En medio de un “boom” de crecimiento en la inversión y habilitación de estas infraestructuras en América Latina, los Centros de Datos hoy son considerados instalaciones de misión crítica para las economías y países.
La pandemia ha cambiado muchas de nuestras percepciones de valor: por ejemplo, el personal sanitario y los trabajadores de mensajería y entrega, hoy se valoran mucho más. Las reuniones de trabajo se han mudado a lo virtual, y la producción industrial sigue su curso con personal reducido.
A este nuevo escenario, se suma que el soporte para el camino de recuperación económica debe pasar por una buena infraestructura digital. Debido a esto, los Data Centers muy acertadamente, han mantenido a las empresas digitales en funcionamiento y crecimiento durante esta crisis sanitaria mundial.
A pesar de los bloqueos y cuarentenas, que han puesto de rodillas a las economías de todo el mundo, los Centros de Datos han sido parte de un ecosistema que respalda a los clientes que pagan por sus servicios; y que por cierto muestran los caminos de lo que será un mundo post COVID-19.
En un reciente estudio denominado Data Center Market in Latin America – Industry Outlook and Forecast 2021-2026, se da a conocer el impulso a pasos agigantados del desarrollo de Data Centers en Latinoamérica.
Según el reporte, el mercado de Centros de Datos en el continente está observando una destacada inversión en la implementación de centros de datos modulares, en contenedores y PoD (Point of Delivery).
Por otro lado, los proveedores de telecomunicaciones se inclinan cada vez más en adoptar esquemas modulares en la región, tomando en cuenta sus beneficios, y reafirmando el denominado “boom” que vive Latinoamérica.
La infraestructura modular es energéticamente eficiente y está diseñada para soportar una alta densidad de racks. El gasto para administrar un centro de información modular es aproximadamente un 30% menor que el de las instalaciones tradicionales de ladrillo y cemento.
Por lo tanto, se espera que la demanda de infraestructura modular aumente durante el período de pronóstico al 2026.
Otro estudio, conocido como Data Center Construction Market in Latin America Industry Outlook and Forecast 2019-2024; da luces del porqué del aumento significativo y las oportunidades que la región ve con dicho crecimiento.
El estudio afirma que uno de los factores claves del crecimiento, es la disponibilidad de incentivos fiscales en varios países de América Latina, por parte de los Gobiernos, a la hora del desarrollo de centros de datos; ya sea para inversionistas locales y globales.
A la par con el crecimiento, vienen los desafíos
Los Centros de Datos representan un alto consumo de electricidad a nivel mundial y se espera que la transición de la tecnología 4G a la 5G aumente esa cifra por lo menos al doble.
Los Data Centers como estructuras también encuentran amenazas en lo relacionado al cambio climático, razón por la que dichas estructuras de datos se están enfocando cada vez más en iniciativas de sostenibilidad que permitan extender por muchos años su ciclo de “vida” y que que procuren un uso más responsable del agua y los recursos energéticos.
Por otro lado, el tema de la confiabilidad y la seguridad de datos continúan siendo tópicos fundamentales en todos los pronósticos y estudios.
Los Centros de Datos, que ahora están procesando más información que nunca, en un mundo con mayor dependencia digital, y previsto para continuar en un entorno post pandémico; también están enfocados en la creación de mayores eficiencias para ofrecer mejoras en velocidad, reducir la latencia, minimizar los costosos periodos de inactividad, y ofrecer mayor seguridad.
Con una cercanía sin precedentes de los servicios de Centros de Datos a los usuarios finales, los operadores están buscando nuevas formas para ofrecer experiencias más positivas y, por cierto, más confiables.
Los Data Centers ya han probado su esencialidad durante más de un año de crisis sanitaria, y solo asegura su solvencia hacia el futuro. Son sin duda una infraestructura crítica y pieza fundamental en la nueva economía digital, que nos está ayudando como humanidad a pasar la prueba frente a la pandemia, aportándonos herramientas vitales para la resiliencia de negocios.