Las tecnologías de pagos han revolucionado la industria financiera en el mundo y Colombia no es la excepción. La experiencia de los consumidores al hacer sus compras y el ahorro de tiempo, son las ventajas más significativas.
Según Carlos Marín, Country Manager de Pomelo, empresa latinoamericana de tecnología financiera que desarrolla soluciones de Banking y Cards, «las tecnologías que marcarán tendencia, en cuanto a pagos digitales, serán: Tap On Phone, Pin On Glass, Chatbot transaccional, Enlace de pagos, Pagos QR, Tarjetas virtuales, Criptopagos, Facetopay y Pagos inmediatos».
En la actualidad bancos, financieras e incluso pymes están enfocadas en la digitalización. Los pagos digitales representan el 54% de las transacciones a nivel nacional y, solo el año pasado, se registraron 11.160 millones de operaciones, de las cuales 4.894 millones fueron monetarias, según las cifras del Banco de la República y la Superfinanciera.
“Tap on Phone, Pin on Glass, tendrán un crecimiento importante este año en Colombia considerando que ya hay varias empresas que lo ofrecen por los beneficios en costo y experiencia de cara al consumidor, con lo cual la visibilidad que alcanzará será aún mayor. Por otra parte, los pagos inmediatos, basados en el modelo brasileño, empezarán a tomar forma. El 2023 será el despegue de esta iniciativa que ya está avalada por el Banco de la República”, explica Marín.
De acuerdo con Colombia Fintech hay un total de 322 fintechs que generan alrededor de 9.000 empleos. Así mismo, el ecosistema experimentó un incremento en los ingresos de 74% versus el 2019. Sin embargo, en el mercado todavía hay margen para crecer en infraestructura tecnológica: “Algunas tecnologías son sumamente obsoletas ya que surgieron hace dos o tres décadas, y básicamente no responden a las demandas que tiene hoy en día el mercado», señala Marín.
Jeff Bezos comentaba que “lo verdaderamente peligroso es no evolucionar”. En este marco, Marín concluye: “Hoy, por ejemplo, ya no necesitamos sucursales bancarias, lo que reduce la barrera de entrada para nuevas empresas. El dinero, antes invertido en estas estructuras físicas, ahora se dirige a la tecnología. La creación de nuevas fintechs ha permitido un mayor acceso a los servicios financieros, de una forma más práctica y ágil”
Estás serán las tecnologías de pago para 2023:
• Facetopay: Reconocimiento biométrico para identificar y autenticar al comprador, a través de reconocimiento facial, que se vincula a un método de pago de tarjeta de crédito o débito.
• Enlace de pagos: Link que al clicar entra directamente al pago de un producto o un servicio.
• Chatbot transaccional: Transacciones moviendo información de un sistema a otro. Resuelve el pago y el proceso de atención completo, sin intervención de una persona.
• Pin on Glass: Lector de tarjetas multifunción (Smart Card Reader for PIN), que transforma cualquier dispositivo iOS, Android o Windows en un terminal de pago capaz de procesar pagos seguros con clave PIN a través de chip y Contactless.
• Tap On Phone: Convierte el celular en medio de pago con solo descargar una aplicación. Acepta pagos de forma segura y sin contacto con la tecnología NFC.
• Pagos QR: Código de respuesta rápida. Al ser escaneado se paga de forma rápida y sin necesidad de manipular dinero.
• Tarjetas virtuales: Son tarjetas que viven en una billetera digital y se usan para pagar en establecimientos físicos o virtuales.
• Criptopagos: Es el uso de criptomonedas como medio de pago para servicios y productos.
• Pagos inmediatos: El dinero está disponible en pocos segundos, casi en tiempo real, en la cuenta de un usuario, a cualquier hora del día y todos los días del año. El referente más cercano es el sistema PIX de Brasil.
En conclusión, el uso de canales digitales es una tendencia en pleno auge que sigue aumentando, por lo que es importante para los usuarios conocer e identificar los métodos de pago digitales y de esta manera poder hacer uso de todas las herramientas con las que hoy cuenta el ecosistema. A su vez, este escenario significa un mayor crecimiento de la bancarización en Colombia, lo cual marca un gran desafío de superación de cara a las brechas de conectividad y falta de inclusión financiera.