Tres aspectos en los que la industria de la tecnología debe avanzar para cerrar la brecha de género

En el mundo sólo el 35% de los estudiantes de STEM en la educación superior son mujeres y sólo el 30 % de la fuerza de trabajo en tecnologías es femenina. Hay que trabajar desde la temprana edad para cerrar la brecha. El programa de Microsoft, DigiGirlz, que busca incentivar el interés de las niñas por las habilidades STEM cuenta con más de 65 mil participantes a nivel mundial.

Las colombianas siguen manifestando más desconfianza en las interacciones con personas en línea (50%) en comparación con los hombres (34%).

Existe evidencia que demuestra el poderoso efecto que puede tener en la economía y en la sociedad una mayor inclusión de mujeres en el mercado laboral. De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, si los países de América Latina aumentan su participación laboral femenina el PIB per cápita puede ser hasta un 10% más alto.

En el sector de la tecnología, cerrar la brecha de género es un imperativo no sólo para que sea más creativa e innovadora pero también para que refleje las perspectivas de toda la sociedad a la que sirve y se asegure de servir por igual las necesidades de todas las personas. Sólo la diversidad puede crear tecnología inclusiva y asegurarse de que no perpetúe los sesgos que la sociedad ya tiene.

Sin embargo, en la industria tecnológica la brecha de género sigue siendo un desafío, justo en el momento en el cual la tecnología tiene una empleabilidad del 98%. Esta industria es la que más crece en generación de empleo: el Foro Económico Mundial asegura que 1 de cada 3 nuevos empleos es en tecnología y que en los próximo 8 años se crearán 150 millones de trabajos en el sector. La aceleración de la digitalización hará que, para 2030, el 77% de todos los trabajos estén permeados por la tecnología.

Así pues, aumentar la participación de las mujeres en este campo contribuiría a solucionar el elevado desempleo femenino en Colombia, que se ubicó en el 19,4 por ciento, un 8,2 por ciento de la media de la población. Pero además impediría que la brecha se siga ampliando, en la medida que es el sector que más genera empleo y en el que menos mujeres participan.

Pero el diseño y la creación de la tecnología no es el único espacio donde existe un desbalance entre hombres y mujeres. En el uso de la tecnología en las interacciones cotidianas, las mujeres perciben un mayor riesgo y se sienten más vulnerables a comportamientos hostiles.

Microsoft se une a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer con el reconocimiento de algunos de los retos en los que la industria debe seguir trabajando para generar condiciones cada vez más incluyentes, igualitarias y seguras para las mujeres, en todos los entornos que puedan estar mediados por la tecnología.

1. Generar interés en niñas y jóvenes por las carreras de la industria

Los esfuerzos para superar la brecha de género son más urgentes que nunca en el sector de la Ciencia, la Tecnología, la Ingeniería y las Matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés), pues mientras la demanda de habilidades digitales aumenta, el déficit de mujeres en estas áreas es persistente. En el mundo sólo el 35% de los estudiantes de STEM en la educación superior son mujeres y sólo el 3% de las mujeres en educación superior eligen estudios de tecnologías de la información y la comunicación según el informe de la UNESCO. Ya en el mercado laboral, las cifras suelen ser más preocupantes: las mujeres representan el 30% de la fuerza laboral STEM, pero en el software específicamente, la representación femenina no suele superar el 10%. Las habilidades en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) están desempeñando un papel cada vez más importante en la configuración del futuro de la economía, y hay una brecha que debe ser superada. Pero el mayor obstáculo que existe para poder fortalecer la participación de las mujeres en las empresas de tecnología es la falta de profesionales mujeres con formación en estas áreas.

El pipeline para construir el talento femenino en los campos STEM está roto: según un estudio de la organización Crack The Code, reveló que en Colombia sólo 2 de cada 10 mujeres optan por estas áreas para su formación. De hecho, cifras del Ministerio de Educación revelan que mientras en 2018 se graduaron de la universidad 56 % de mujeres y 43 % de hombres, la inscripción a carreras del área Stem fue de 34.9 % mujeres y 65 % hombres.  Asimismo, según las cifras de MinTIC, de las Becas de Talento TI que otorga el Gobierno colombiano, sólo un 24% son ocupadas por mujeres.

Revertir esta tendencia de larga data es particularmente importante y urgente en vista de que el mercado laboral está cambiando a gran velocidad. Según el Foro Económico Mundial, uno de cada tres nuevos puestos que se crean son en tecnología y este sector abrirá 150 millones de puestos de trabajo para 2030. Así las cosas, a menos que se formen más mujeres con habilidades digitales, ellas tendrán cada vez menos oportunidades en una economía que será cada vez más digital.

 Y es que este desbalance, unido a la aceleración de la transformación digital son particularmente graves porque podría privar a las mujeres de nuevas y mejores oportunidades y a la tecnología de un talento fundamental. Además limitar la innovación, el dinamismo y la riqueza de la tecnología, que debe tener -desde su diseño-, todas las miradas y atender las necesidades de toda la sociedad a las que sirve. La diversidad en el sector de tecnología es fundamental para garantizar que no sigamos reproduciendo los sesgos y agravando las inequidades que tenemos como sociedad. La diversidad, además, detona la innovación y la creatividad que son la materia prima de la tecnología.

