Actualmente, Colombia ha puesto en marcha medidas de distanciamiento social con el fin de controlar la pandemia producida por el coronavirus. Durante estos procesos de cambio social, además del temor a contagiarse, el ciudadano experimenta un aumento en la necesidad fundamental de querer sentirse protegido, por lo cual el estado debe estar en la capacidad de proporcionar respuestas rápidas y efectivas ante las diferentes situaciones de emergencia que se puedan presentar.
Este contexto de protección al ciudadano cobra aún más relevancia en contextos como América Latina, ya que se trata de la región en donde se concentra el 37% de los homicidios de todo el planeta, según el más reciente informe sobre homicidios de las Naciones Unidas. En este sentido, ya sea con cuarentena o sin ella, los organismos encargados de la seguridad en la región deben estar siempre alerta durante una crisis de salud pública, poniendo en práctica sus planes de control, monitoreo y vigilancia del orden público.
Durante los toques de queda por coronavirus, las calles y los locales de la región estarán bastante solitarios y esto sumado a la necesidad que sienten varias personas por abastecerse de alimentos, puede ocasionar que se incrementen los hurtos relacionados a la comida, ya sea en camiones, en casas o establecimientos comerciales. Por ello, es necesario que sectores como el de la seguridad pública evolucionen, entendiendo las nuevas dinámicas en las que se desarrollará el crimen organizado y su alto nivel de sofisticación.
Con este panorama parece fundamental pensar el concepto de Ciudades seguras o “Safer Cities”, por su equivalente en inglés, con servicios que agilizan la respuesta durante la detección y la atención de la emergencia. Para avanzar en este camino, Colombia debe priorizar el uso de las tecnologías de la información y comunicación (TIC), con mecanismos de comunicación que promuevan la participación ciudadana y la integración y coordinación eficaz entre las fuerzas militares, la policía y los distintos niveles del gobierno.
Por esto, los llamados Centros de Comando, Control y Comunicación cobran un gran valor durante las crisis de salud, a través de ellos los gobiernos municipales pueden monitorear lo que ocurre, coordinar las llamadas de emergencia y despachar los recursos de las distintas agencias de seguridad para resolver los problemas tan pronto como sea posible.
De acuerdo con Jairo Mahecha, Experto en Ciudades Seguras de Motorola Solutions Colombia, “los Centros de Comando, Control y Comunicación de última tecnología, son claves para mejorar la toma de decisiones durante los procesos de despacho de unidades de seguridad. Permiten priorizar los incidentes y cuenten también con georreferenciación avanzada para ubicar el efectivo más cercano a la emergencia y su disponibilidad. El software debe estar en capacidad de identificar llamadas simultáneas y evitar su duplicación, hacer registro automático de las llamadas y consolidar la información de cada una de ellas”.
Por otra parte, las ciudades que buscan garantizar la seguridad ciudadana en épocas de crisis deben basar su trabajo policial en evidencia digital, la cual será utilizada durante los procesos de investigación criminal que llevarán a cabo los tribunales penales. En este aspecto las TIC son aliados vitales, garantizan la autenticidad de la evidencia y brindan visibilidad del delito de principio a fin, ayudando de esta manera a prevenir detenciones equivocadas y condenas erróneas.
Para el caso de América Latina, según un estudio de Motorola Solutions, Discover new crime patterns hidden in your data [1], aún se utilizan un alto número de herramientas caseras poco confiables y muy vulnerables para enfrentar la criminalidad. Por ejemplo, el 84% de las agencias policiales manejan hojas de cálculo para hacer análisis del crimen y como resultado se disminuyen los niveles de precisión para identificar delitos.
En este sentido, a nivel de innovación las ciudades deben estar a la vanguardia en tecnologías que además de ser confiables optimicen la obtención de evidencia digital de las policías. Entre ellas: drones para patrullaje, software predictivo, sistemas de video seguridad y autoaprendizaje, reconocimiento por apariencia, inteligencia artificial para centros de comando y wearables de seguridad pública como cámaras al cuerpo (body cam), gafas o lentes inteligentes, por mencionar sólo algunas de ellas.
Así, las TIC serán siempre un elemento fundamental para garantizar la seguridad de los ciudadanos durante el desarrollo de cualquier crisis social, económica o de salud, solo a partir de ellas los gobiernos municipales podrán tomar decisiones basadas en evidencia, llevar a cabo medidas de atención 100% efectivas, ejecutadas en tiempo real y que se anticipan ante las posibles situaciones de amenaza.
[1] Discover new crime patterns hidden in your data, Motorola Solutions study, 2018