Seis jóvenes que cambiaron su vida con Platzi y Facebook

Poder adoptar nuevas habilidades gracias a la tecnología abre oportunidades, como decidir cambiar de carrera, por ejemplo dejar un trabajo vendiendo zapatos para ser programador. Esto es posible gracias al poder de hacer comunidades y agregar habilidades a través del aprendizaje en línea. Cuando se unen fuerzas es posible cambiar vidas de una forma positiva, como en el caso de Platzi y Facebook, apoyando con herramientas digitales a nuevos emprendedores y proveedores de servicios.

Platzi, la plataforma de educación en línea más grande de Latinoamérica, trabajó junto con Facebook para crear la iniciativa Facebook + Platzi Scholarships: un programa de becas de desarrollo web enfocada en grupos vulnerables. ¿El resultado? Cientos de historias de una comunidad más diversa e inclusiva que crece, apoyada de conocimiento y herramientas tecnológicas, cada vez más en toda Latinoamérica, como parte de la comunidad para desarrolladores de Facebook Developer Circles.

Más de mil jóvenes que enfrentan obstáculos de género, raza, orientación sexual y dificultades financieras ingresaron al programa. Hoy cerca del 70% de los estudiantes forman parte de al menos un grupo de los Developers Circles en América Latina, con lo que han podido encontrar puestos de trabajo en la industria tecnológica y mejorar su calidad de vida.

Algunos de los jóvenes que forman parte de esta iniciativa son Tania, Willy, Cristian, Duvan, Elkin y Mario y que hoy, como resultado, han cambiado el rumbo de sus vidas y carreras tras haber participado en estos círculos de desarrollo.

Algunos resultados del programa Facebook + Platzi Scholarships:

• 36% de los participantes obtuvo un aumento en sus ingresos

• 33% encontró trabajo en el sector tecnológico

• 68% forma parte de al menos un capítulo de Developers Circles en América Latina

Tania Sosa, de México, aplicó los conocimientos que obtuvo en el programa y ahora es voluntaria en la «Plataforma México contra Covid-19», a través de la cual personas pueden solicitar u ofrecer ayuda durante la pandemia. Además, creó un directorio de comedores comunitarios en la Ciudad de México.

«Tener éxito no es ser el empleado estrella de una gran empresa, el éxito es poder ayudar a los demás con el talento que tienes y programar es la clave para construir un mundo mejor», señala Tania.

Willy Lozada, un ex refugiado de origen venezolano, ahora crea sitios web para pequeñas empresas y una escuela. Ahora con las nuevas herramientas confía en un futuro mejor para él y su familia.

“El programa fue una gran experiencia que me brindó muy buenas oportunidades y me permitió crecer profesionalmente, a pesar de mi condición de refugiado”, señala Willy.

Algunas historias nos dejan ver que, a pesar de vivir en zonas rurales o alejadas, hoy las habilidades aprendidas les permiten encontrar empleo en empresas al otro lado del mundo. Ese es el caso de Cristián Peña, quien hoy trabaja en la empresa israelí Elementor, de forma remota. Con su nuevo empleo aumentó su salario 5 veces y media.

Otros, como Duvan Molina, pasó de vender zapatos en su ciudad natal a encontrar proyectos que incrementaron su experiencia laboral y hoy obtiene ingresos que son más de 3 veces más altos que antes.

A pesar de vivir en una  zona rural, con pocos ingresos y sin acceso a Internet, Elkin Omar Jiménez, de Colombia, ingresó al programa y consiguió un trabajo como desarrollador frontend, con el cual logró aumentar su salario más de 3 veces, también. Ahora Elkin busca formas para utilizar la tecnología  ayudando a personas marginadas o excluidas, a causa de alguna condición física o mental.

Mario Vélez, también de Colombia, trabajó duro en todos sus cursos para aprender y absorber lo más que pudo. Después del programa, Mario consiguió su primer trabajo como profesional en una empresa líder en desarrollo de software de Tecnologías de la Información en Colombia.

«Esto cambia tu vida, si eres constante puedes lograr grandes cosas, como yo, que ya tengo mi primer trabajo y los ingresos son muy diferentes», señala.

“La educación, especialmente en Latinoamérica, requiere dedicación, esfuerzo y tiempo. Aunque muchas personas terminan la educación básica y tienen que trabajar, eso no debe truncar su desarrollo. Por ello, el objetivo de Platzi es preparar una nueva generación de profesionales de la tecnología en América Latina al ofrecer contenido y comunidades en línea que les resulten atractivos y hemos dado un paso más con Facebook. Queremos que las personas inviertan en su educación para salir adelante y Platzi es la forma más rápida de hacerlo”, señaló Freddy Vega, CEO de Platzi.