Actualmente muchas empresas gastan millones de dólares en cursos de motivación para su personal, algunas pagan coaching para sus ejecutivos tratando de cambiar su actitud. Pero ¿qué pasaría si en vez de gastar en cursos, las empresas se dedicaran a conseguir candidatos con una motivación correcta?
Cuando hablamos de motivación lo primero que pensamos es en el típico personaje que esta supremamente feliz, enérgico y lleno de ánimo, una persona con una actitud muy positiva para encarar la vida. La motivación, del latín motivus o motus que significa «causa del movimiento», es la causa, el impulso, el motivo que lleva a un individuo a ponerse en acción para alcanzar un determinado objetivo.
Este rasgo es único en cada persona, nace del individuo, de sus necesidades y de sus metas. Un ejemplo de motivación puede ser aspirar a un título profesional, mejorar económicamente, tener una familia, etc. La motivación es un aspecto fundamental en la productividad de un individuo, porque es bien sabido que una persona motivada siempre dará lo mejor de sí en pro de sus objetivos.
La motivación actual en la empresa
Muchas empresas alrededor del mundo se ven afectadas por el tema de la motivación de su personal. Los empleados a veces sin ser conscientes de su permanencia en la empresa, ante la imposibilidad de ascensos, o sencillamente la monotonía del cargo terminan desmotivándose de su vida laboral. Esto conlleva resultados desastrosos a la productividad de éste, que a su vez escala estos problemas a la productividad del área y por último de la empresa.
El papel de la gerencia es supremamente importante para evitar que esta nube de desmotivación se pose sobre la empresa y termine destruyendo los climas laborales. La realidad y la respuesta a esto es que este problema se puede evitar, si se logra dar con un buen personal que sea automotivado. Pero antes de eso debe saber identificar qué tipo de motivación tiene su personal.
¿Se puede evaluar la motivación?
La motivación es un rasgo muy intrínseco y personal que variará de acuerdo con la persona, bajo un método convencional las empresas no tienen una herramienta para evaluar la motivación de sus candidatos, e ignoran lo simple que puede ser hacerlo.
«Actualmente las empresas en sus procesos de selección solamente ven la experiencia y los trabajos anteriores en las hojas de vida de los candidatos, muchas no se detienen a ver atributos que suelen ser más importantes como la productividad o la personalidad, pero algo que pasa por debajo y casi nunca se le presta atención es la motivación, siendo esta un elemento que incide de forma directa en el desempeño del individuo. Sin saber además que existen diferentes tipos de motivación» Reseñó el director de Performia Colombia, Jairo Pinilla.
Tipos de motivación
Si bien se ha tomado la motivación como un mero concepto estático, la realidad es que hay al menos dos tipos de motivación que llevan a las personas a regir sus vidas, tanto en lo personal como en lo laboral. Las empresas desconocen esto, o por lo menos una metodología para evaluarlos.
El Inflow (flujo adentro)
Un candidato cuya motivación viene dada por una exigencia de recompensa antes de dar el producto final de su trabajo es definitivamente una persona que funciona bajo motivación «Inflow»; aquí tenemos a ese personaje que antes de ser contratado exige hasta el color de auto que desea manejar y su motivación viene dada por el premio o recompensa a obtener. Su atención está principalmente en lo que pueda recibir. Por lo general no es contratable.
El Outflow (flujo afuera)
Por otro lado, tenemos personas cuya motivación viene por ese sentido de superación y competitividad, que le invita a comprometerse con el trabajo y la entrega de resultados, y con base en ese compromiso personal y profesional se motiva a sí mismo, sin que necesariamente exija una recompensa al respecto. Son personas con la mirada puesta en la empresa y motivados por sus propios resultados. Su atención está en lo que puedan dar y por ello son denominados «Outflow».
¿Cómo evaluar la motivación?
Pídale al candidato que lo entreviste a usted. Que le pregunte qué desea saber acerca de la empresa y de su futuro trabajo. El Inflow se va a interesar solamente por su salario, tipo de contrato, horario, beneficios personales y extralegales. Solamente le interesa lo que pueda recibir.
El Outflow, en cambio, aunque se interese por su salario y algunos beneficios (¿quién no lo haría?) va a hacer preguntas acerca de su trabajo, de la empresa, de sus clientes, y de lo que se espera de él. En pocas palabras, se va a interesar en la empresa y el cargo. Éste último estará dispuesto a demostrar sus habilidades y su productividad durante un tiempo de prueba, y luego recibir el salario al que aspira. El Inflow nunca aceptará este tipo de reto.
«Algo tan simple como determinar el tipo de motivación de sus candidatos puede determinar el éxito o el fracaso de la contratación. Es simple y si lo pone en práctica podrá comparar los resultados con su modelo actual de contratación», indicó Jairo Pinilla.