Autoconsumo fotovoltaico, ¿Qué es y para qué nos sirve?

Los sistemas de autoconsumo fotovoltaico se hacen cada vez más presentes en las viviendas y no es algo que cause sorpresa, pues son una forma de generación de energía responsable con el medio ambiente que al mismo tiempo ha permitido a las familias ahorrar en sus facturas de luz.

Su función consiste en transformar la radiación que emite el sol en energía eléctrica, esto lo logran gracias a paneles solares que están compuestos por elementos químicos como el silicio, el fósforo y el boro, los cuales le permiten a la placa tener una parte cargada con electrones negativos y otra con positivos, así cuando los fotones golpean la placa estos mueven los electrones hacia la parte positiva generando una corriente eléctrica en el proceso.

Aunque existen una gran cantidad de tipos de sistemas de autoconsumo, en este caso para poder abordar mejor las características de los modelos fotovoltaicos, los hemos agrupado en dos tipos, el primero dependiendo de si se conecta proveedores externos de energía y el segundo de acuerdo a la cantidad de viviendas a las que suministra electricidad.

En el primera clasificación encontramos equipos que están o no están conectados a la red eléctrica comercial, esta característica depende principalmente de la capacidad de generación que posee el sistema, pues en caso de que produzca la energía suficiente para abastecer una vivienda, esta puede no estar conectada a un proveedor de energía adicional convirtiéndose en una casa autosustentable.

Pero en caso de que el sistema no logre cubrir los requerimientos energéticos o incluso si este produce una cantidad de energía superior a la necesaria es importante mantenerse conectados a una empresa eléctrica, en el primer caso para que nos suministre el porcentaje de energía faltante y la vivienda no se quede sin electricidad en ningún momento y en el segundo caso para que los propietarios del sistema puedan vender el excedente y así obtener ingresos adicionales.

En la segunda clasificación encontramos aquellos equipos capaces de proveer energía a un grupo de viviendas o por el contrario tan solo a una. Para comunidades de vecinos y fraccionamientos puede ser más atractiva la contratación de grandes equipos pues los costos de instalación se pueden dividir entre todos, haciéndolo más accesible, sin embargo controlar el consumo y determinar el porcentaje de energía empleado por cada vivienda puede ser algo complicado, razón por la cual son normalmente utilizados para suministrar únicamente áreas comunes, mientras que en el caso del suministro individual, cada vivienda se hace cargo del mantenimiento, instalación y administración. Los elementos básicos para poder contar con un sistema de autoconsumo son los siguientes:

• Placas fotovoltaicas: Como hemos mencionado anteriormente son el corazón del sistema y las encargadas de transformar la radiación en electricidad.

• Inversor fotovoltaico: Se encarga de convertir la corriente continua producida por las placas en corriente alterna la cual es apta para utilizarse en las viviendas, además también regula el paso de electricidad a las baterías para así evitar que se sobrecarguen o sobre descarguen y extender su vida útil.

• Soportes: Se encargan de mantener en la posición adecuada a las placas, por lo que si estas se dañan pueden comprometer el funcionamiento óptimo de todo el sistema.

Baterias solares: Podríamos decir que después de las placas las baterías son el segundo elemento más importante, pues de acuerdo a la web Tarifas de Luz Mx, sin ellas la energía que se produce no se podría almacenar para utilizarse de noche.

Instalar un sistema de autoconsumo fotovoltaico puede no ser la inversión mas económica que existe, pero a futuro gracias al ahorro que nos proporciona se puede amortizar en poco tiempo, además a nivel mundial la atención en las energías renovables continúa incrementado, por lo que nos podemos hacer a la idea de que este tipo de modelos de generación serán fundamentales en el futuro de las energías y tarde o temprano tendremos que hacer la transición.