Según la Aeronáutica Civil, en el 2018 se transportaron 37,7 millones de pasajeros, y se estima que en cinco años se alcancen 61 millones de personas movilizadas.
La revisión y reducción de las tasas impositivas para ofrecer tiquetes aéreos con precios más asequibles, es uno de los principales retos de la industria.
En Colombia, volar ya no es un lujo reservado para unos pocos y es ahora una oportunidad para que los colombianos estén cada vez más conectados a personas y destinos nacionales e internacionales, gracias a modelos de bajo costo y calidad.
En coyunturas críticas como la del corredor vial entre Bogotá y los Llanos Orientales, el transporte aéreo se ha convertido en una solución, e incluso ha sido una oportunidad para Wingo de continuar siendo aliado país y solidarizarse con los afectados, a través de la operación de una ruta temporal entre las dos ciudades con precios justos, puntualidad y buena onda.
La industria del transporte aéreo, con un aporte cercano al 2,4% al PIB, es un motor para el desarrollo del país. Sin embargo, a pesar del aumento en el dinamismo y la competencia por cuenta del mejoramiento de la infraestructura y la entrada al mercado de nuevas aerolíneas que siguen el modelo de bajo costo, es necesario tomar acciones para el correcto crecimiento de la industria en los próximos años.
Según el informe de Estudios Sectoriales de la Aeronáutica Civil, en 2018 más de 37,7 millones de pasajeros se transportaron en el país, 13,5% más que en 2017 y más del doble en relación con el 2006. Proyecciones tendenciales de la entidad estiman que en cinco años esta cifra podría llegar a 61 millones de pasajeros movilizados. Estos datos ponen en evidencia la evolución del sector, y la necesidad de una planeación especial para responder a la creciente demanda de los colombianos.
Con el fin de que esta industria capitalice su potencial máximo, más viajeros puedan acceder a tiquetes aéreos, y se logre la democratización de los cielos en la región, se requiere la revisión y reducción de las tasas impositivas que se cargan a la venta de pasajes. Para ello, es fundamental que los diferentes actores del Estado estudien con atención cuáles son las tasas e impuestos que están afectando la competitividad del sector, y que actualmente representan un porcentaje muy alto de las tarifas.
Por eso, en Wingo mostramos nuestro compromiso para alcanzar esta anhelada democratización, a través de calidad, puntualidad y buen servicio. “Estamos seguros de que un alivio en las cargas impositivas nos permitirá ofrecer precios aún más competitivos en nuestros tiquetes. Por esto, invitamos a todos los actores de la industria para que trabajemos juntos, bajo una alianza integral desde lo público y lo privado, para continuar abriendo los cielos a millones de colombianos”, afirmó Juan Sebastián Molano, gerente de comunicaciones de Wingo.