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Generar una cultura de equilibrio y confianza desde la virtualidad: desafío cada vez más importante para las empresas

Adaptarse al trabajo remoto o desde casa ha sido un proceso retador para empleados y organizaciones. SAS comparte algunas recomendaciones para lograr la anhelada desconexión en la virtualidad.

Poder trabajar desde la casa fue para muchos un sueño hecho realidad este año. No tener que salir y enfrentar el tráfico en las calles, ganar el tiempo que antes se iba en desplazamientos hasta la oficina, estar más cerca de la familia o disfrutar de las comodidades del hogar, es un escenario que a simple vista parece ideal. Pero lo que empezó como algo temporal, para muchos se ha transformado en un desafío. Trabajadores con alta carga laboral, con fatiga mental, baja en sus defensas, alteración en el sueño y reducción en la productividad son algunos de los perjuicios que ha traído el no poner suficientes límites y lograr desconectarse del trabajo remoto o en casa.

Persuadir a los empleados a que tomen vacaciones así ellos no lo hayan pensado o lo tengan planeado es una de las prácticas a las que están acudiendo las empresas para lograr la necesaria desconexión de los empleados por esta época.

“Muchos empleados quizá no tengan planeadas unas vacaciones en este momento porque todavía hay restricciones de viajes y tal vez no puedan ir a la playa o adonde les gusta ir. Una de las buenas prácticas que podría adoptar una empresa es la de analizar cada caso y acordar la toma de vacaciones así sea para quedarse en casa. Unas vacaciones para descansar, para pasar tiempo en familia o dedicarse tiempo uno mismo, pero que implique una necesaria desconexión del trabajo”, comentó Adriana González Díaz, Directora de Recursos Humanos para Canadá y Latinoamérica de SAS.

Mediante soluciones analíticas y servicios innovadores esta compañía, especializada en convertir los datos en conocimiento para tomar mejores decisiones, potenciar los negocios y ayudar a preservar el mundo, también ha sabido consolidarse como una de las mejores empresas para trabajar en los diferentes países. Este año se destaca su presencia entre las mejores de este ranking “entre otras cosas por la percepción de un ambiente incluyente y propicio para la gestión de tiempo libre”.

Como referente en estos temas, SAS comparte algunas recomendaciones que pueden seguir las empresas para promover la anhelada desconexión de sus empleados en esta época en la que se aproxima la temporada de descanso de muchos de ellos e incluso para el futuro en la medida en que trabajar desde la casa se convierta en una constante en la empresa.

Limitar las llamadas y videoconferencias a horarios laborales. Se tiende a creer que ahora que los empleados están todo el día en su lugar de trabajo (su casa), siempre deben estar disponibles. Una empresa que se preocupa por la desconexión de sus empleados puede establecer restricciones y recomendaciones para que no se programen o acepten llamadas y videoconferencias por fuera de los horarios normales de trabajo o los fines de semana. Ese es el límite que hay que establecer y que muchas veces puede lograrse mediante un lineamiento corporativo.

Propiciar actividades de esparcimiento aún en horarios laborales. Así como a veces hay que quitarle un tiempo al descanso para poder cumplir con todas las responsabilidades del trabajo, también se puede quitar algo de tiempo al trabajo y dedicarlo a actividades de esparcimiento o simplemente de descanso.

“En la medida en que hemos podido, en SAS hemos programado actividades para que los colaboradores se mantengan unidos y compartan una clase de cocina o una cata de cerveza. Esto no solo hace que los equipos permanezcan unidos aún en medio del distanciamiento, sino que ayuda a que se desconecten y no piensen solo en trabajo”, destacó la Directora de Recursos Humanos para Canadá y Latinoamérica de SAS.

Programar charlas a los colaboradores con especialistas en manejo de tiempo o ayudar a que en los hogares se adecúen espacios oficinas en la que permanece el computador y se queda el trabajo son otras alternativas a las que están recurriendo hoy en día las empresas.

“En SAS siempre hemos manejado una cultura innovadora, pensando en los colaboradores como personas antes que todo y por eso el trabajo remoto no ha sido un problema. Para muchas empresas la preocupación al inicio era si se reducía la productividad o no. Hemos visto que en la mayoría de los casos eso no ha sucedido y que el compromiso de las personas ha sido extraordinario. Ahora la preocupación está en propiciar la desconexión y hay muchas formas para lograrla”, puntualizó González Díaz.

Habilitar la oficina para ir de vez en cuando. Teniendo en cuenta las medidas que tenga establecido cada gobierno, habilitar la oficina para que los colaboradores vayan cuando lo necesiten ayuda a que vuelvan a diferenciar el trabajo y la casa, y se dé la necesaria desconexión laboral.

“En SAS hablamos siempre de inclusión, de propiciar un ambiente laboral incluyente en el que se les den iguales oportunidades a los hombres que a las mujeres, a las personas de una raza o una creencia u otra. Hoy en día la inclusión también es respetar y brindar las condiciones necesarias para que los que quieran trabajar desde la casa lo hagan, pero quienes necesiten ir a la oficina de vez en cuando también lo puedan hacer”, explicó González Díaz.

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