Durante el último año el 68% de las organizaciones comenzó a utilizar la nube como parte de su estrategia de protección de datos.
Durante los últimos años, las empresas han visto indispensable la búsqueda y adaptación de herramientas tecnológicas que eviten que los delincuentes informáticos ataquen sus comunicaciones e información. Entre las situaciones que buscan prevenir se encuentran la pérdida de datos corporativos, las interrupciones inesperadas en sus comunicaciones como consecuencia de malware, o los ataques constantes de ransomware.
Así, las coyunturas mundiales han obligado a muchas compañías a acelerar sus procesos de protección de datos y a actualizar herramientas que les permitan proteger las cargas de trabajo modernas que en la actualidad están alojadas en la nube.
De hecho, según un informe de tendencias presentado por la empresa de software de información Veeam, durante el último año el 68% de las organizaciones comenzó a utilizar la nube como parte de su estrategia de protección de datos para prevenir situaciones de riesgo en su compañía. De ahí que sea clave que todos los datos allí alojados tengan un manejo adecuado que los mantenga a salvo de amenazas.
En este contexto, la protección de datos se ha convertido en un área de mayor inversión que busca proteger las cargas de trabajo modernas que en la actualidad están alojadas en la nube. Según, Javier Castrillón, Ingeniero experto en soluciones para Veeam, “la mejora de la protección de datos está siendo impulsada, en gran medida, por el reconocimiento de que los ciberataques no son solamente una posibilidad, sino que son eventos que sucederán con seguridad para la mayoría de las organizaciones”. En este sentido, menciona el directivo, es preciso desarrollar una estrategia de ciber preparación que permita la recuperación orquestada y confiable a partir de backups. “Esto es un componente crítico de cada plan de emergencia de las organizaciones”, resalta Castrillón.
Para Veeam, hoy existen tres tendencias relevantes que se imponen en la protección de datos empresariales.
1. Los términos ‘híbrido’ y ‘multi’ han llegado para quedarse. Alojar toda la información en una misma modalidad ya no está dentro de las opciones de muchas empresas. La diversidad que existe en la actualidad en las formas de trabajo ha hecho que se tenga que optar por tener un 50% de la información en servidores en instalaciones locales y otro 50% en servidores alojados en la nube.
2. Mayor conciencia sobre los procesos de recuperación de información. Las principales motivaciones de las empresas para cambiar sus procesos de protección de datos se basan en la mejora cualitativa de la confiabilidad, la frecuencia de protección y las recuperaciones ágiles. Esto lo hacen con el fin de mejorar dos aspectos muy relevantes a la hora de recuperar la información: el objetivo de punto de recuperación (RPO), que se refiere a la cantidad de tiempo máxima aceptable desde el último punto de recuperación de datos ; y el tiempo objetivo de recuperación (RTO), relacionado con el retraso máximo aceptable entre la interrupción del servicio y la restauración del servicio.
3. Toda la información es importante. Las empresas han dejado de dividir su información entre ‘muy importante’ y ‘poco relevante’. Ahora, su preocupación es mantener a salvo toda la información. Para ello han optado no solo por hacer uso del backup, sino también por combinarlo con snapshots o replicación, que son copias de instantáneas de un proceso o una información determinada.