Por: Luis Miguel Herrera, director de ventas para Procore en América Latina
Un sector tan tradicional como la construcción se está viendo obligado a ser más creativo e innovador en un contexto donde hay escasez de mano de obra y se deben enfrentar los retos propios de la pandemia. Como siempre, la tecnología llega a dar una mano pero ¿soluciones como robots autónomos pueden ser aliados para este sector?
La pregunta que surge inevitablemente en las discusiones sobre la automatización es si los robots terminarán quitando puestos de trabajo a los trabajadores humanos. La respuesta a esa pregunta no es tan sencilla. En las próximas décadas, se espera que algunos trabajadores humanos de la construcción sean reemplazados por robots para facilitar procesos, pero el ingenio humano siempre serán la clave para hacerlos. Ya sea que eso signifique volver a capacitar a los trabajadores para ayudar a garantizar que los ayudantes robóticos funcionen correctamente o que utilicen robots que dependen de operadores humanos. A continuación, cuatro formas como esta nueva modalidad está ayudando a las empresas de construcción a hacer más con menos.
1. Abordar la escasez de mano de obra
El trabajo debe realizarse de una forma u otra, y las empresas han descubierto que pueden aprovechar mejor a sus trabajadores mediante la implementación de la automatización para ciertas tareas repetitivas y que requieren un personal numeroso. Al implementar robots para manejar trabajos más repetitivos, como albañilería o colgar paneles de yeso, las empresas pueden reducir la cantidad de mano de obra que necesitan para un proyecto.
2. Mejora de la seguridad de los trabajadores
Los robots pueden necesitar reparaciones de vez en cuando, pero nunca sufrirán un accidente en el lugar de trabajo. Según el Consejo Colombiano de Seguridad (CCS), durante el 2020 se presentaron 57 muertes de trabajadores en el sector construcción, con una tasa de 6,4 muertes por cada 100.000 trabajadores, superando la tasa nacional que fue de 4,5 muertes por cada 100.000 trabajadores. A su vez, el cuerpo humano es frágil y está sujeto a fatiga o lesiones. Los movimientos repetitivos, en particular, ejercen presión pueden causar lesiones.
3. Flexibilidad
Con la mano de obra dispersa, las empresas de construcción tienen muy poco margen de maniobra cuando se trata de desplegar trabajadores. Cualquier interrupción en la disponibilidad de sus empleados puede crear una reacción en cadena que arruine todo el cronograma del proyecto. El uso de robots automatizados para complementar su fuerza laboral permite a las empresas más flexibilidad en el lugar donde se dedican sus recursos laborales, lo que facilita la adaptación a ausencias inesperadas.
4. Mejoras en la eficiencia
Algunos aspectos de la construcción requieren que varios trabajadores humanos estén vinculados a las tareas asignadas hasta que se completa una fase determinada del proyecto. Algunos robots autónomos son capaces de realizar estas tareas por sí mismos.
Un buen ejemplo de esto son los drones. Estos son capaces de realizar trabajos topográficos complicados con un solo operador humano, o incluso de forma totalmente autónoma. Es un caso en el que una pieza de tecnología específica implementada de la manera correcta puede tomar el lugar de un equipo de topografía, permitiendo que los empleados sean asignados a otras funciones.
Dado que la tecnología de robótica autónoma es todavía bastante nueva, se desconoce su lugar a largo plazo en el campo de la construcción. Su aparición en la industria es una señal de que, a pesar de los desafíos laborales siempre presentes, las empresas encontrarán la manera de hacer el trabajo a tiempo y por debajo del presupuesto. No es una solución perfecta, pero un programa de robótica autónoma puede ser de gran ayuda para que las compañías logren sus objetivos de manera más consistente.