Los bancos de Grupo Aval y Porvenir en proceso de certificación Friendly Biz con la Cámara de Comercio LGBT

En Colombia hay 6,8% de personas pertenecientes a la comunidad LGBT, lo que da un universo de 3,3 millones de ciudadanos, según cifras aportadas por la agencia americana Community Marketing and Insights – CMI a la Cámara de Comerciantes LGBT.

El Informe Nacional de Empleo Inclusivo INEI, enfatiza en la importancia de trabajar en el fortalecimiento de los procesos de talento humano de las empresas, desde la selección y contratación, hasta la implementación de políticas y acciones de bienestar.

Grupo Aval, sus bancos y Porvenir, dan un gran paso en la implementación de políticas y certificaciones en inclusión LGBT.

En Colombia han sido importantes los avances en el reconocimiento de los derechos sociales, educativos, culturales y económicos de la población LGBT, sin embargo aún queda camino por recorrer ya que según el Informe Nacional de Empleo Inclusivo INEI, presentado por Fundación Corona, Fundación ANDI, y el Programa de Alianzas para la Reconciliación de USAID y ACDI/VOCA, aún existen barreras y prejuicios alrededor de dicha comunidad, lo que dificulta su acceso a la educación, formación y empleo, y a su vez impide que puedan desarrollar trayectorias educativas y laborales exitosas.

Banco de Bogotá, Banco de Occidente, Banco Popular, Banco AV Villas y Porvenir empezaron el proceso de certificación Friendly Biz con la Cámara de Comercio LGBT de Colombia hace cinco meses, el cual consiste en identificar las barreras personales, sociales y culturales más frecuentes en la atención a clientes y usuarios sexualmente diversos que requieren de los servicios de las entidades en oficinas, call center, etc. “Si bien es cierto que las personas que trabajan en el Grupo se capacitan continuamente para ofrecer una excelente atención, sin distinción alguna, era necesario definir una política y un protocolo de atención para la población LGBT, pues muchas veces, y como ocurre frecuentemente en empresas del sector servicios, por desconocimiento se puede hacer sentir incómoda e incluso faltarle al respeto involuntariamente a una persona sexualmente diversa”, afirma José Manuel Ayerbe Osorio, Vicepresidente de Mercadeo Corporativo de Grupo Aval. Así mismo, para el directivo promover una cultura de inclusión y diversidad afianza la creatividad, competitividad y el sentido de pertenencia de clientes y colaboradores.

Rechazo familiar, exclusión, violencia, son solo algunas de las cosas a las que se tiene que enfrentar la comunidad LGBT, lo que se convierte en una carrera constante por sobrevivir en un mundo sumergido en la competencia, la meritocracia y el consumo.

De manera adicional, según cifras aportadas por la agencia americana Community Marketing and Insights – CMI a la Cámara de Comerciantes LGBT, “en Colombia hay 6,8% de personas pertenecientes a la comunidad LGBT, lo que da un universo de 3,3 millones de ciudadanos”,  y es por esto que se enfatiza en la importancia de trabajar en el fortalecimiento de los procesos de talento humano de las empresas, desde la selección y contratación, hasta la implementación de políticas y acciones de bienestar.

Por su parte, un estudio de Robinson, Charles Pfeffer and Buccigross (2003) evidencia que “los ambientes laborales incluyentes aumentan 39% la satisfacción del cliente, 22% la productividad y 27% de la rentabilidad. Además, como lo afirma la Cámara de Comerciantes LGBT, los consumidores prefieren a las empresas que adoptan abiertamente políticas de Diversidad e Inclusión en su interior. Para José Manuel Ayerbe, esta certificación es un paso importante, pero mucho más importante, será  el seguir trabajando en políticas antidiscriminación con las minorías.

Viendo este panorama se hace necesario la continuidad de programas que permitan la implementación de la inclusión y la reconciliación dentro de las organizaciones, así como la recopilación de datos estadísticos que permitan dar cuenta de la posición relativa, de la población LGBT, respecto al promedio de la población, ya que actualmente no se cuenta con la data necesaria lo que dificulta la realización de análisis más comprehensivos e impide realizar una caracterización profunda de este grupo poblacional, lo que limita el desarrollo de políticas públicas para mejorar el acceso a bienes y servicios del Estado (DNP, 2019).