Rosewood Mandarina, un sueño costero, celebra el poder místico de sus tierras ancestrales, invitando a los huéspedes a conectarse con la rica herencia cultural y el impresionante paisaje natural de la región.
Marcando el inicio de una nueva era de lujo en México, Rosewood Mandarina da la bienvenida a sus huéspedes para disfrutar de la cautivadora energía de la costa del Pacífico. Tras casi una década de planificación y desarrollo, este santuario conformado exclusivamente por suites fue creado para reflejar una profunda armonía con la naturaleza y promover una exploración significativa que no solo abarca el destino y la comunidad que lo ha preservado, sino también al descubrimiento personal.
Ubicado en medio del paisaje megadiverso de la Riviera Nayarit, a lo largo de 300 kilómetros de costa del Pacífico mexicano, Rosewood Mandarina ofrece una experiencia inmersiva a través de tres ecosistemas distintos. Ya sea en la cima de la exuberante montaña con vistas panorámicas al océano, a lo largo de la playa de Canalán, o en las extensas planicies del resort (flatlands), los huéspedes están llamados a conectarse con el entorno de una manera profundamente personal. Propiedad del desarrollador RLH Properties, este resort representa la cuarta propiedad de Rosewood en México y una apertura icónica dentro del distinguido portafolio de la marca. Con un profundo respeto por su entorno y su herencia cultural, Rosewood Mandarina entreteje la riqueza de la región en cada detalle de la experiencia del huésped.
Cada una de las 134 lujosas suites de Rosewood Mandarina, incluyendo tres suites especiales y dos amplias villas independientes, cuenta con piscina privada, amplias terrazas y detalles de diseño hechos a la medida en colaboración con artesanos locales, en homenaje al rico legado cultural de la región. Para quienes buscan el máximo nivel de lujo, la Canalan Beachfront Villa y la Cora Four Bedroom Mountaintop Villa, ofrecen un espacio incomparable, privacidad absoluta y vistas impresionantes.
Rosewood Mandarina invita a sus huéspedes a un viaje gastronómico que celebra los sabores regionales en diversos espacios culinarios, todos ellos rindiendo homenaje a la fascinante herencia culinaria de la región y a los ingredientes tradicionales. Los huéspedes pueden disfrutar de auténticos sabores mexicanos en La Cocina, ubicada a solo unos pasos de la costa del Pacífico, o relajarse con un ambiente vibrante y gastronomía costera española en Buena Onda. A finales de este año, los huéspedes podrán descubrir la refinada propuesta culinaria de Toppu, un elegante restaurante japonés de alta cocina situado en la cima de la montaña, o deleitarse con cocteles artesanales en el exclusivo Barra Peñasco, un bar escondido en un acantilado. Las instalaciones del resort incluyen cuatro tranquilas piscinas frente al mar, un moderno centro fitness y el icónico Asaya Spa que invita a disfrutar de una relajación incomparable. Los más pequeños también tienen su propio espacio en el club de niños Rosewood Explorers que ofrece un programa enriquecedor inspirado en el destino.
Como parte del aclamado desarrollo Mandarina, el resort ofrece una variedad de experiencias que van desde emocionantes actividades como surf y tirolesa, hasta paseos a caballo y partidos de polo en el Club de Polo y Centro Ecuestre Mandarina. Además, el Mandarina Golf Club, agrega una opción de entretenimiento exclusivo para los huéspedes.
“La apertura de Rosewood Mandarina representa el enfoque continuo de Rosewood Hotels & Resorts hacia un crecimiento consciente, donde cada ubicación se selecciona cuidadosamente para incluir algunos de los destinos más extraordinarios del mundo”, afirma Radha Arora, presidente de Rosewood Hotels & Resorts. “Rosewood Mandarina, nuestra cuarta apertura en México, encarna el espíritu único de su entorno, fomentando la exploración y el sentido de conexión, al tiempo que mantiene nuestro compromiso con el impacto positivo como una prioridad.”.
Diseño con raíces culturales
Inspirado en el paisaje extraordinariamente diverso de la Riviera Nayarit, el diseño de Rosewood Mandarina, dirigido por Caroline Meersseman de Bando x Seidel Meersseman, fusiona el lujo contemporáneo con la serenidad de su entorno natural. Guiados por una profunda comprensión de la estrecha relación entre la cultura local y la naturaleza circundante, Meersseman y su equipo concibieron cuidadosamente cada rincón de la propiedad para integrarse de manera armónica con el paisaje y con las tradiciones centenarias de la región. El mobiliario y los elementos decorativos del resort celebran la maestría artesanal de los pueblos originarios Huichol y Cora, incorporando técnicas y estilos tradicionales que reflejan la riqueza y el profundo legado cultural de estas comunidades.
