La Catedral de Sal de Zipaquirá, estrena ‘Sublime’, exposición de mapping a 180 metros bajo tierra: evocando los vitrales medioevos.
Las rocas de sal de la nave se iluminarán con el show de mapping, una experiencia tecnológica que proyecta animaciones de superficies reales, las cuales llenan de luz la Primera Maravilla de Colombia.
El mapping inmersivo a 180 metros bajo tierra transporta a sus turistas a un viaje en el tiempo, creando efectos y animaciones tan impactantes que parecen cobrar vida. Es así como por primera vez es proyectado sobre la roca salinera y no en edificaciones o estructuras convencionales; a través de imágenes, sonidos, videos, y un escenario holográfico único, con el que se podrá vivir una experiencia sensorial apasionante. En este templo subterráneo levantado en la roca salina a 2674 metros sobre el nivel del mar, hay 250.000 toneladas de este mineral, necesarias para la construcción de este espectacular templo cristiano creado por 127 mineros y 110 talladores; ubicado en las entrañas de una mina de sal. Esta exposición mostrará los vitrales de las catedrales del mundo como, la Catedral de Grossmunter en Zurich, Catedral de Chartres Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en Francia, Santuário Dom Bosco en Brasilia, La Sagrada Familia de Barcelona y lugares como Cosmovitral en México, antiguos artes que deslumbran en la actualidad por aludir a la época medieval y que por primera vez serán encontrados a 180 metros bajo tierra en Zipaquirá, bajo la experiencia única a colombianos y extranjeros. El show de mapping se denomina Sublime, porque está inspirado en el arte de los vitrales. Este tiene una duración de 6 minutos cada 15 minutos todos días. La Catedral de sal de Zipaquirá, es el producto de un resultado de depósitos de sal a una profundidad de 180 metros bajo tierra, en las montañas de la capital salinera en Colombia, con más de 200 millones de años de antigüedad, que expande una visión de creaciones medievales.
Por esta razón, la joya arquitectónica es un espacio alternativo, traducido a un universo subterráneo, en el que los visitantes encuentran 8.500 metros cuadrados de una rica colección artística, donde la delicadeza del arte y la rudeza del trabajo minero tienen como resultado unas esculturas talladas sobre sal y mármol en un ambiente arquitectónico, cultural y natural.