El sector financiero colombiano enfrenta crecientes ciberataques, exigiendo innovación y colaboración en ciberseguridad.
La educación del consumidor es clave para prevenir ciberataques y fomentar prácticas seguras en el uso de plataformas digitales.
Las fintech son clave para fortalecer la ciberseguridad del sector financiero al implementar tecnologías avanzadas y promover una cultura de seguridad entre los usuarios.
El sector financiero es un objetivo atractivo para los ciberatacantes debido a la gran cantidad de datos sensibles y valiosos que maneja, incluyendo información personal, credenciales bancarias y datos de transacciones. Esta industria, que opera con volúmenes significativos de dinero y activos, es vulnerable a diversas amenazas cibernéticas.
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI) La quinta parte de los incidentes cibernéticos a nivel mundial impactan al sector financiero causando 12.000 millones de dólares en pérdidas directas en el sector. Además, se estima que desde 2020, las pérdidas directas han ascendido a unos 2.500 millones de dólares.
En Colombia, de acuerdo con datos de Asobancaria, el sector financiero colombiano enfrenta un promedio alarmante de 45 ciberataques por segundo afectando tanto a grandes instituciones como a pequeñas fintechs. Estos ataques incluyen desde intentos de phishing y ransomware hasta accesos no autorizados a sistemas críticos y ataques de denegación de servicio (DDoS), lo que subraya la creciente sofisticación de los ciberdelincuentes.
Al respecto, Patricia Badillo Key Account Manager de UPAGO “El aumento de ciberataques en el sector financiero resalta la urgente necesidad de establecer una colaboración interinstitucional robusta. Solo a través del intercambio de información sobre amenazas en tiempo real y el fortalecimiento conjunto de la infraestructura de ciberseguridad se pueden enfrentar de manera efectiva estos desafíos y proteger la confianza de los consumidores en nuestras instituciones.”
Entre los principales retos que enfrenta el sector ante este tipo de ataques están la protección de datos personales y financieros, el cumplimiento de regulaciones locales e internacionales, la adopción de nuevas tecnologías como la inteligencia artificial para combatir amenazas, y la educación continua de empleados y usuarios finales. Estos factores son clave para mitigar los riesgos y reforzar la confianza de los consumidores, quienes pueden perder la fe en las plataformas digitales si una institución financiera sufre una vulnerabilidad.
En este contexto, las fintech desempeñan un papel crucial en el fortalecimiento de la ciberseguridad del sector financiero, gracias a su agilidad y capacidad para adoptar rápidamente nuevas tecnologías y prácticas de seguridad. Estas empresas innovadoras suelen estar a la vanguardia de la implementación de soluciones avanzadas, como inteligencia artificial y aprendizaje automático, que permiten detectar y responder a amenazas cibernéticas de manera más efectiva.
La colaboración entre las fintech con instituciones tradicionales y organismos reguladores es fundamental para compartir información sobre vulnerabilidades y fortalecer la infraestructura de seguridad en toda la industria, garantizando así la protección de los datos y la confianza del consumidor.
“Para mejorar la ciberseguridad en el sector financiero, es esencial fomentar esta colaboración interinstitucional para que se comparta información sobre amenazas, fortalecer la infraestructura de ciberseguridad y capacitar a personal y usuarios. Aprovechar las fortalezas del sector financiero tradicional y del fintech puede promover un ecosistema financiero más seguro y resistente ante ciberataques.” añadió Bobadilla.
Finalmente, la educación del consumidor es clave para reducir la efectividad de los ataques cibernéticos. Los usuarios informados son menos propensos a caer en engaños como el phishing o compartir información sensible.