La mayoría de los elementos de diseño en Rosewood Mandarina han sido creados a medida, ofreciendo una conexión significativa con el arte de la región. Las artesanías huicholes están presentes en toda la propiedad, desde minuciosos bordados, diseños en chaquira y arte con hilos (elaborados con cera de abeja y lana), hasta los emblemáticos ojos de dios y cerámica de barro negro esculpida a mano. Igualmente fundamentales, las tradiciones artísticas del pueblo Cora se reflejan en el uso de complejas técnicas de tejido, anudado y ensamblaje de fibras, especialmente en el pabellón de bienvenida, donde las instalaciones de cuerdas tradicionales crean un profundo sentido de lugar. Los artesanos locales trabajaron en estrecha colaboración con Caroline Meersseman y su equipo para crear piezas específicas para el lugar, utilizando métodos ancestrales que celebran y preservan estas tradiciones culturales. El resultado es una estética que no solo es visualmente impactante, sino que también es un tributo vivo al legado artístico de la Riviera Nayarit.
“Rosewood Mandarina representa nuestra visión: crear un lujo auténtico, desde la atmósfera hasta cada una de sus experiencias,” comentó Luis Durán, Director General de RLH Properties. “El diseño de la propiedad sumerge a los huéspedes en el legado cultural de México, mientras ofrece amenidades y experiencias de clase mundial. Estamos entusiasmados de recibir a viajeros de todo el mundo para que descubran recorridos culinarios en La Cocina, con su gastronomía mexicana tradicional; bienestar personalizado en Asaya Spa para la renovación integral; y las experiencias excepcionales ya existentes en Mandarina, como el Mandarina Golf Club y el Club de Polo y Centro Ecuestre Mandarina.
Lujoso hospedaje costero
Una de las características más distintivas de Rosewood Mandarina son sus suites, cuidadosamente diseñadas para conectar a los huéspedes con el entorno local, la cultura y el legado de la región. Abrazando la diversidad ecológica circundante, las suites del resort sumergen a los visitantes en un paisaje donde convergen playas de arena blanca, esteros costeros, montañas y planicies. Cada categoría de suite armoniza con su ubicación: las suites en los acantilados presentan vistas panorámicas del océano; los santuarios frente al mar ofrecen el privilegio poco común de tener acceso directo al Océano Pacífico y a la playa Canalán; y las habitaciones en la sección de la planicie, flatlands, incluyen terrazas bañadas por el sol con vistas abiertas al paisaje circundante. Esta profunda integración con la naturaleza crea una experiencia íntima que honra las raíces indígenas y la belleza indómita de Nayarit, al tiempo que ofrece el máximo confort. Cada suite cuenta con amplias piscinas privadas de generosas dimensiones, terrazas espaciosas y elementos de diseño hechos a medida asegurando una auténtica inmersión Sense of Place®.
Para quienes buscan la más elevada expresión de lujo, las dos villas independientes de Rosewood Mandarina redefinen el concepto de hospedaje en un resort. La Canalan Beachfront Villa, situada directamente sobre la arena a solo unos pasos del mar, ofrece una inmersión inigualable en la belleza costera del Pacífico. Distribuida en dos niveles, esta residencia cuenta con dos habitaciones, cocina totalmente equipada, elegantes áreas interiores, gimnasio privado, sala de medios, jacuzzi, jardín interior, amplia tina de inmersión y regadera exterior tipo lluvia. Por su parte, la Cora Mountaintop Villa domina las vistas más espectaculares del resort, con panorámicas ininterrumpidas del océano y las montañas desde su privilegiada ubicación en lo alto de la cima. Con una superficie de 1,200 metros cuadrados, esta residencia combina majestuosidad con una sofisticación discreta. Dispone de cuatro habitaciones, sala de medios y gimnasio privado. Ambas villas ofrecen áreas de estar al aire libre que maximizan la entrada de luz natural y las vistas, culminando en impresionantes piscinas infinitas que se funden con el paisaje.
“En Rosewood Mandarina, nuestros huéspedes se sentirán profundamente conectados con la rica región de Riviera Nayarit”, afirmó el director general, Juan Carlos Cardona Aquino. “Traemos al destino una innovadora oferta que brinda acceso sin restricciones a una amplia gama de experiencias y paisajes”.
