Forrester Research, firma de investigación de mercados, afirma que la infraestructura de nube pública crecerá un 35% durante el año 2021.
Expertos de TIVIT brindan consejos para definir qué nube responde de mejor manera a las necesidades de una compañía, haciendo énfasis en que la seguridad es un factor relevante en esa decisión.
Para sortear la crisis económica causada por la pandemia, la reducción de costos ha figurado como una respuesta llamativa a la hora de sostener la operatividad al interior de las compañías. Allí, la migración a la nube aparece como una de las principales estrategias, debido a su característica de pago por uso.
Es cierto que en el mercado aún existen muchas compañías que tienen dudas sobre qué tipo de nube escoger. Forrester Research, firma de investigación de mercados, estima que, aunque la nube híbrida sigue siendo la más usada, la infraestructura de nube pública crecerá un 35% durante 2021, hasta alcanzar USD$120.000 millones. La consultora, además, considera que la adopción empresarial de este tipo de nube se ampliará con el aumento en las ventas de los proveedores de cloud y el valor del negocio.
Al respecto, Carlos Valenzuela, ingeniero Desktop Management de TIVIT Latam, afirma que “industrias como la banca y recientemente el sector salud apuntan a las nubes públicas por su costo y agilidad, pero industrias como el ‘retail’ prefieren mantenerse en la híbrida”. Ante la incógnita de cuál arquitectura es mejor, el profesional señala que su principal recomendación “es evaluar lo que sea más adecuado para el negocio antes de tomar una decisión y la mejor forma de hacerlo es en compañía de un experto”.
Seguridad en la nube, un aspecto clave a tener en cuenta
Según el estudio ‘State of Cloud Security 2020’ de Sophos, el 70% de las organizaciones que alojan datos o cargas de trabajo en la nube pública experimentaron un incidente de seguridad en el último año. Las organizaciones con nube híbrida, por su parte, informaron hasta el doble de incidentes que los usuarios de una sola plataforma.
El mismo estudio arroja que la mala configuración de estos sistemas está detrás del 66% de los ciberataques, casos que sucedieron porque los ciberdelincuentes fueron capaces de explotar el sistema o porque fue posible encontrar agujeros en las aplicaciones de firewall que les permitieron robar las credenciales de acceso a cuentas de proveedores cloud.
Aunque la mayoría de los ataques son el resultado de una mala configuración de estos ambientes, la experiencia de TIVIT detalla que estos incidentes también se presentan por no saber elegir la estructura correcta. César Urrego, Head Cloud para TIVIT Latam, asegura que “cuando te mueves a un esquema de cloud es importante tener un aliado con un ‘background’ técnico para evitar este tipo de problemas. Es necesario comprender que una migración correcta hacia la nube requiere de profesionales que informen y permitan al cliente escoger la solución ideal para el crecimiento de su proyecto”.
Entonces, ¿cómo saber cuál es la nube adecuada?
Víctor Jara, consultor de Soluciones Cloud de TIVIT Latam, comenta que “aunque cada nube es diferente, todas basan sus visiones y razón de ser en el pago por uso, flexibilidad, disponibilidad, y conectividad privada o pública, principalmente. A partir de allí, el usuario determina cuál escoger, atendiendo a las especificidades de su negocio”.
Ante situaciones confusas, hay que saber que TIVIT es un partner tecnológico con la capacidad de proveer consultoría y acompañamiento a sus clientes sobre las diferentes nubes con base en sus data centers. Asimismo, el partnership con reconocidos arquitectos cloud como Azure, Google Cloud y AWS, cualifican los servicios que ofrece la multinacional tecnológica.
La escogencia de una nube pública o híbrida debe hacerse teniendo en cuenta los requerimientos y características de cada organización. En ese sentido, la migración a la nube, al igual que la apropiación de otras soluciones como el internet de las cosas, debe ser el resultado de un análisis situacional profundo sobre las capacidades de la compañía, expectativas de crecimiento, necesidades operacionales y voluntad de cambio hacia la transformación digital.