El 47% de los colombianos ha usado por lo menos un aplicativo para concretar una cita en medio de una modalidad de fraude que ha aumentado 243% en el último año.
Este año, Netflix lanzó a nivel mundial el documental “El estafador de Tinder”, que cuenta las historias de varias mujeres que fueron víctimas de una sofisticada estafa por medio de esta popular app de citas. El estafador utilizó la misma táctica con cada una de las víctimas: se hizo pasar por una persona multimillonaria con enemigos muy poderosos, para lograr así, después de meses de conquistarlas por medio de mensajes románticos y salidas con muchos lujos, fingir un ataque de sus enemigos por lo que no podía acceder a sus cuentas bancarias y de esta manera pedirles grandes sumas de dinero con la promesa de devolverlo, para después desaparecer.
Este no es el único caso en el mundo de una estafa de este tipo. En Estados Unidos, de 2016 a 2020, las pérdidas por estafas románticas aumentaron cuatro veces según la Federal Trade Commission, pero este número podría ser aún mayor debido a que el estigma que representan las estafas románticas hace que esta modalidad de delitos en el entorno digital no se denuncien.
Saúl Olivares, presidente comercial de Featurespace en América Latina, explicó que al no denunciar, la mayoría de las personas desconocen la verdadera amenaza que representa este tipo de fraude. “Con mayor razón la sociedad debe abrir una conversación honesta y libre de juicios sobre las estafas románticas, porque son constantes y están arruinando la vida de personas inocentes. Cualquiera de nosotros podría convertirse en víctima si no somos conscientes de la amenaza”, argumentó el vocero de la compañía.
El especialista de Featurespace detalla que la clave para que los estafadores ‘románticos’ aprovechen la vulnerabilidad de las personas es buscar esa conexión sentimental, lo que permite a los objetivos bajar la guardia y ser víctimas de esa manipulación psicológica necesaria para llevar a cabo el ataque fraudulento. Es por eso que cada uno de nosotros debe estar atento, comprender los riesgos y tener empatía por las personas que han sido tan traicionadas.
Según el estudio “Percepciones y usos de internet” del Centro Nacional de Consultoría, en Colombia, el 47% de los colombianos ha usado alguna aplicación de citas y de esa cifra, el 83% ha llegado a concretar un encuentro fuera del espacio virtual.
Además, de acuerdo con el estudio más reciente de TransUnion, el catfishing ha crecido en Colombia un 243%, cifras comparadas con los últimos cuatro meses del 2020 y los primeros cuatro de 2021. La gravedad de estas estafas es que no solo roban dinero, también datos personales para suplantar identidades
De acuerdo con el grupo Society of Citizens Against Relationship Scams (SCARS) un «te amo» oportuno de un estafador puede inundar el cerebro de una víctima con hormonas y hacer que todas sus defensas bajen, ese cóctel de químicos en el cerebro provoca un cortocircuito en muchas de nuestras defensas intelectuales naturales. Pero esto no es amor en el sentido más puro, es una manipulación magistral.
Es por eso que las instituciones financieras también deben invertir en tecnología que pueda anticipar y prevenir todo tipo de estafas, románticas o de otro tipo, diseñando mensajes honestos y empáticos respaldados con herramientas para burlar a los delincuentes financieros.
Featurespace propone una serie de recomendaciones para evitar este tipo de estafas y abrir así la conversación de este tema que es difícil de abordar pues conlleva un sentimiento de vergüenza o estigma. Pero hablando de la problemática en sí es justo como esos estigmas desaparecen y se alejan de cualquier sentido de juicio o vergüenza.
• El primer punto es deshacerse de la idea de que las víctimas son personas solteras o con sentimiento de soledad. Los estafadores preparan y manipulan a todo tipo de personas. Sin embargo, el victimismo real, la traición y el robo, pueden hacer que una persona se sienta increíblemente sola.
• Después es importante arrojar luz sobre cómo se desarrollan estas estafas. Cada estafa tiene sus patrones, y las estafas románticas no son diferentes. Como señala la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos en su guía, un estafador romántico puede hacerse pasar por un trabajador petrolero en alta mar, un soldado o un médico en una organización internacional. El estafador luego tejerá una historia sobre cómo necesita dinero para un boleto de avión, para un rescate o para un procedimiento médico. Cuantas más personas puedan reconocer los patrones de fraude, menos efectivas serán esas estafas.
• Resiste el alarmismo. Organizaciones bien intencionadas y conocedoras del tema insisten en que las personas en las aplicaciones de citas no deben compartir demasiada información personal y apretar los frenos cuando salten chispas, antes de que sea tarde. Si bien se requiere una vigilancia responsable, hay un mensaje oculto allí que dice: «Bueno, tal vez deberías haber tomado las cosas un poco más despacio». Evitemos cualquier mensaje que culpe a la víctima. Digamos NO a la revictimización.
El papel de las instituciones financieras
Las instituciones financieras se encuentran en la posición única de poder ayudar a las personas a través de la educación y salvaguardar las cuentas. Se trata de ayudar a los clientes a comprender el riesgo que implica cuando conocen personas a través de aplicaciones de citas (o en Instagram, o mientras juegan). Los consejos para interacciones en línea más seguras pueden ser útiles, y AARP tiene algunos de ellos, que incluyen:
• Hacer una búsqueda de imágenes de Google con la foto de una persona para ver si alguien más la ha usado antes.
• Copiar y pegar los correos electrónicos del “coqueteo” en una búsqueda de Google para ver si es un guión.
• Abstenerse de enviar fotografías íntimas que puedan usarse para una estafa o extorsión.
A menudo, la guía para evitar estafas románticas incluye un consejo para nunca enviar dinero a alguien. Pero como se indicó anteriormente, las manipulaciones de un estafador harán que la solicitud de dinero parezca razonable. Es lo que han estado construyendo después de todo. A las víctimas en esa etapa de la relación les resultará increíblemente difícil decir «no» a esa solicitud.