Actualmente, empresas de todos los tamaños están enfocadas en garantizar permanentemente que sus procesos y recursos fluyan eficazmente, respondiendo a la creciente necesidad de fortalecer su competitividad en el mercado, rentabilizando su operación y estrechando la relación con sus clientes.
Sin embargo toda esta teoría debe ir acompañada de herramientas y soluciones que verdaderamente impacten los procesos permitiendo que sean fácilmente administrables, estén dotados de escalabilidad y permitan una respuesta ágil ante posibles eventualidades.
A raíz de esto surgen los denominados microservicios, que abren las puertas a la Arquitectura Empresarial y se convierten en el As bajo la manga de las empresas e ingenieros, gracias a que dejan de ver el desarrollo de las soluciones y desarrollos tecnológicos como un gran bloque monolítico y en cambio, lo dividen en pequeñas partes que pueden ser incorporadas, modificadas e incluso alojadas de forma independiente.
Una compañía colombiana que está ayudando a que las empresas de todos los sectores puedan avanzar y desarrollar arquitecturas digitales basadas en microservicios es One-Click. En palabras de Rodrigo Garcia, CEO de la compañía “los microservicios son actualmente la manera más efectiva de subir a las empresas al mundo tecnológico… y de hacer que continúen allí a lo largo de los años. Este tipo de desarrollos otorga una real competitividad a las empresas y les permite gestionar y administrar de una manera más efectiva sus recursos y toda la operación”.
Estas son tres características tangibles que aportan los microservicios y que indudablemente impactarán en el desarrollo e implementación de tecnologías en las empresas colombianas:
1. Escalabilidad: Una empresa exitosa es altamente dinámica y está preparada para los cambios, pues las necesidades de hoy no serán las de mañana. A través de este tipo de arquitectura empresarial se pueden incorporar nuevas funcionalidades que se requieran, transformar otras o incluso eliminarlas, todo sin afectar la operación integral ya que solo se trabajará una aplicación específica.
2. Agilidad de implementación: Como los desarrollos son múltiples y se trabajan de forma independiente, el tiempo de implementación se reduce hasta en un 50%, sin tener que incrementar la inversión. Además se pueden ver resultados graduales durante el tiempo del proyecto, lo que permite evaluar y optimizar los procesos, facilitando realizar pruebas tempranas y llevar a cabo las correcciones necesarias de forma ágil.
3. Minimización de fallos: De cara al cliente los procesos deben ser transparentes, y esa es una premisa que funciona muy bien en este caso. Al requerirse una actualización o si apremia corregir un fallo en el sistema, solo se deshabilitará determinada función específica, sin afectar el resto del servicio.
Si bien este estilo de arquitectura está siendo implantado principalmente por empresas de gran tamaño, es una excelente opción para pequeñas y medianas empresas, ya que la inversión en tecnología se puede hacer de forma gradual, con base en el presupuesto vigente, las necesidades prioritarias y las necesidades de primer orden que se desee cubrir.