Una celebración de la tradición y la innovación culinarias
Arraigado en la riqueza de la Riviera Nayarit, el programa culinario de Rosewood Mandarina honra el legado de las culturas locales y la estacionalidad. Cada experiencia gastronómica se guía por un compromiso con ingredientes frescos de origen local y técnicas ancestrales de cocina. Ya sea disfrutando de los sabores rústicos de una cocina mexicana tradicional o admirando la refinada destreza de un irori japonés, cada comida en el resort se convierte en una celebración del lugar y del paladar.
La Cocina: el corazón de la gastronomía mexicana
Ubicado directamente en la playa, el restaurante La Cocina ofrece una experiencia gastronómica elevada inspirada en las tradiciones más auténticas de la cocina mexicana. Las mañanas comienzan con tortillas hechas a mano, cocinadas en un comal de leña, acompañadas de fruta tropical de origen local y café y chocolate regional recién preparados. Al mediodía, el comedor al aire libre se transforma en una animada taquería, donde el menú celebra sabores intensos con tacos, pescado a la parrilla, aguachiles y ceviches, todos elaborados con ingredientes frescos del mar. Al caer la noche, los mariscos del día se preparan al estilo zarandeado, acompañados de clásicos mexicanos reinventados y servidos bajo un cielo estrellado, creando una experiencia culinaria inolvidable.
Toppu: cocina japonesa refinada en la cima de una montaña
Toppu, la experiencia gastronómica insignia del resort, fusiona las tradiciones compartidas de las cocinas mexicana y japonesa, inspirándose en las técnicas izakaya y robatayaki. Suspendido sobre el valle y con impresionantes vistas al océano, el restaurante es una verdadera celebración a la precisión y al sabor. Su espacio incluye un irori (parrilla de carbón hundida) y una parrilla yakitori, además de una barra de tempura y una sección especializada en sushi y opciones frías. Los mariscos frescos, las carnes y los productos de origen local son los protagonistas, resaltando la sinergia entre técnica e ingredientes. El menú de bebidas se inspira en los paisajes que convergen en Mandarina —el océano, las llanuras y la selva—, combinando los sabores audaces de México con el rigor de la mixología japonesa. Esta fusión ofrece una experiencia sensorial única, donde cada sorbo y cada bocado cuentan una historia de técnica, tradición y creatividad.
Barra Peñasco: un oasis oculto de mixología
Ubicado de forma espectacular sobre un acantilado escondido frente al Océano Pacífico y resguardado por antiguos árboles de higuera blanca, Barra Peñasco ofrece una experiencia de coctelería inmersiva, inspirada en tradiciones chamánicas y en la mixología elemental. Guiado por los elementos agua, tierra, aire y fuego, su programa de coctelería combina botánicos ancestrales, destilados locales e ingredientes autóctonos con técnicas contemporáneas, dando lugar a un viaje sensorial sin precedentes. Este íntimo speakeasy al aire libre recibe a los huéspedes desde el atardecer hasta las primeras horas de la madrugada, invitándolos a descubrir cócteles que capturan la esencia mística de Riviera Nayarit.
Buena Onda: ambiente relajado en la playa
Ubicado al pie de la montaña, junto al área principal de la piscina, Buena Onda es un refugio relajante que ofrece bebidas refrescantes y gastronomía costera de inspiración española. Situado directamente en la playa, justo sobre las olas que rompen, este espacio ofrece un menú que incluye cocteles clásicos, sangrías, vinos y cervezas bien frías. Acompañando las bebidas, los huéspedes pueden disfrutar de tapas, mariscos a la parrilla, carnes, vegetales y platillos clásicos de la cocina ibérica, todo en un ambiente vibrante y acogedor.
Bienestar en armonía con la naturaleza
Basada en la cosmovisión del pueblo huichol, la filosofía de bienestar integral de Rosewood Mandarina abraza la idea de que el cuerpo, la mente y el espíritu están en constante necesidad de renovación y autodescubrimiento, un enfoque que se refleja plenamente en Asaya Spa. Ubicado en torno a un par de antiguos árboles de parota, el spa se inspira en su legado curativo que ha sido venerado durante generaciones. Estos árboles actúan como el corazón del espacio, guiando a los huéspedes a través de recorridos de bienestar cuidadosamente diseñados, enfocados en fomentar la conexión, la restauración y la exploración interior.
En Asaya Spa residen tratamientos inspirados en rituales de sanación ancestral, transmitidos de generación en generación por las comunidades indígenas de la región. Entre ellos destaca el Viaje Mara’akame, un masaje diseñado para honrar la peregrinación espiritual de los huicholes, guiando a los huéspedes hacia un descanso profundo y una mayor conciencia de los sueños. Otra experiencia emblemática incorpora el uso del tabaco, un remedio natural utilizado por los huicholes conocido por sus propiedades desintoxicantes e hidratantes. Este tratamiento incluye una compresa infusionada con tabaco para nutrir y revitalizar la piel.