Sin mujeres que trabajen en campos STEM, que se encuentran en el corazón de la innovación moderna, cientos de miles de puestos de trabajo podrían quedar sin cubrir, y la falta de talento femenino para satisfacer la demanda podría seguir ahondando la brecha de género en el campo de la ciencia y la tecnología. Adicionalmente, esa falta de diversidad en las profesiones STEM corre el riesgo de reducir las perspectivas y limitar la innovación futura.

La causa de la poca inclinación de las mujeres a involucrarse en carreras técnicas y científicas ha sido objeto de innumerables estudios. La mayoría de ellas tienen que ver con estereotipos y comienzan en la escuela y en la familia durante la niñez. Algunas de ellas son la presión de los compañeros, la falta de modelos a seguir o de apoyo de los padres y los maestros, o una percepción errónea general de cómo son las carreras STEM en el mundo real, para citar sólo algunas

Para elevar el interés de las niñas en avanzar en rutas asociadas con la tecnología y explorar sus habilidades desde edades muy tempranas, Microsoft ha desarrollado programas como DigiGirlz, una iniciativa que comenzó en el año 2000 y que busca que las niñas descubran el gusto por las carreras en las ciencias, las matemáticas y la tecnología. Los estudios realizados desde entonces muestran que una vez que una niña participa en un evento DigiGirlz, hay un aumento del 24% en su interés por la tecnología. Desde ese primer campamento de día DigiGirlz hace 20 años, el programa ha patrocinado 652 eventos DigiGirlz en 92 países y cuenta con más de 65.000 niñas graduadas.

2. Perspectiva femenina para identificar riesgos en ciberseguridad

La aceleración de la transformación digital generada por la pandemia, intensificó la necesidad proteger a las personas y compañías de los riesgos de la era digital. Esto nuevos desafíos en ciberseguridad requieren de perspectivas y experiencias diversas, pero sigue siendo un campo en el que la mujer sigue subrepresentada, con solo el 24% de participación en la fuerza de trabajo de ciberseguridad, según un informe de 2019 de (ISC).

Impulsar la diversidad en ciberseguridad sigue siendo vital por varias razones, los equipos en los que hay diversidad de género toman mejores decisiones empresariales en un 73%, de acuerdo con un estudio de Cleverpop. Y este elemento también es fundamental para detectar las ciber amenazas: limitar la contratación solo a determinados tipos de profesionales puede reforzar prejuicios y sesgos, ocasionando la pérdida de oportunidades para detectar amenazas, lo cual puede ser fácilmente aprovechado por ciberdelincuentes.

Con esto en mente, Microsoft está colaborando en varios programas destinados a impulsar a las niñas y mujeres a considerar las carreras de ciberseguridad y a ampliar sus oportunidades profesionales. Algunos de ellos son Girls Go Cyberstart que creo una comunidad de mujeres en ciberseguridad que comparten sus historias a niñas y jóvenes para que se inspiren e ingresen a este tipo de carreras. Adicionalmente, Microsoft ha creado, de la mano del Ministerio de Defensa, de la Vicepresidencia de la República y de la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer, rutas de desarrollo de habilidades en privacidad, seguridad y ciberdefensa dirigidos a formar a mujeres Policía y del as Fuerzas Militares para crear espacios digitales más seguros.

3. Entornos digitales respetuosos con las mujeres

Las redes sociales y los espacios de interacción en línea se han vuelto parte de la cotidianidad de las personas, y es un escenario que sigue reproduciendo las asimetrías de la presencialidad con respecto a los riesgos para las mujeres. De acuerdo con el Estudio de Microsoft Civility, Safety and Interaction Online 2022, -el estudio que evalúa la percepción del civismo en línea de adultos y adolescentes en 22 países- señaló que la mayor carga de riesgo sigue recayendo en las mujeres. Las colombianas manifestaron mayor desconfianza en las interacciones con personas en línea (50%) en comparación con los hombres (34%); también expresaron mayor preocupación o temor de recibir un trato grosero o agresivo en línea en un 59%, mientras que sus contrapartes masculinas sólo en un 36%.

El avance en la equidad es un trabajo intencional, multidimensional y multi-actor. Abordar la desigualdad de género requerirá un cambio dentro de las empresas, así como nuevas coaliciones. El sector privado tendrá que desempeñar un papel más activo en concierto con los gobiernos y las organizaciones no gubernamentales, y las empresas podrían beneficiarse tanto directa como indirectamente tomando medidas.

La educación está en el corazón de esta tarea. Despertar el interés de las niñas y jóvenes en la ciencia y la tecnología es fundamental para multiplicar sus oportunidades en un mundo cada vez más digital. Asimismo, generar consciencia sobre los comportamientos en línea que irrespetan o amenazan a las mujeres, también será un complemento para construir un ecosistema tecnológico más incluyente y seguro para todas las personas.