El crecimiento exponencial de los delitos informáticos para 2020, que impulsó la pandemia ocasionada por el COVID-19, es una señal de alerta para blindar los sistemas de información, sitios web, correos electrónicos y en general, los documentos digitales que generan empresas y entidades públicas.
El panorama colombiano frente al auge de los delitos informáticos es desalentador. Según cifras de la Policía Nacional, en los primeros seis meses de este año fueron registrados más de 17 mil casos. De hecho, entre el 1 de enero y el 20 de octubre, el Centro Cibernético Policial indicó que más de 1.200 casos de estafa por suplantación de identidad, fueron denunciados ante el CAI Virtual.
“Lamentablemente, aún se observa un amplio desconocimiento acerca de la existencia de mecanismos tecnológicos seguros para proteger la información electrónica. Por ejemplo, en esta nueva realidad se evidenció el uso desmedido de las firmas escaneadas en documentos críticos para los negocios y esta situación abre las puertas al robo de identidad. Esto sucedió en días pasados con un Senador de la República que denunció el uso indebido de su firma en una ponencia”, afirma Laura Echeverría, Gerente Legal y Corporativa de Certicámara S.A., entidad de certificación digital pionera en Colombia.
La directiva aseguró que, a lo anterior, se suma la falta de inversión en planes y acciones en materia de seguridad digital, los cuales deberían adoptar de inmediato las empresas del país para proteger sus entornos electrónicos, datos y sistemas de información: “Solo las organizaciones que han implementado proyectos tecnológicos con altos estándares de seguridad y con aliados idóneos, han mitigado pérdidas económicas y reputacionales por posibles ataques cibernéticos”.
Los negocios digitales fueron protagonistas en la pandemia
La tecnología, sin duda, fue aliada del mundo en 2020. Empresas como Certicámara S.A., apoyaron la continuidad de los negocios en Colombia, con herramientas tecnológicas que blindaron la identidad digital y la información electrónica con resultados optimistas:
• La emisión de documentos se impulsó con la crisis sanitaria. Esta realidad permitió que se emitieran más de un 30% de firmas digitales en este año y frente al 2019, para proteger la identidad de las personas y empresas en trámites electrónicos y procesos de facturación electrónica.
• Los sectores financiero y notarial continuaron prestando sus servicios a ciudadanos, durante el aislamiento preventivo obligatorio, y pese a la coyuntura, más de 35 millones de validaciones de identidad, a través de huella biométrica, fueron realizadas por Certicámara.
• Los sitios web se convirtieron en el canal principal para el comercio electrónico durante la pandemia. Certicámara protegió más de 3 mil portales con altos estándares técnicos, gracias a la emisión de certificados de servidor seguro SSL.
• La masificación de la factura electrónica en el país alcanzó significativas metas en este 2020. Certicámara contribuyó a la implementación del nuevo modelo de facturación en más de 200 empresas a nivel nacional y en 55 cámaras de comercio de las 57 que existen.
Firmas electrónicas, factoring social y servicios ciudadanos digitales entre la agenda de 2021.
La virtualidad en los negocios y en el trabajo se mantendrá en el próximo año. Naturalmente, el alto flujo de documentos que se generan en entornos digitales seguirá incrementándose y con ello, la necesidad de firmarlos, actividad que ahora, podrá ejecutarse a través de distintos tipos de firmas electrónicas confiables, con diferentes niveles de seguridad, incorporados en una novedosa plataforma web denominada CERTIFIRMA, la cual está disponible en www.certifirma.com.co y obsequia una recarga inicial a cualquier persona, que desee probar el servicio.
Por otra parte, en 2021, acorde a la DIAN, más de 430 mil usuarios de facturación electrónica podrán hacer factoring social para mejorar su liquidez, entre otros beneficios. La Cámara de Comercio de Bogotá y su filial, Certicámara S.A., se suman a la iniciativa del Gobierno Nacional y dispondrán de una plataforma que permitirá conectar a entidades financieras y empresas, como fue anunciado recientemente en el lanzamiento del RADIAN por la Dian.
Es evidente, entonces, que la transformación digital permea en toda la sociedad. Prueba de ello es que para el próximo año, los ciudadanos del país podrán interactuar digitalmente con el Estado, y compartir información en cualquier momento, gracias al modelo de Servicios Ciudadanos Digitales, que tendrá como actor relevante a las entidades de certificación digital como Certicámara, para la realizar la validación de identidad de las personas y así mitigar los riesgos como la suplantación y el robo de información.