Una de las características más distintivas de Asaya Spa son sus experiencias de bienestar enfocadas en familias, que invitan a huéspedes de todas las edades a participar en un cuidado personal significativo. Diseñadas para fortalecer los lazos y fomentar la importancia del bienestar, estas experiencias combinan diversión y conciencia plena a través de actividades creadas especialmente para familias. Más allá del spa, los huéspedes pueden extender su recorrido de bienestar hacia la belleza natural de Mandarina y Riviera Nayarit, disfrutando de actividades revitalizantes como pickleball y surf, o de prácticas más serenas como yoga al aire libre y caminatas espirituales hacia el antiguo árbol La Abuela, un sitio considerado sagrado durante siglos.
Aventuras inmersivas en Riviera Nayarit
Rosewood Mandarina ofrece experiencias hechas a medida, diseñadas para introducir a los huéspedes en la riqueza natural, cultural y tradicional de la Riviera Nayarit. Las aventuras dentro de la propiedad incluyen emocionantes recorridos en tirolesa y circuitos de cuerdas suspendidos entre el dosel selvático. La cultura ecuestre forma parte esencial de la identidad de la región, y Rosewood Mandarina celebra esta herencia con acceso exclusivo al Club de Polo y Centro Ecuestre Mandarina. Aquí, los huéspedes pueden presenciar partidos de polo de clase mundial, tomar clases privadas o incluso animarse a practicar este elegante deporte. Para quienes buscan una conexión más profunda con la naturaleza, las excursiones guiadas a caballo ofrecen un recorrido espectacular, desde senderos en la selva hasta la orilla del mar. El club también está desarrollando un programa de equinoterapia, que aprovecha la energía sanadora de los caballos para promover el equilibrio, el crecimiento personal y el autodescubrimiento.
El Mandarina Golf Club cuenta con un campo de golf de autor diseñado por Greg Norman. Este campo corto de 9 hoyos, más un hoyo adicional de “desafío” que brinda un cierre emocionante, ofrece una nueva forma de ocio y entretenimiento, rodeado por el paisaje verde de las llanuras con vistas a la majestuosa Sierra de Vallejo.
El concierge de experiencias también diseña excursiones personalizadas fuera del resort, que invitan a descubrir desde los mercados bohemios de Sayulita y San Pancho hasta las playas escondidas de las Islas Marietas.
Enriquecedoras experiencias para niños
Rosewood Mandarina redefine el lujo familiar con su Explorers Club, un programa con base curricular diseñado para sumergir a los niños en la naturaleza, la cultura y la aventura. Inspirado en El viaje de Tunuri y el Venado Azul —un relato huichol que celebra el descubrimiento y el cuidado del mundo natural— Explorers Club ofrece una experiencia cuidadosamente curada que combina el aprendizaje con la exploración. Desde el momento en que los niños ingresan al espacio, comienzan un viaje interactivo diseñado para profundizar su conexión con el mundo natural. Las actividades prácticas incluyen caminatas por la naturaleza, aventuras acuáticas, búsqueda de fósiles, talleres de sustentabilidad y excursiones culturales, todas ellas diseñadas para estimular la curiosidad, fomentar la conciencia ambiental y enriquecer el aprendizaje de manera divertida.
Un compromiso con la comunidad y la conservación
En línea con la filosofía de Rosewood Hotels & Resorts, que concibe a la hospitalidad como una oportunidad para generar un impacto significativo, Rosewood Mandarina fusiona el lujo consciente con la responsabilidad social y ambiental. El resort mantiene un firme compromiso con la preservación cultural y el cuidado del entorno, integrando prácticas sostenibles en cada aspecto de su operación. Como aliado activo de su comunidad, Rosewood Mandarina colabora con organizaciones locales y nacionales para impulsar iniciativas ecológicas que protegen los paisajes biodiversos de la región, desde exuberantes esteros y densas selvas hasta costas vírgenes. Estos ecosistemas albergan especies únicas como el cuatí y el cocodrilo americano, cuya presencia enriquece la historia de Mandarina y fortalece la conexión de los huéspedes con la naturaleza.
Los visitantes están invitados a participar en actividades vivenciales que aportan valor y profundidad a su estancia. Estas experiencias incluyen talleres de arte guiados por artesanos locales, recorridos espirituales en la naturaleza y proyectos colaborativos de reciclaje y apoyo comunitario enfocados en poblaciones vulnerables. A través de estos programas inmersivos, Rosewood Mandarina se consolida como un lugar donde el lujo y el legado convergen, generando un impacto positivo tanto en las personas como en el planeta.
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