Suspensión de pagos y negociación con acreedores son algunos de los beneficios de esta solución financiera en el país.
En Colombia, miles de personas y pequeñas empresas se han visto golpeadas por los efectos de la inflación, el alto costo del crédito y la desaceleración económica. El aumento de la morosidad es una realidad y muchas familias viven con la presión constante de deudas impagables, embargos o llamadas insistentes de cobro.
Frente a este panorama, la Ley de Insolvencia Económica se presenta como una solución legal, humana y accesible que permite a los colombianos reorganizar sus finanzas y recuperar el control de sus vidas. Más que un recurso jurídico, esta herramienta representa una oportunidad de empezar de nuevo sin perder la dignidad.
La insolvencia es una alternativa justa y legal que permite frenar el deterioro emocional y económico que genera el sobreendeudamiento. Este mecanismo, vigente en Colombia desde 2012, está diseñado para personas naturales no comerciantes y microempresas que ya no pueden cumplir con sus compromisos financieros y necesitan apoyo para renegociar sus obligaciones sin caer en prácticas informales o desesperadas.
En aras de ayudar a la sociedad, firmas de abogados como SVC afirman: “Trabajamos con un propósito claro: que ninguna persona o familia tenga que enfrentar sola una crisis financiera. A través de un enfoque legal y humano, acompañamos a nuestros clientes con un equipo interdisciplinario, no solo para renegociar deudas, sino para recuperar la tranquilidad y reconstruir su estabilidad económica”.
¿Cómo funciona este proceso?
De acuerdo con SVC Abogados, firma especializada en derecho financiero y empresarial, estos son algunos de los beneficios principales de acogerse a la Ley de Insolvencia:
1. Suspensión de pagos y embargos: desde el inicio del proceso se detienen las acciones judiciales y extrajudiciales de cobro, ofreciendo un respiro inmediato a las personas.
2. Negociación con acreedores: el deudor puede renegociar sus obligaciones con respaldo legal, reduciendo intereses y estableciendo cuotas acordes a su situación económica.
3. Acompañamiento integral: en el caso de SVC, no se trata solo de una asesoría legal. Los procesos se llevan con el apoyo de un equipo interdisciplinario que incluye análisis financiero y acompañamiento continuo.
“La insolvencia no es un privilegio para unos pocos. Es una herramienta al servicio de los ciudadanos, especialmente en tiempos difíciles. Muchos llegan a nosotros sin saber que existe esta opción, creyendo que su única salida es vender sus bienes o endeudarse más. Lo que hacemos es mostrarles que hay otro camino, legal y respetuoso”, concluye Jairo Varon abogado de la firma SVC Abogados.
Aunque los beneficios son evidentes, esta figura sigue siendo poco utilizada en el país. El desconocimiento, el estigma y la falta de información han hecho que muchas personas no accedan a esta herramienta que podría evitarles años de angustia financiera.
Desde la firma hacen un llamado a normalizar el uso de la Ley de Insolvencia como una salida legítima y necesaria, no solo para salvar las finanzas, sino para proteger la salud mental, la familia y el proyecto de vida de quienes atraviesan por un momento difícil.