Colombia hace ajustes regulatorios en materia de movilidad eléctrica y energía sostenible

Colombia avanza con paso firme hacia un futuro más limpio y saludable. Como parte de su Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica, el país proyecta que para el año 2030 habrá más de 600,000 vehículos eléctricos circulando por sus principales vías. Este objetivo busca reducir el uso de combustibles fósiles, mejorar la calidad del aire y cuidar la salud de los colombianos.

Pero el cambio no se trata solo de poner nuevos carros en las calles. También incluye una transformación completa de la infraestructura: nuevas estaciones de carga, uso de energía solar y eólica, y la adopción de tecnologías más eficientes para el ahorro de electricidad.

Para lograrlo, Colombia ha actualizado dos normas clave que regulan el sector eléctrico: el RETIE (Reglamento Técnico de Instalaciones Eléctricas) y el RETILAP (Reglamento Técnico de Iluminación y Alumbrado Público). Estas actualizaciones establecen reglas más estrictas de seguridad, calidad y eficiencia energética, necesarias para que las nuevas tecnologías lleguen a todos los rincones del país con garantías de confianza.

NYCE Colombia, uno de los organismos encargados de certificar productos eléctricos en el país, ya ha actualizado sus acreditaciones para alinearse con estos nuevos estándares. Esto permite que muchos productos, como luminarias LED o sistemas eléctricos para vehículos, puedan ser evaluados y certificados con base en criterios modernos y seguros.

“En Colombia estamos haciendo grandes esfuerzos para que las personas tengan acceso a tecnologías más eficientes y seguras”, comentó William Vizcaíno, director de Operaciones de NYCE en Sudamérica. “En NYCE estamos comprometidos con este proceso, ofreciendo acompañamiento técnico y capacitación a las empresas del sector.”

Entre los cambios más destacados está la eliminación del reconocimiento automático de certificaciones de otros países. Ahora, los productos deberán cumplir con las normas colombianas específicas, lo que garantiza un mayor control y protección para los consumidores.

También se han mejorado los requisitos para el alumbrado público, promoviendo el uso de luces de bajo consumo, reduciendo la contaminación lumínica y apoyando la salud de las personas y el medio ambiente. Además, se impulsa el uso de tecnologías inteligentes, como sensores y sistemas de control remoto, para hacer más eficiente el uso de la energía.

Gracias a estos avances, Colombia da un paso firme hacia una movilidad eléctrica y una energía más limpia y sostenible. Y en ese camino, contar con aliados técnicos confiables como NYCE, será clave para asegurar que el cambio sea seguro, ordenado y accesible para todos.