Flujo de Caja, un indispensable para las Pymes latinoamericanas

América Latina es una región que ha sufrido las consecuencias económicas que ha traído el Covid-19 y, según el FMI, se estima un decrecimiento en la región del 5.2%. Las más afectadas ante la situación han sido las Mipymes, éstas que representan el 99% de empresas formales de la región, se encuentran en una situación compleja y la crisis puede hacer que estas tomen decisiones que no les ayuden a entender las obligaciones que se tienen con colaboradores, proveedores, regulaciones y entidades bancarias. Es aquí donde el flujo de caja toma relevancia. 

¿Qué es un flujo de caja?

El flujo de caja es un indicador de liquidez el cual representa las entradas y salidas de dinero efectivas que se dan en una empresa. Es importante tenerlo presente, ya que no todas las ventas representan una entrada de dinero y no todos los gastos representan una salida.

Para poder saber que efectivo corresponde al flujo de caja, se deben identificar a qué tipo pertenecen, existen tres tipos de flujo de caja según la Enciclopedia Económica:

• Flujo de caja operativo: Contiene los flujos que entran y salen de la empresa por concepto de sus operaciones o actividad comercial. En este flujo se encuentran los ingresos por ventas y los gastos por pago a proveedores.

• Flujo de caja de inversión: Son los ingresos y egresos que tiene la compañía de acuerdo a las inversiones que tenga. En este se reflejan los cobros que se tienen por activos no corrientes, así como los pagos que deben hacer. Se entiende también como el dinero que ha ingresado y egresado por concepto de una inversión.

• Flujo de caja financiero: Este contiene la cantidad de efectivo que ha ingresado por concepto de emisión de acciones o deuda y los egresos que se han tenido que realizar por concepto de pago de dividendos a los accionistas.

En el flujo de caja no se analizan las ganancias o pérdidas, sino el saldo de la empresa, información que se utiliza para la toma de decisiones.

Al respecto, Daniel Aterhortúa, CFO de Alegra.com, empresa de tecnología con soluciones de contabilidad, administración y facturación electrónica en la nube con más de 300 mil usuarios en Latinoamérica, comparte las siguientes recomendaciones de cómo mantener el flujo de caja ante la situación actual:

1. Analizar la situación de cada empresa

Lo primero que se debe hacer es un análisis de la situación actual de cada empresa, un llamado a la calma antes de entrar a decisiones que pongan en riesgo el negocio, como la de terminación de contratos. Preguntas como ¿cuál es la modalidad de trabajo? ¿cómo va tu cadena de suministro? ¿se necesita un ajuste de operaciones? ¿mis clientes pueden y quieren seguir consumiendo mis productos o servicios? son las primeras que se deben resolver.

2. Plantear escenarios y soluciones posibles

Después del análisis, lo ideal es el planteamiento de escenarios y soluciones posibles, pues mantener el flujo de caja ayudará a disminuir la incertidumbre y proyectarse ante cualquier situación posible. Para ellos se pueden tener las siguientes alternativas:

• Disminuir la inversión o redirigir esfuerzos de promoción. Revalorar cómo se puede llegar a los potenciales y actuales clientes reduciendo el costo de difusión, o inclusive sustituyendo por aquellos que no generen costo alguno. Aprovecha el contacto con tus clientes actuales para entender mejor cómo comunicarles tu oferta de valor.

• Disminuir las cantidades a producir para evitar caer en excesos de inventario y así controlar los costos variables.

• Reducir costos y gastos no necesarios para la operación de la empresa.

3. Tener presente los gastos prioritarios

Toda empresa tiene gastos prioritarios que son necesarios para que la operación no se vea afectada. Entre esos gastos están: salarios de colaboradores, pago a proveedores, seguridad social e impuestos. De acuerdo con el análisis y las situaciones que se vayan presentando se puede entrar a negociar con cada uno de los casos. En el caso de los impuestos, varios países de Latinoamérica ya han tomado medidas fiscales para mitigar el impacto en las Mipymes. En el caso de los colaboradores, se debe recordar que son fundamental para la operación del negocio, así como la buena relación con los proveedores.

4. Implementar una cultura de caja en la empresa

Si ya se ha analizado la situación, planteado los escenarios posibles y priorizado los gastos se va por muy buen camino para la construcción de una cultura de caja deseada, pero aún falta camino también se debe lograr que los días de cuentas por cobrar sean menores a los días de cuentas por pagar, así como fortalecer la relación con los bancos para seguir buscando alternativas para alivianar el flujo de caja. Ser estricto con los gastos y enfocarse en proyectos que tiene relevancia ante la situación ayudarán a una cultura de caja viable.