lecciones aprendidas, preguntándoles cómo pueden aplicar lo aprendido en la vida real.

Otra manera de maximizar la apropiación de conceptos en etapas tempranas es a través de la lectura. Leer con los hijos es un hábito muy beneficioso para su desarrollo, y hoy en día existen libros ilustrados que explican temas complejos de manera sencilla, con temáticas tan amplias como el dinero, las finanzas, el ahorro, la inversión e, incluso, la inflación. Por ejemplo, algunos son: “Mon y Nedita” de Montse Junyet, “¿Dónde crece el dinero?” de Laura Mascaró y “El día que Pedro quiso una bicicleta” de Juan Carlos González Ibargüen y Paola Aguirre.

La educación financiera desde temprana edad es fundamental para empoderar a nuestros hijos con las habilidades necesarias para manejar su futuro económico de manera responsable. Al inculcarles conocimientos financieros básicos, no solo fomentamos hábitos saludables de ahorro e inversión, sino que también contribuimos a reducir las brechas y barreras de acceso a una educación financiera de calidad. Estas estrategias no solo preparan a los niños para enfrentar los desafíos económicos de la vida adulta, sino que también promueven una sociedad más equitativa y financieramente inclusiva.