La economía naranja ha sido un gran impulso para el país, especialmente para su capital. La educación internacional se ha convertido en un gran aliado para los estudiantes que quieren fortalecer sus conocimientos en esta materia.
El Ministerio de las Tecnologías de la Información y las comunicaciones informó que actualmente el aporte al PIB por parte de la economía naranja es de 3,3% y que esta industria está generando más de un millón de empleos a nivel nacional. Bogotá, por su parte, es de las ciudades más atractivas en materia de inversión nacional y extranjera, donde el sector de las industrias creativas sobresale: según cifras de Invest In Bogotá, en 2018 la Inversión Extranjera Directa (IED) estuvo cerca de los 500 millones de dólares.
Gracias a los incentivos que el Gobierno ha hecho en las diferentes regiones del país, el panorama es bastante prometedor. En 2018, el Ministerio de Cultura ofreció, por medio de la Convocatoria de Estímulos, más de $14 mil millones de pesos destinados a áreas como: Artes, Artes Visuales, Danza, Literatura, Música, Teatro y Circo, Bibliotecas, Cinematografía y Comunicaciones. La convocatoria del Programa de Concertación Cultural, por su parte, apoyó con más de $46.000 millones a 2.053 proyectos en todo el país para facilitar y hacer visibles actividades, procesos y proyectos artísticos y culturales.
Bajo estos índices de crecimiento y fortalecimiento, las industrias de la música, el marketing, la publicidad, el cine y los videojuegos están desarrollando varios proyectos y cerrando importantes negocios. Espacios como el Bogotá Audiovisual Market y el Bogotá Music Market, generados por la Cámara de Comercio de la capital, son plataformas que abren lazos con inversionistas.
Ahora bien, las leyes que existen sobre cine y filmación en el país, y que incentivan la producción nacional y el rodaje de películas extranjeras en el territorio nacional están fortaleciendo al sector cinematográfico. Es así como hoy el cine colombiano se abre un espacio en la agenda mundial y conquista nuevos públicos. Datos del Observatorio Laboral del Ministerio de Educación muestran que Bogotá aloja al 84% de los profesionales en artes plásticas y visuales del país.
Seguir pensando en el crecimiento de este mercado abre un sin fin de posibilidades, adquirir nuevos conocimientos y capacitarse en materia audiovisual son opciones que los estudiantes recién graduados y aquellos que estén iniciando proyectos fílmicos pueden tomar.
¿Por qué salir al extranjero ayuda a activar la creatividad de los estudiantes?
Ir a estudiar a otro país es una actividad que está estrechamente relacionada con la apertura mental, que permite que el individuo piense y actúe de forma diferente. El contacto permanente con otra cultura lleva a la persona a evaluar varios aspectos de su comportamiento y así darle paso al pensamiento creativo.
En el sector de las industrias creativas, específicamente en la escena cinematográfica, se puede hablar de Nueva Zelanda como uno de los destinos que sobresale a nivel mundial. ¿Por qué? Primero, porque se especializa en temas de efectos visuales y tecnología; segundo, por los programas educativos que sus universidades ofrecen para que los estudiantes puedan desarrollar innovadores procesos en el campo audiovisual; y tercero, por su oferta geográfica que se compone por imponentes locaciones y paisajes naturales.
El país refleja su liderazgo en varios proyectos que desarrolla entre entidades educativas. Tal es el caso de la colaboración que existe entre la Universidad Victoria de Wellington, el Centro Creativo de Miramar y el grupo Weta Workshop (de los más reconocidos a nivel mundial por su trabajo en artes y efectos visuales), que ofrece un acceso sin igual a la experiencia laboral y conexiones profesionales con el diseño de películas, animación y juegos de video.
A lo anterior se suma que en 2018 Universal Pictures se sumó a la lista de compañías como Walt Disney Pictures y New Line Film Productions Inc., que han creído en el profesionalismo de Nueva Zelanda y decidieron rodar en el país de Oceanía la película Máquinas Mortales (Mortal Engines). Su decisión se basó en que este es un destino educativo líder en el desarrollo de las artes creativas, que ofrece a sus graduados oportunidades de carrera en todo el mundo. Y es que esta es la primera cinta que es grabada en su totalidad en el país, y que contó con un equipo de trabajo que, entre actores, técnicos, maquilladores y extras, fue 98% neozelandés.
La Economía Naranja definitivamente ha sido una apuesta central y estratégica para que Nueva Zelanda se posicione como un país moderno, dinámico y creativo con mucho que ofrecer en el competitivo mercado internacional. En ese sentido, las industrias creativas han demostrado ser muy valoradas y desarrolladas por parte de la academia. Javiera Visedo, Gerente de Educación de Education New Zealand para Chile y Colombia comentó que “son varios los cineastas, productores y empresas que realizan proyectos en Nueva Zelanda. Ellos buscan viajar al país porque, además de ser la cuna de filmes tan taquilleros como El Señor de los Anillos, El Hobbit,y Las Crónicas de Narnia , el país oceánico se especializa en efectos visuales. En la animada ciudad de Wellington está el corazón de la industria cinematográfica y los efectos visuales no solo del país, sino del mundo”.