Mirando al futuro: Proyecciones y esperanzas del turismo colombiano

Por: Raúl Francisco Mateus, docente de guianza turística del Politécnico Grancolombiano.

En los últimos cinco años el turismo en Colombia ha vivido cambios impresionantes. Antes de la llegada de la pandemia en 2020, este sector estaba en pleno auge. Según la Organización Mundial del Turismo, en 2019 llegamos a casi 1.500 millones de turistas internacionales, generando más de 1.7 billones de dólares en ingresos de exportación de servicios de turismo internacional, con un aporte de 3.5 billones de dólares al producto interno bruto de los países a nivel mundial. ¡Sí, así de grande era! Todo esto contribuía a que las economías de muchos países, incluidos los emergentes, crecieran.

Pero con la llegada del COVID-19 este panorama alentador tomó un tinte que reflejaba un dramatismo particular en una actividad que requiere el contacto con personas, salir al exterior, utilizar medios de transporte masivos y la interacción propia de la dinámica turística. Las medidas de seguridad, como el cierre de fronteras y los confinamientos, afectaron drásticamente el turismo y el impacto se sintió en todos los rincones del mundo. En Colombia, la historia no fue diferente.

A pesar de todo, la esperanza resurgió. El mismo dinamismo que genera el turismo y la motivación de los turistas por volver a viajar después de periodos largos de confinamiento, hizo que las previsiones negativas de recuperación mejoraran de una manera significativa en los últimos años. ¿Se han dado cuenta de cuánto extrañamos viajar y explorar nuevos lugares? Esa necesidad de aventura está impulsando una recuperación en el sector. El Ministerio de Comercio, Industria y Turismo evidenció un crecimiento de más de 6.8 millones de visitantes no residentes durante el 2024. ¡Eso es una gran noticia!

Esto quiere decir que las previsiones son muy favorables para el turismo en nuestro país, la consolidación de la paz como estrategia para el turismo y la consecución de estrategias de turismo regenerativo basado en la biodiversidad, están marcando un hito importante para la recuperación del sector.

Pero esto no es solo sobre números. Cuando se habla de turismo tenemos que pensar en los diferentes actores que participan en el desarrollo, desde los prestadores de servicios turísticos, el gobierno nacional, el gobierno local y también los turistas, estos quizás de los más importantes porque su conciencia frente a la sostenibilidad y el cuidado de los entornos naturales toma mucha relevancia. ¿Qué tal si todos unimos fuerzas para cuidar nuestros ecosistemas? Todos, desde empresarios hasta comunidades, turistas, ONG, gobierno… tenemos un papel muy importante que desempeñar.

Organismos internacionales como ONU Turismo hablan del turismo regenerativo como una de las estrategias clave. Este concepto es crucial porque promueve un modelo de desarrollo que no solo minimiza el impacto ambiental, sino que también permite la mejora activa de los ecosistemas con la participación de las comunidades locales; es por esto que Colombia, al ser uno de los países más biodiversos del mundo, tiene un potencial que permite ofertar experiencias turísticas en selvas, montañas, ríos y costas lo que favorece claramente a la conservación de la naturaleza.

Entonces, desarrollar un turismo que vaya más allá del entretenimiento, no solo invita a los turistas a participar en procesos de restauración ecológica y fortalecimiento cultural, sino también a generar un vínculo emocional y responsable con el territorio, transformando al turista en un aliado de la sostenibilidad. Estamos hablando de la restauración de los ecosistemas que promueven la realización de actividades de reforestación de bosques con plantas nativas o endémicas; restauración de arrecifes de coral, limpieza de playas, creación de jardines o zonas verdes en zonas urbanas. ¡Es un trabajo en equipo!

Además, tenemos que pensar en cómo guiarnos hacia un futuro mejor. Será fundamental la educación como pilar y el reconocimiento de la importancia de la identidad y los valores intrínsecos de los territorios. Además, cobra importancia el aprovechamiento de los recursos en torno a la economía circular que garantice el mínimo desperdicio y el impacto ambiental negativo. Y, lo más fundamental: los actores del sector turístico necesitan trabajar juntos para marcar la diferencia a nivel económico, social y cultural. Cada paso cuenta, y cada esfuerzo suma.

Colombia tiene la oportunidad de posicionarse como un destino líder al ofrecer alternativas que conjugan naturaleza, cultura y compromiso ambiental. Así que, la próxima vez que pensemos en turismo, recordemos que no solo se trata de visitar lugares, es también una oportunidad para fomentar la paz y la sostenibilidad en nuestras comunidades. ¿Listos para ser parte de este cambio? La aventura apenas comienza, y el futuro del turismo puede ser brillante si nos comprometemos a hacerlo juntos.